ESCUELA DOMINICAL 81 7Tlaesb,o en su íabotatoVio Adaptación de un articulo escrito por Samuel Deulojeu P. No siempre tiene el maestro un rincón, una mesa o un lugar que le sirva de laboratorio para la preparación de su lección. Muchas veces dispone solamente de una mesa en la cual extiende sus materiales para iniciar la preparación de la tarea que tiene en la escuela dominical. A ese lugar donde el maestro medita, ora y planea el desarrollo de su futura enseñanza, es a lo que llamamos laboratorio. Terminada la sesión de la escuela dominical, el maestro comienza inmediatamente a pensar en la lección del siguiente domingo; trata de buscar la dirección divina para que la lección próxima sea meior que la anterior; en otras palabras, está preparándose espiritualmente para otra batalla. En su laboratorio ora. lee el pasaje bíblico de la lección, piensa en cómo va a dar dicha lección, el método que va a emplear, la enseñanza que va a hacer resaltar, los materiales que necesita para hacerla vivida e inolvidable: las palabras que va a usar en la lección y el pasaje que va a emplear para llegar a lo profundo de las almas de sus alumnos; ora por ellos, destinando para cada uno una parte interesante, una enseñanza, un llamamiento. I. Instrumentos del laboratorio. ¿Cuáles son los instrumentos que el maestro puede utilizar para ayudarse en la preparación de la lección? Los instrumentos que necesita de acuerdo con el material, el texto y el contenido de la lección son: Biblia con notas, diccionario bíblico, concordancia, atlas bíblico, diccionario español y comentarios biblicos. 1. Biblia con notas. El maestro toma el pasaje de la lección lo busca en su Biblia con notas, allí lee todo lo que se relaciona con el pasaje, lee todas las llamadas y todas las notas que se refieren al pasaje. ¿Por qué hace esto el maestro? Lo hace para lograr que el mismo pasaje se interprete a si mismo; para que la misma Biblia le dé el objetivo de la lección, la meta que se puede lograr, y también para conocer mejor lo que dice el Libro de los libros. 2. Concordancia bibllca. Para tener luz sobre el pasaje, el maestro recurre a su concordancia en la cual encuentra los pasajes relacionados con el de la lección, con lo cual puede tener una comprensión más amplia que encierra el pasaje biblico que se estudia. 3. Diccionario español. 16 Las palabras desconocidas o de significado dudoso que se encuentran en el pasaje de la lección han de buscarse en el diccionario, porque a veces se les da a tales palabras un sentido distinto del que le dieron los traductores. Por no conocer el significado correcto de algunas de las palabras que se mencionan en la Biblia muchos propagan interpretaciones incorrectas de algunos pasajes. El maestro busca en su diccionario las palabras dudosas para tener un concepto claro y un significado exacto de las palabras del Libro de Texto, y para poder verter el pasaje biblico en palabras sencillas al alcance de la mentalidad de sus alumnos. 4. Diccionario biblico. No es suficiente saber el significado que el diccionario español da a la palabra, sino que hay que saber qué significado tenia en los tiempos biblicos. y lo que entonces quería expresarse con tal frase u oraciones. Para esto emplea el maestro el diccionario biblico. Al mismo tiempo, el diccionario biblico le ayuda a conocer el fondo histórico de la lección, las costumbres, las formas de vivir, la forma de expresión, y de este fondo histórico va surgiendo la lección como una verdad que viene de la eternidad y que va para la eternidad. 5. Atlas biblico. El maestro recurre a los mapas biblicos para buscar el lugar donde se desarrollan los acontecimientos de la lección. Es importante que el maestro sepa en qué lugar aconteció lo que va a enseñar, pues las condiciones geográficas tienen mucho que ver con el carácter de los hombres y los hechos que éstos realizan. La geografía biblica viene a ser el complemento de la lección, le da color, le da vida y le proporciona un fondo apropiado. 6. Comentarios biblicos. Los comentarios biblicos presentan a los personajes que se mencionan en el pasaje, asi como a los escritores de él como hombres iguales a nosotros; y al conocer a los personajes, sus costumbres y sus rasgos fisicos, puede entenderse mejor el pasaje, y puede formarse una imagen mental de los personajes, de los hechos, y de las escenas de que se trata. II. Finalidad de los instrumentos. Los instrumentos antes mencionados asi como láminas de las épocas bíblicas, de las monedas, de la ropa, de las casas, etc., ayudan al maestro EL PROMOTOR DE a presentar con fuerza dramática la lección que va a enseñar, y el pasaje que va a considerar. Además de lo interesante que resulta una lección biblica cuando se presenta su fondo geográfico e histórico, los alumnos pueden verla tan llena de vida que les habla en un lenguaje claro que ellos entienden, y por lo tanto pueden comprender mejor lo que Dios quiere que aprendan de ese pasaje. Si se tiene un dominio completo del pasaje biblico, y se entiende éste con claridad, la enseñanza resulta dinámica y es como agua clara que se da al sediento y que por ser tan fresca y agradable pide más y más, ya que la sed de cosas eternas es también eterna. III. Cómo usar esos instrumentos. He aqui el quid de la cuestión: El maestro está en su laboratorio y ante él están los instrumentos que necesita usar, y se pregunta: ¿Cómo los usaré eficientemente? El maestro ha leído ya el pasaje de la lección y encuentra en él algunas palabras cuyo significado desconoce, o cuyo significado es dudoso, por lo cual las busca en el diccionario español. Toma la concordancia para buscar algunos pasajes relacionados con el que se estudia, para aclarar más el pasaje de la lección, y de esta manera encuentra algunos datos en los cuales no habia pensado. Toma también el diccionario biblico para consultar en él algunas expresiones desconocidas. Si no tiene atlas, puede buscar el lugar geográfico, las costumbres de esa época, etc. en el diccionario biblico para entender mejor el pasaje. En cuanto a comentarios biblicos hay muchos, por ejemplo la serie del Dr. Carroll, la del Dr. Rawlinson que tiene fondo histórico. Al terminar de leer lo que dicen estos comentarios en cuanto al pasaje de la lección, el maestro ya tiene bien preparada la parte biblica de ella. El maestro que además de la preparación mencionada anteriormente ejemplifica con su vida la enseñanza que expresa con sus labios no perderá a sus alumnos. IV. Qué preparación necesita realizar. De la lección que le trae la revista o el libro que le sirve de guia brotan varios propósitos; ¿Cuál de ellos va a llevar a su clase? ¡Ah! Se ha olvidado de sus alumnos. Ellos son el centro de todas sus actividades didácticas; tiene que pensar en ellos al seleccionar lo que va a ser motivo de adiestramiento; pensar en cada uno como individuo, no en todos como grupo. Luego pensará en los métodos o en 1?Q formas que va a usar para realizar cabalmente el fin que se ha propuesto. ¿Cómo motivará la clase para que el interés de los alumnos no decaiga? ¿Qué hará para que los alumnos tomen parte activa en la clase? ¿Qué pregunta hará para que los alumnos piensen? ¿Qué material deben aprender de memoria? ¿Qué material ilustrativo o visual empleará para EDUCACION CRISTIANA que vean la lección? ¿Qué hará para que puedan los alumnos vivir las enseñanzas que son objeto de la lección? Estas y otras perguntas vienen a la mente del maestro de la escuela dominical cuando está preparando su lección en su laboratorio. 1. El alumno. Bien dijo el escritor Amos R. Wells: "Hay que pensar más en lo que reciben los alumnos que en lo que da el maestro." Este es el secreto del éxito. Pensar en el alumno y preguntarnos: ¿Me gustaría una lección que no apelara a mis intereses y necesidades? ¿Prefiero un discurso o una lección? Si cada maestro se pone en lugar del alumno y hace el plan de la lección de acuerdo con esos intereses, la lección está salvada. El maestro debe leer algo sobre las características de sus alumnos, y después tratar de descubrirlas en los que tiene en su aula; aquel es nervioso, el otro sereno, aquel se duerme o su mente divaga, el otro cuando pierde el interés hace preguntas vagas, o no sabe qué contestar cuando se le pregunta algo. Al tener presente estas ideas el maestro está en disposición de continuar la preparación de la lección, ya que en la preparación debe tener en cuenta las necesidades y los intereses de los alumnos procurando adaptar esta enseñanza a las necesidades de su grupo. 2. Propósito de la lección. Muchas veces sucede que una lección tiene varios propósitos; pero la revista del maestro sugiere otro propósito que no es de interés para los alumnos que el maestro tiene. La escuela dominical es para enseñar la religión al alumno, y naturalmente lo que interesa es el alumno, por lo tanto el propósito de la lección debe tener su origen en las necesidades y capacidades de los alumnos. En tal propósito, el maestro tendrá en cuenta el contenido de la lección y el resultado que desea obtener de los alumnos. 3. Motivación de la lección. Viene en seguida otro problema: ¿Cómo empezar? ¿Con qué palabras se introducirá la clase a los alumnos? ¿Qué ilustración podrá usarse para motivar la lección? La motivación es el medio que se utiliza para presentar la lección al alumno de tal manera que él considere que dicha lección es parte de su vida o es el relato de una escena que él ha presenciado. Es un medio de atraer la atención y despertar el interés, dicen algunas obras metodológicas; pero es aún más: es arraigar la enseñanza de la lección en el corazón del alumno de manera que alumno y lección formen una unidad. Para motivar una lección se comienza con algo que el niño conozca bien, ya sea un relato, un cuadro, un incidente, o un recuerdo. 4. Cómo tomará el alumno parte activa en la lección. 17 í ) >i lum