ARTILLERÍA ITALIANA. Cañones italianos en el momento de disparar. gó: con el advenimiento al trono de Austria de José II. .nonarca de sentimientos generosos j amantes de la libertad de todos los pueblos. En esta época de su historia, fué la 'escuela más ilustre de la1 astucia y de la diplomacia en Europa. Confió a la inteligencia, lo que no podía alcanzar . ^el^póder de su fuerza; Sacudir el odioso yugo de Turquía. Ningún pue-, 1ilo supo glorificar a sus .héroes como esta singular Nación su Jorge Ka-rageorgwich héroe nacional por excelencia. y deificado en el altar de la patria servia como su único Dios. Su graií pátnótismb. como la fé. hizo el milagro de convertir el tirano Milosch. en apóstol mártir y redentor. Milosch. con la paz siente la nostal gia de su pasado y el pueb'o. solo, lo destrona en 1839. Le sucede Milano alma podrida que no conoce la virtud que es amoral y mancha en st|s sienes la corona, que ooot° pasa a las de su cuaquéxico .hijo Mi-Kuel Y. en estas horas supremas de desgracia. Servia, en que sus destinos yacen regidos por imbéciles monarcas, vuelve a sus ojos nuublados por lágrimas a su Miilosch en 1859. para yue su nombre glorioso sirviera de bandera, y su pecho de escudo a la zarpa sangrienta-de Meternich. que amenazaba desgarrar el corazón dcsven- ■ U ratio de la Servia. Milosch, se restituye a su amada, pa ■ tria pero cargado de años, achaques y dolores y deposita la corona con mano temblorosa en las sienes deprimidas de su estulto hijo Miguel, que ño sintiéndola segura en sus sienes, la arranca de ellas para* entregarla sin gloria y sin honor al fatidico Milano, monarca envilecido y degradarlo, que hizo un feudo de su patria, y convirtió en "vasallos a sus desventurados compatriotas: hasta que un dia resol- FLORES. HIERBAS Y BANDERAS „„ vio vender su cetro y su corona, a su 1 hijo, el célebre Alejandro, último Obronewich, y vastago de una raza degenerada y decrépita, que halló sufllr muerte trágica en brazos amorosos de la infortunada Draga, en 1903: ocupando el trono de Servia. Pedro Ka-rageorgewich. descendiente del gran Jorge, héroe nacional, que supo morir aí pie de Ta enseña patria y descansar al lado de. adorados despojos^ mientras que su recuerdo vive en la merhoria de su pueblo. Pueblo pequeño, por su extension, pero grande por sus virtudes de amor a la libertad, a la justicia y al trabajo fecundo y redentor. Quizá los últiigos cañonazos, que suenen en las orillas del Danubio, sean las salvas, que anuncian al mun d.» civilizado: ‘ El despertar de la Gran Servia." " José Manuel BADA. Al salir de* su casa, el vecino ele l.omlres debe hacerse las siguientes preguntas: -—¿A quiénes me tocara ayudar hoy. ¿A los belfas o a los polacos? ¿A los servios o a los rusos? ¿A -las viudas <> a los huerfanitos? ¿A los heridos