430 . ' ’MISIONES DE LA Carta de, Mr/Dauelu-i;. -másicmero upoatolim. á-uito d» sus compañeros. v. Burikool 18 de Julio de 1846. Muy señor inio y amado compañero: Vd. quiere que le envie algunas notas sobre la Corea, pero no considera que para satisfe.tíe'r sus deseos Se necesitaría una obra entera. Por otraiparte, ¡qué es lo que puede decir uq pobre misionero que apenas hace diez meses que se halla éii este pais, rodeado de infinitas ocupaciones! Cómo quiera que sea, debo corresponder á la amistad cuanto antes, no sea acaso que me - prendan de un momento á otro. Solo siento que-tendré que ser demasiado: lacónico, y que en lo que voy á decir, qúizás se deslizará algún yerro, bien que involuntariamente. La Corea es un pequeño reino, euya poblacion no conocemos esacta-mente; que" indican nuestros libros europeos. Sega» eicensosQe-lír^,'4afca'pital tiene-43,911 casas y 190,027 almas;-en las-proviñuiñs hay l,6g8,4-ia''casas y-7^1'52j33'4'Vécinos, cuyo total’asciende á 1,737,325 casas y 7,342,361 habitantes.-- Dicen qué-‘en eaté iTÚmero no están comprendidos muchos ind ígenas: pero no creo que las omisiones que haya podido haber, alcancen la- stimá:- de diez millones- En el mismo censo se hace mención de cuatrocientos cincuenta ancianos que él rey mantiene. A los octogenarios pobres se* da cada año cinco medidas dé arroz, dos de sal y dos peces. Con una de éstas medidas un anciano puede mantenerse tinos diez dias. Hay un documento oficial mas reciente que divide la población en 3.595,880 hombres y 3,745,481 mugeres. ? \ ; Este reinó sé'góbienia pqr sí solo; y: no se sabe positivamente, si es ó no tributario de la China. Todos los años pasa á Pekin ima diputación entdos distintas épocas, la una para ir á buscar el calendario, y luego por año nuevo para ofrecer sus homenages al grande emperador del Célele‘Imperio, y ofrecerle varios regalos. Ignoro cuál sea el objeto polí-ticorde^^tas-émbajadas, y aunque hay quien asegura que la Corea es enteramente independiente, soy de parecer que no deja de estarle algún tanto stiinisíLmegun vamos á ver; si bien es de notar que en el fondo el gobierno obra-'c i entera libertad en la administración interior^ dé manera qm .piellasimuestras de servidumbre es cosa de poca trascendencia. La Corea se“áiv' en ocho provincias, cuyos nombres son los siguientes; 1. ° Hang-kió^, cuya capital es H’ambeung. 2. / Pieugn-an, su capital Pieugn-hang.. 3. ° Hoáng-hai, su capital Hái-tsieu. 4. ° Kang-hceum, su capital Hoeun-tsiu. 5. ° Kiang-ke, sú, capital Han-iang, ó Seoul, que es tambien la capital de todo el reino. 6. ° Tsong-tsiang, su. capital Kong-tsin. ^P Kieug-sañg, su capital Tai-k-u. 8. ° Tsculla, su capital Tsien-tsiu. ■' ' ■ ■Al frente del pódefá^iy un rey, cuya autoridad es absoluta Cuentan que en cierta ocasionflia^éndb orderiado á1 uno de sus ministros que se