Los PADRES y los MAESTROS Trabajando Juntos María S. de Eudaly y Emma Z. de Villasenor El Deporte en Nuestras Iglesias Luis E. Nieto, Barronquillo, Colombia Los padres y los maestros trabajan juntos en la grande e importante empresa de guiar a la juventud o a la niñez. El propósito de ambos es el mismo: ayudar al niño a crecer y a desarrollarse según sus habilidades. Cada uno de ellos debe comprender que está enseñando a un mismo niño. Asimismo, seria de grande ayuda el que ambos, los padres y los maestros. entendieran que enseñan al niño en todos los aspectos de su vida. Jua-nlto no deja la parte espiritual de su vida en el templo al salir de allí cada domingo, ni deja su habilidad mental en la escuela cuando va a su hogar. Es el mismo niño en todo tiempo, y tiene las mismas necesidades. Los padres y los maestros se beneficiarán con las siguientes sugestiones: 1. Deben conocerse mutuamente. Los padres y los maestros deben conocerse por nombre, saber cuáles son sus intereses y algo en cuanto a su familia. No es muy fácil llegar a conocerse mutuamente, especialmente cuando se trata de una iglesia grande; pero cada uno puede hacer uso de alguna oportunidad para conocer al otro. 2 Deben apreciarse mutuamente. El que cada uno aprecie el trabajo del otro ayudará grandemente a ambos. Es muy posible que los padres no se hayan enterado de que el trabajo del maestro, a fin de que sea efectivo para suplir las necesidades del niño, requiere mucha oración, mucho trabajo y muchos planes. El maestro, a su vez, es posible que no tenga un conocimiento completo de la energía que emplean los padres en la crianza de su familia. Los padres cumplen con su deber las veinticuatro horas del día. Su trabajo nunca cesa. Es la tarea que ofrece más satisfacciones, pero la más dificll. Los maestros no criticarán a los padres si no obran de acuerdo con las sugestiones que ellos les hagan. Tratarán d* descubrir por qué no las pusieron en práctica y ofrecerán otras sugestiones más útiles que los padres recibirán con gusto si el maestro se las presenta con tacto. 3. Deben sentirse con libertad al compartir ideas. Con frecuencia el maestro ha tenido una preparación más especifica que les padres, aunque lo contrario puede ser cierto. Al conversar o al sustentar conferencias ninguno deberá usar un lenguaje que el otro no pueda entender. 4. La actitud de ambos debe ser edificante y comprensiva. Con demasiada frecuencia el padre "teme’’ al maestro porque se siente inferior. 5. Las relaciones deben ser amistosas más bien que casuales. Esto puede lograrse sólo cuando uno de ellos toma la iniciativa. Tal vez los padres deseen invitar al maestro a comer a su casa. Ambos aprovecharán cada oportunidad que se les presente para cultivar la amistad. 6. Ambos deben estudiar cualquier problema que el niño pueda tener y tratar de resolverlo juntos. Los padres viven con el niño durante la semana. Han criado al niño desde su nacimiento. Conocen algunos de sus problemas, y no temerán el comunicárselos al maestro, quien es su mejor amigo y ayudante. El maestro procurará mantener relaciones amistosas con los padres para que éstos sientan el deseo de compartir con él los problemas que su niño tenga. El maestro tal vez encuentre otros aspectos en que el niño necesite ayuda. Estudiará dichas necesidades y tomará nota del adelanto del niño según vaya mejorando. Después de orar mucho, discutirá este asunto con los padres. Seria de grande utilidad si el maestro presentara a los padres algunas sugestiones definid is; pero debe estar listo para modificarlas, si cree que es necesario hacerlo, al discutirlas con los padres. 7. Deben discutir juntos las condiciones existentes en el departamento pero no para criticarlas. Es de suma importancia que los padres y los maestros conozcan ampliamente el programa de la iglesia, y procuren hacer su parte en el desarrollo del mismo sin criticarlo. Recordarán que un niño en particular que asiste a la escuela dominical pertenece a un grupo, y que sólo teniendo una actitud correcta hacia el programa general, podrán ayudarle a vivir y a trabajar en armonía con los demás en su departamento. 8. Ambos deben estudiar el crecimiento y el desarrollo del niño. Para alcanzar esta meta pueden utilizarse algunos medios: Las padres y los maestros pueden leer las mismos libros en relación ccn la educación del niño. Cada padre puede donar una pequeña cantidad para la compra de un libro, y después de que un grupo lo haya leído podría ser donado a la biblioteca de la Iglesia. Después de que cuente la biblioteca con algunos libros que hayan sido donados o comprados por la misma iglesia, deberán ser usados. Puede hacerse propaganda desde el púlpito, a través del boletín de la iglesia o el tablero de anuncios, o teniéndolos disponibles en un lugar cerca del departamento de cuna u otros departamentos de niños. Los padres y los maestros deberán poseer algunos libres. El pastor les podrá recomendar algunos que les sean de utilidad y podrá nombrar a alguien que se encargue de pedirlos. Con mucha frecuencia los más activos maestros ven anunciado algún libro nuevo en alguna de las publicaciones de la Casa Bautista de Publicaciones o de otra librería y están casi seguros de que lo comprarán, PERO, por un motivo o por otro, nunca lo hacen. Muchas veces se debe a que no tienen tiempo para hacer el pedido y por esto los padres se sienten muy contentos de pagar el costo del libro cuando saben que hay alguien que esté dispuesto a pedirlo y a entregárselo cuando llegue. Los padres y los maestros se beneficiarán grandemente al leei hojas suletas, folletos o libritos que tratan de la educación del niño. Algunos de estos folletos pueden .ser distribuidos después de que se haya presentado un sermón con relación a este importante tema. Estos pueden ponerse en un lugar accesible para que los padres y los maestros puedan llevarlos a sus hogares. Los maestros pueden Influir en los padres para que sientan el deseo de aprender más tocante al crecimiento y el desarrollo del niño. Al visitar a los padres, los maestros pueden obsequiarles revistas o folletos y conversar con ellos tocante a ciertos puntos o artículos que se hallen en dichas publicaciones y que sean de utilidad para los padres. No podrán Insistir para que los padres, quienes tienen muchos otros deberes, lean demasiadas artículos al mismo tiempo. Más bien, procurarán guiarlos para que deseen leer más, haciéndoles ver que lo que han leído les ha sido de grande utilidad. Si; los padres y los maestros trabajan juntos para guiar a un niño, y al trabajar, vivir y pensar juntos, el com-pañ'.rísmo se hace más agradable día tras dia. Se ha escrito sobre muchos temas, pero muy poco se menciona el papel importante que el deporte desempeña entre los hombres de toda Iglesia. Permítaseme escribir algunas sugerencias, emitidas personalmente a algunos. Primeramente debo hacer la aclaración de que mi deseo no es el de indicar que debe haber una "iglesia deportiva", ni tampoco pretendo eliminar las demás actividades de la iglesia mucho más importantes que el deporte, el cual viene siendo una cosa secundaria. Dejo en claro que este es un punto de vista personal y nada más, y que trato de hacer ver a nuestras Iglesias el modo de atraer jóvenes y caballeros a fin de ganarlos para Cristo, por medio de las actividades sociales y deportivas en este mundo de tentaciones y pensamientos veloces. ¿QUE DICEN? 1. ¿Qué dice la Biblia acerca de esto? Citemos las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 3.16, 17: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es." Estos versículos muestran a primera vista que el hombre cristiano debe ser puro interior y exterlormente. El conocido pintor Sallman, autor del cuadro de la presencia de Cristo, lo dibuja como el hombre perfecto, tal como es. También leemos en el libro de Daniel el relato de cómo los jóvenes cristianos aventajaron espiritual y físicamente a aquellos que malgastaron sus horas en embriaguez y comidas opíparas. 2. ¿Qué dirá la iglesia? En algunas Iglesias bautistas se da poca atención a la juventud en cuanto a cuestiones deportivas con el fin de alejarlos de las tentaciones y distraerlos física y mentalmente. Algunos dirán: ¿acaso es más importante el deporte que la visitación o la predicación? Rotundamente no. El deporte nada tiene que ver con estos ministerios sagrados. La intención principal de promover el deporte entre los jóvenes en las Iglesias es alejarlos precisamente de otras cosas que podrían enfriarlos y alejarlos definitivamente de la iglesia. Esto es asunto secundario, pero no hay que descuidarlo. 3. ¿Qué dirán los demás? Sin duda harán comentarios favorables. No hay nada más hermoso en una iglesia bautista que una juventud laboriosa, lista para la obra del Señor, una juventud sana y alejada del mundo, porque en su mundo espiritual ve la gran diferencia existente. En esto juega papel decisivo el deporte, aunque muchos opinen lo contrario. Hágase la prueba y verá. ORGANIZACION 1. Campos apropiados. Parecerá un proyecto alocado, porque se piensa que se requieren gastos, los cuales no son elevados y algunas veces ni se hacen. Citemos el caso de una Iglesia bautista en la ciudad. Posee una cancha especial para Jugar basket-bal!, tennis y volley ball, y un salón de juegos de mesa. Pero para jugar fut-ball, ¿cómo hacen? Por lo general en todas las ciudades hay campos de propiedad oficial y privada, y todos los sábados en la tarde después de la visitación se ocupa alguno para jugar fut-ball, y lo mismo para el base-ball. 2. Días apropiados. Como muchos estudian y algunos trabajan, los sábados en la tarde es el día más apropiado para practicar los deportes, y muchas Iglesias efectúan sus reuniones sociales los sábados por la noche. Hay que buscar días que no estorben las actividades importantes de la iglesia. Tenemos entendido que el domingo es el día del Señor y por lo tanto este día debe exceptuarse. Se podría escoger un día de fiesta nacional o religiosa para salir a practicar los deportes, lo cual es mucho más conveniente que quedarse en casa perdiendo el tiempo ociosamente. Tanto en las reuniones sociales como en los deportes pueden participar adultos, jóvenes y niños de ambos sexos. Para coordinar estas actividades se pueden celebrar reuniones mensuales. RESULTADOS 1. Hay muchos casos reales. Algún joven es convertido, se hace miembro de la iglesia y todos esperan un cambio completo de su ritmo de vida llevado antes de convertirse. Empieza a ser fiel y va comprendiendo poco a poco la vida cristiana. 2. Si este joven no encuentra distracción social, amistad y compañerismo entre los creyentes sentirá una decepción. Si no encuentra algo que satisfaga sus necesidades para vencer las tentaciones que siempre lo rodean, caerá en ellas. El deporte acompañado de una enseñanza cristiana profunda le harán olvidar por completo todo lo apetecible del mundo, y su fe crecerá. 3. Muchas veces al joven no se le atrae invitándolo a asistir al templo para escuchar sermones y admoniciones. Hay un método más convincente: nuestro testimonio, nuestro interés por él y las ventajas espirituales que ofrece ser discípulo de Jesús. Se le Invita al templo, halla la verdad por medio de la fe, se hace miembro por medio de la ordenanza del bautismo, pero no podemos dejarle asi nada más. Su vida anterior siempre repercutirá en su mente y lo atormentará, sentirá deseos de volverse. No solamente necesitará nuestras oraciones, sino conocimiento integro de lo que es ser cristiano. Hay que hacerle olvidar su vida pasada con nuestra amistad y nuestro ejemplo; y con los ratos sociales que siempre recordará, y el deporte como medio de atracción, es difícil que se "enfríe". EDUCACION Y DEPORTE En casi todas las iglesias bautistas, en los países donde la ley lo permite, hay planteles de educación secular. EL PROMOTOR DE EDUCACION CRISTIANA