Nifia Adriana Junco de la Vega de Monterrey,. N. León.
Los Luchadores.
Soneto.
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Tranquilo el corazón; y en las cimeras la altivez del penacho de Cyrano escalan con aliento soberano,	i
el más alto bastión de las trincheras.
La generosa sangre, en torrenteras, baja y fecunda la aridez del llano;
y flota arriba, en victoriosa mano, el (jivino pendón de las quimeras!
Al chocar de los fúlgidos aceros, alientan inmortales esperanzas, y se alzan fuertes a los golpes fieros,
Y el sol muricnte, en rojas lontananzas, enciende, con sis rayos postrimeros, una estrella en el hierro de las lanzas!
MARIANO VIESCA ARIZPE.
Recuerdos imborrables de los dias felices que pasaron, como en ondas los perfumes que nacen en las ÍMin<Jas¡1 y se pierden en tristes lejanías. "
Encanto de las muertas! alegrías1,	'-i"1
que el alma me embargáis intensas y hondas* ... Esparcios en mi espíritu, Cuál rondas de pájaros en tétricas umbrías!.
En medio del cansancio y del hastio de mi vida sin fé, trisie y obscura, ■ t >>■ «: • herida por amante desvario; •	:
-i/i ,	: -ij-i ....	.
llegáis a mí, memorias de-ventirrá, como al fondo de un páramo sombrío- i ■■■ i -•I. llega un rayo de sol desde la altura!
MARIANO VIESCA ARIZPE.