Boletín Comercial 13 Con todo, los productos de petróleo se han empleado para el tratamiento superficial en todas las secciones del país y se puede decir que se encuentran disponibles de manera general. En los Estados de Oriente se puede obtener de clases que varían desde los petróleos muy fluidos de carácter no asfáltico, eminentemente adecuados para usarse como paliativos contra el polvo, hasta los asfaltos blandos; e incluyen los petróleos de cura lenta y de cura rápida para caminos, petróleos densos para la aplicación en caliente, y productos de asfalto desleído, que se prestan para varios tipos de caminos y bajo varias condiciones. En los estados del Centro también se puede utilizar una gran variedad de productos de petróleo, si bien no se dispone muy fácilmente de petróleos para caminos de naturaleza altamente asfáltica o de cura rápida. Los materiales bituminosos para el tratamiento de las superficies en los estados del Pacífico se derivan principalmente de petróleo asfáltico. Se ha avanzado mayormente en el uso de los materiales de aplicación en caliente, produ ciendo un tratamiento en forma de gruesa estera; pero recientemente se ha concentrado mucho la atención sobre el uso de los materiales más ligeros, particularmente en el Estado de O-regón, en donde, comenzando hace unos tres años, se ha logrado éxito digno de mención en el tratamiento de grava y caminos de piedra triturada. Al estudiar los materiales bituminosos para el tratamiento superficial, el problema de cual es el material bituminoso más adecuado no se puede nunca considerar por separado de la naturaleza del material no bituminoso de la superficie del camino. En realidad, el buen o mal éxito del tratamiento depende más del material de que esté formado el camino que se va a tratar y del grado de propiedad de su espesor y diseño que de la elección del alquitrán o del petróleo que se hayan de emplear. Así, el camino puede consistir de tierra explanada, y el material que se va a tratar puede ser muy fino, o me nudo, y puede contener una gran proporción de arcilla; o, hacia el otro extremo, puede ser un resistente macádam conglomerado con agua que no presente ningunas dificultades para el tratamiento. Además, la variedad de los materiales bituminosos de entre los cuales se pueda escoger sufre una limitación de acuerdo con el propósito para el cual se desee hacer la aplicación del acei te a del alquitrán. Los materiales bituminosos se pueden aplicar meramente con el fin de aminorar la molestia del polvo sin afectar los métodos que se empleen en la conservación; y, de hecho cambiando el tipo del revestimiento del camino, se pueden usar con el fin de conglomerar el material del camino existente o, agregando a-rena, grava o piedr.i, criar una gruesa estera sobre el camino El tratamiento de los caminos de macádam o piedra triturada conglomerados con agua está bien entendido por cuanto a los métodos y al comportamiento de los diferentes materiales bituminosos. Lo que más interesa en la actualidad es el tratamiento superficial de los caminos de grava y los de I ¡pos inferiores como una fase de la creación de c iminos de tipos intermedios; a este respecto, sería de gran utilidad que se coordinen los datos existentes y que se fomenten las investigaciones sistemáticas. Sin intentar h icer un resumen de las prácticas que se siguen en diversos estados de la Unión, puede bastar por ahora llamar la atención hacia algunas innovaciones notables que se han realizado en obras camineras estadales, e indicar qué investigaciones se están llevando a cabo,o se han terminado,relativas a los alquitrá-nes y los aceites como materiales para el tratamiento de las superficies. El tratamiento de los caminos de tierra se estudió de manera extensa en Illinois desde 1923 hasta 1925, habiedonse hecho experimentos en seis caminos. Se usaron varios aceites producidos mediante diferentes procedimientos de refinación. Por cuanto se refiere a su aplicación a determinadas clases de tierras, Mr. F. L, Sperry ha llegado a la conclusión de que “las propiedades conglomerantes y la viscosidad son de menor importancia que el hecho de que el aceite sea capaz de resistir la emulsificación y de que pueda conservar su vitalidad en contacto con las tierras. Acaso esto no sea así en los climas sumamente secos. El alquitrán de baja presión da buenos resultados en los caminos de tierra. Los aceites diluidos, o para formar es. teras, que revelan su contenido de asfalto mediante la evaporación de las substancias ligeras que forman parte de ellos, después de aplicárseles al camino, no son adecuados para los caminos de tierra. Los aceites homogéneos y no volátiles penetran mejor y 1 )s absorbe más uniformemente la tierra que los productos mezcla-