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REVISTA EVANGELICA
Marzo
la tierra, y más ancha que la mar. Si cortare, o encerrare, o juntare, ¿quién podrá contrarrestarle? Porque él conoce a los hombres vanos: ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso?" <Job 11:7-11). Pablo, después de profundizar el asunto de la elección, más quizá que cualquier otro, terminó con la exclamación: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿o quién fue su consejero? ¿o quién le dió a él primero, para que le sea pagado? Porque de él, y por él, y en él, son todas las osas. A él sea gloria por siglos" (Rom. ll:33-36i Aceptemos, pues, sin jactancia y con devoción y gratitud, nuestra elección, si acaso somos de los escogidos. Seamos humildes y sumisos. Dios* es soberano, y en su reino no caben los orgullosos, los altivos, los vanidosos.
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Reconozcamos Nuestras Limitaciones
Hace muchos siglos vivió un sabio poeta y filósofo griego, de nombre de Simónides. Como se consideraba como uno de los hombres más sabios que jamás había vivido, vinieron de todas partes para escuchar su instrucción. Un día, le preguntaron; “Simónides, ¿qué es Dios?" Contesto: "Dejadme un día para pensarlo." Volvieron al día siguiente, insistiendo en su pregunta. Simónides les dijo: “Dadme una semana para meditarlo."
Al cabo de la semana, vinieron de nuevo, preguntando: “Simónides, ¿qué es Dios?” El sabio contesto "Dejadme considerarlo por un mes.” Y se fueron, para volver al fin del mes, haciéndole la misma! pregunta. Esta vez, les dijo, cesito un año para estudiarlo. , Y| se dice que pasado el año, vinieron otra vez, preguntando: “Simonides, ¿qué es Dios?" Y contestó: "No estoy más cerca de-una conclusion que cuando^ primero empecé a pensarlo. Yo nol puedo decir qué es Dios."
Hay mucho que el hombre finito no puede comprender. Es locura pretender saber lo que está oculto. Bien podemos investigar todo, pero siempre tomando en cuenta que sólo las cosas reveladas nos pertenecen, mientras que las ocultas son de Dios La razón humana tiene sus limitaciones: sólo la fe puede volar hasta las alturas más sublimes, y entender mucho de lo que la razón no puede alcanzar. Poi la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra) de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía” (Heb 11:3). En realidad, la filosofía de Lincoln es digna de ser recibida de todos: “Reciba usted todo cuanto de este libro pueba por la razón, y lo demás por la fe, y vivirá mejor y morirá más feliz al fin."
Cuando Jesús maldijo la higuera estéril, y se secó, los discípulos no pudieron entender lo que para ellos fue un gran mis terio. Luego preguntaron al Se ñor: “¿cómo se secó luego 1¡ higuera?” El les respondió: “D