DE . LA'RELIGION-. 291 lar esa in fluencia saber.que puedeiíiyivirbajo un techo en paz y armonía hombres.de diversos partidos^^i^ieos; que no es raro encontrar dos hermanos que se amen y dñt^^yeiysus opiniones políticas, y que algunos casos se presentan de-pgrsonas reñidas por sus ideas en política, y ligados con vínculos muy/estreclios; pero que ni el amor paternal aplaca la ira contra uh hijo qne sigue diversa reli-gion, ni los lazos del matrimonio se mantienen cuando los consortes discrepan en puntos de creencia religiosa, ni pu^^^priseryarse unidos los amigos que llegan á dividirse en el míxIoqd^^QEí1? A Dios. Asq pues, si entre los mexicanos muy divididos .y^séfcestaí bleciere la tolerancia de cultos, es seguro que se habrá encendido la tea de la discordia, que recorrerá todos los pueblos, penetrará en el interior de las familias, y consumirá el único lazo firme de union que ecsiste entre los mexicanos por la Religion católica. Hoy en los debates/ electorales solo se difiere por la diversidad de las opiniones políticas del candidato; después discreparán los electores por la diferencia de religioic hoy se levanta ima:sedición popular para derrocar un gobierno,: porque declina á tal ó cual partido;, después algunas revoluciones tendrán el pretesto de las creencias religiosas de los gobernantes: ahora se increpa á un Ministerio-porqué es retrógrado ó demasiado liberal; después se le vituperará porque es católico ó protestante; y el efecto que tales alegatos harán en la multitud, solo puede considerarse reflecsionando que la fibra mas delicada de los hombres es la de la religion, que por ella se animan hasta los ancianos, toma parte el secso femenino, y se conmueven todos, los ánimos. ¡Oh, qué imprudencia será querer curar las heridas que ha causado la. discordia civil, fomentándola, llevándola al mas altq gradé: á que puede llegar, conduciéndela al punto de .hacer freneticppAilos. hombres y á los pueblos! Esta desgraé-iada República, Si'. Exmo.., -se halla consumida porque sus. hijos se han destrozado unos á otros: esta cara patria de los mexicanos está hundida en la miseria, porqueasus hijosmunca han querido tratarse como hermanos, sino como.eneniigps: esta Nación, digna de una alta esfera, se ve humillada y abatida porque sus.hijos en vez-de procurar su engrandecimiento, han plyidado la moralidad y la justicia; y ep tan lamentable estado, en vez de proclamar union se.quiere crear el mas fecundo germen de discordia; y en vez de, gritar a los mexicanos que.se estrechen para hacerse fuertes, se ponen en choque sus conciencias cuando la Nación .clama para que reformemos nuestra vida y sigamos las lecciones .de una moral pura que nos liberte de nuevas hpmillaciones y desdichas: entonces la ley va á abrir la puerta á lodos los errores y desórdenes de tantas sectas im-