objeto que lo hicieron nuertro» co-1 ea» solidaridad Infame, y h relejan, rrellglenarloa de Oaxeca, e*to ea, e» cierto, lo» laso» que unen eetrt-par» que la deehotira de Pimentel chámente 4 loe bribonea que noe gobiernan. Pimentel ha satisfecho au capricho. La» virtudes de loe ciudadano» destituido» eran un estorbo en a* edmlnietraclón de rapiña. Sólo los bribonea como Esperón y de la Flor, lo» mocho» como José Iné» Dávila, los a he si no» como Tirso Inarreta. lo»jueces venales como Pedro. Camacho pueden ser los Instrumento» de un jesuíta minado por lo» vicios como el Gobernador de Oaxaca. Que sigan adelante los miembros de la “Asociación Juárez.” No hay que retroceder ante la cruzada brutal iniciada por el ciewtífue sátrapa. Para llegar al triunfo es preciso recorrer un camino sembrado de espinas. ¡Ah; pero el día de las represalias! ............................ rrellglenerlon de Oaxece. ente ee *ca ampliamente conocida, hasta en el extranjero. El documento, por sí solo, prueba, mát de lo que pudiéramos probarlo nosotros, que nuestro Gobier no es intransigente y estúpido. Desde el momento en que un ciudadano entra á ocupar un puesto públi co, los tiranos consideran que dicho ciudadano nose pertenece y que ee-' tá incapacitado para analizar los actos de la administración pública. Tan inmoral consideración ha dado origen á esa pasividad porcina que se observa en la mayor parte de los empleados de la administración. Cuando á alguno» de eso» indivi- ; duos se les requiere para qne emi-\ * tan su opinión sobre la marcha de los asuntos público», la a1 arma se pinta en sus semblantea y responden á grao prisa: Mnada puedo decir; soy empleado del Gobierno.” Considera, pues, el empleado, eu virtud de la pésima escuela de la tiranía, escuela de degradación y de envilecimiento, que su calidad de empleado le veda el inmiscuirse en los asuntos políticos de su Pa tria y aun le quita el derecho que la Constitución le otorga de pensar •y de emitir libremente sns ideas. La Constitución no hace excepción de ninguna clase. Las garantías que otorga para la libre emisión del pensamiento, no tienen otras limitaciones que las marcadas expresamente: respeto á la vida privada, á la moral y á la paz pública. La Constitución no impide, porque no puede hacerlo, que los empleados manifiesten sus ideas. Se ve, pues, que Emilio Pimentel que es abogado y que por lo mismo debería conocer la ley, la desconoce, ya sea porque los vicios le hayan inibecilizado, 6 bien porque por mala fe, y esto es lo mas ' probable, finja desconocer tan elementales nociones. Los empleados no tienen, pues, el deber de permanecer mudos respecto de los asuntos políticos y sociales. y tieeen el derecho, como cualquier ciudadano de manifestar sus opiniones favorables ó desfavorables al Gobierno. En ejercicio de ese derecho escribieron los Sres. Lies. Heliodoro Díaz Quintas é Is- un pueblo culto, de robustas yen-i periódico “Él Bien Público." Los empleados, por otra parte, no son esclavos del Gobierno, sino servidores de la Nación ó de los Estados ■ Por lo mismo, no deben gratitud alguna al Gobierno sino respeto y atención al pueblo qne es quien paga los servicios públicos Como servidores del pueblo, estaban obligados los Sres. Lies. Helio-doro Díaz Quintas é Ismael Puga y Colmenares á poner todas sus energías al servicio del pueblo y no al servicio de Emilio Pimentel, que térrito el triunfo de su causa, en es uno de tantos verdugos del pue -blo. El acuerdo de Emilio Pimentel responde bien 4 los fines despóticos de nuestros gobernantes. La alta» nería que campea en ese documento oficial es irritants. Loe documentos oficiales deberían distinguirse por A ui * • animado de nobles entusiasmo* y su mesura, por su comedimiento; J i pero los déspotas no tienen el me- °c nn va^or avasallante, y del ¡ ñor respeto á la sociedad y la ofen- otro, la Dictadura intransigente, den. Pimentel se muestra agresi- aferrada á su sistema secular y ' vo, violento, colérico. ¡ Las orgía» odioso y dispuesta á ahogar toda repetidas producen gra* nerviosidad! Pimentel habla en sn documento de subordinación. ¡DJD! Suplicamos á los Sres. Francisco Cabrera Uribr, de Orizaba, Ver., Angel Vega, de México, D. F., y Marcos Rodríguez, de Orizaba, Ver., nos envíen á la mayor brevedad la cantidad que adeudan por ejemplares que como Agentes recibieron para su venta- A nuestros Agentes en general, suplicamos se pongan al corriente en sus cuentas durante el presente Julio, para no vernos en elpenoso caso de cobrarles por medio del periódico. Adhesión á los coahuilenses El partido que se opone á la reelección de Miguel Cárdenas,! cada día se robustece más con el el contingente de nuevas energías qne se aprestan á la lucha. Los coahuilenses constituyen mael Puga y Colmenares el viril noblecedoras aspiraciones, cons-cíente de sus derechos y enamorado de un ideal excelscwla libertad. Un pueblo dotado de esas vir- | lude», ng puede tolerar que se le envilezca ni que se le impongan odiosas opresiones. Por eso lo vemos hoy erguirse soberbio ante las fuerzas temible» de la Dictadura y disputar imper XeGINXM ACION. El Ahí íe Rivero Eclieam —i L/l LEPRA Dfi TAMAULIPAS El Estado de Tamaulipas no es ahogarla un poco había nido pre-una excepción en la orgía de cri. ci*o poner á alguno* en libertad, men y pilláis á que se entregan desenfrenadamente los actuales bsrnador, es un ignorante en De gobernantes de nuestra Patria. Por el contrario, Tamaulipas puede figurar entre las Entidades más azotadas por la tiranía imperante. Pedro . Arguelles ha resultado nn digno servidor de la Dictadura; hace todo lo posible por arruinar á los tamaulipecos, agobiándolos con todo lo que constituye el despotismo en sus más descarnadas y bestiales manifestaciones. El nepotismo más repugnante caracteriza la Administración de Arguelles. Su cuñado, Carlos A. Passement, es Secretario de Gobierno; su hermano Adalberto J. Arguelles tiene cinco em píeos, de los que no atiende á ninguno; Manuel Arguelles, también su hermano, está colocado en la Tesorería General del Estado; sus hijos numerosos, disfrutan cada uno de tres ó cuatro empleos, con lo que tienen para dar continuamente bailes y fiestas de todo género en casas de mala nota, y vivir en perpetua orgía á costa de los contribuyente»; un hermano político de Arguelles tiene á su cargo el Archivo y á la vez la Biblioteca Pública en la Secretaría de Gobierno; sobrino del Gobernador es el Magistrado 3o del Supremo Tribunal de Justicia, que absol vió cínicamente, por consigna de su tío, á los asesinos de Rivero Echeagaray, y al principal responsable del crimen, Antonio Longoria; Longoria es también sobrino de Arguelles. Loa demás miembros de esta familia funesta están colocados en diver- I sos empleo», en las poblaciones I del Estado. L» Administración de Justicia está enteramente al arbitrio del Secretario de Gobierno, Passe-। ment, ti que los jueces y Magis- Cario* Arguelles, hijo del Go te que no concurre á 1» Legl*1a» tura. i El Visitador Político de Tata-pico, Antonio U, Ouimán, más conocido por Sabanitas; Individuo de malos antecedentes, pues robó al Hospital Civil de Matamoros cuando fué su Administrador v continúa robando donde quiera que puede hacerlo, también percibe sueldo de diputado, sin embargo de no desempeñar ese empleo desde hace más de tres años. Lo que dejamos referido no es sino algo de lo mucho que pudiera decirse de la corrompida Administración de Pedro Arguelles, el odioso asesino del periodista Rivero Echeagaray. - recho, pero sin embargo, gana todo» los negocio* que se le en-oonmiendan, y por tanto, tiene á su cargo los mejores, que son con frecuencia, los más injustos. Cualquier pariente de Arguelles que litigue por si 6 por otros en lo* Tribunales de Tamaulipas, obtiene indefectiblemente pronta y favorable sentencia; en cambio, los asuntos dirigidos por hombres independientes, no dan un paso. Manuel Arguelles, hermanodel Gobernador, cometió un infame desopojo con ayuda de la autoridad judicial. Pidió con cualquier pretexto que se le adjudicara un solar que por derecho y desde hace mucho tiempo pertenecía á una pobre anciana que en él tenía un jacal para vivir, y que no I contaba con más patrimonio que Cárdenas con ese terreno. No hay para que decir que la anciana fué despojada en provecho del infame Arguelles. Es reciente una hazaña rufianesca del Juez de Instancia, Teófilo Z. Garza. En pleno día se introdujo en la casa de dos señoritas huérfanas, pobres, pero de intachables costumbres, y con len» guaje de carretero lea reclamó— ¡parece mentiral—una gallina. No tenían ellas la gallina, y así se lo manifestaron á Garza. Este se re- ___ __ e tiró por lo pronto, pero luego huila bajo el caíifato“de Miguel volvió con la misma pretensión Cárdenas, de que le entregaran la gallina, y entonces las señoritas á quienes aquel Injuriaba, se vieron precisadas á tratarlo con la dureza que merecía. Furioso el Juez, mandó luego dos rufuane» á que amenazaran á las señoritas quet Cárdenas virtuoso La deaventura de un marido Loa periódicos que defienden á Miguel Cárdenas aseguran que el bribón gobernante es dechado de honradez. Para esos periódicos, nadie es tan virtuoso como ---------1 y traen á colación la borrascosa vida privada de Garza Galán para establecer un parangón entre ambos por el que se ve que Cárdenas carece de la disolución de aquel. Cárdenas es un tartufo, un jesuíta que hace víctimas de sus apetitos incontenibles á ciudadanos honrados que lloran su deshonra en el destierro, en las cárceles 6 en los manicomios, cuando no yacen bajo tierra asesinados por los rufianes del déspota.. La triste condición de los pueblos orientales fia-gelados por los sátrapas que no respetan hogar, ni patrimonio, ni honra, es la del Estado de Coa- Un honorable ciudadano, el Sr. Eélix García, soporta en el Hospital de San Hipólito, de la capital de la República, el más duro de los tormentos. Hace como ocho afios se casó en Saltillo el Sr. D. Félix García - - f con la Srita. Josefina Pereyra. x , . . De la unión resultaron dos niños 4 pesar de todo, no entregaban la que viven aún. De la unión resultaron dos niños Regeneración August 19th. IfMJfi. Subscription ratea: Per annum.........| a. 00 gold. Per 6 months. , , 1. 10 Director y Propietario: tiCAtoe riotee maoon. CONDICIONES: H*«OKXK*AC1OB|M Se taSHca >0. e*t*doe. El número suelto vale cinco centavo* oro *r o« toados Ur ido» del Norte y diez centavo* plata en U República Mexicana. ¿ Lo* precio* do subscripción eon como sirve: • En loe Estado* Unido* del Norte por tm seme*, tre, pero adelantado-$ ¡. ¡ e WOi Por un afto, paco adelantado 2. 00 ero. ' En la República Mexicana por un semestre. P«rt> adelantado--$ 2. 40 plata. ror un afto, pero adelantado 4.50 El cíenlo de ejemplares vale pera lo* Arente*: « República Mexicana.—-■ -En lo* Estados Unidos del Norte— Loa envíos de dinero pueden hacerse por Giro Poetal Internacional, por Exprees, en Billete, de Banco ó en Timbre* Postale,. $ 7. 00 plata. 3. OS oro. CION .. eervlr.n „,Rdlr ».g.r directa. Para iodo ajmnto dirtytree al Director. García y eunuco de Cárdenas, y desempeña el puesto de AGENTE DEL MINISTERIO PUBLICO para deshonra de la sociedad. Pereyra vive ebrio y es tan ladrón que ya es propietario de una casa situada en la ja de Bravo y ia déla Fuente, en Saltillo, siendo además, naturalmente, compadre de Mi-^uel ( árdenas, y, hasta cierto punto, cufiado, por las relaciones criminales del déspota con su hermana. El Sr. García se encuentra actualmente en el Hospital de Dementes de San Hipólito. Un Capí.' tán del Ejército, asegura quedu-rante el viaje fué hablando con el Sr. (/arcía, pudiendo comprobar que no estaba loco. Si en nuestra Patria hubiera an-toridades honradas, pediríamos que it sujetase al Sr. García á un examen médico. ¿Qué tendrán que contestar á esto los partidarios de Miguel Cárdenas? Va sabemos que nos van á cubrir de injurias. La verdad para los bandidos constituye una grave ofensa. . El hecho narrado da la medida de la maldad de Cárdenas, á quien sus eunucos llaman honorable, virtuoso, y modelo de ciudadanos y de gobernantes. El pueblo de Coahuila conoce bien á su tirano y por eso está decidido á no soportarlo más. Cárdenas no sólo es una ver-guenza para el Estado, sino para la Nación; pero de esa clase de hombres necesita Porfirio Díaz, porque ellos son los instrumentos obedientes que lo ayudan á envilecer al pueblo. gallina de la que ni conocimiento tenían; y por último uno de esos rufianes, criminal <__________ Malos negocios arruinaron com-। pletamente al Sr. García, quien excarctlado en busca de mejor fortuna emi-por el Juez para tomarlo á au á Sierra Mojada encontrando • 1». , empleo en una hacienda, á donde servicio, se introdujo en la casa llev¿ á BU CSFOea. de las citadas damas cuando una Una vez, la Sra. de García fué de ellas estaba sola, y la golpeó á Saltillo á pasar una temporada, brutalmente, y la hubiera asesi- 7 allí tuvo oportunidad de cono-nado si dos honrados vecinos no cerl» Miguel Cárdenas, quien la . . . „ . „ requebró de amores hasta lograr hubieran llegado oportunamente seducirla. Esas relaciones cri-para prestar auxilio á la indefen- rainales dieron su resultado, y en-sa joven. El agresor fué acusado tone es, Cárdenas, pensó en ocul-en forma, pero nada se le hizo, y continúa libre, al servicio del Juez Garza, qne lo utiliza para comí honra, y la pena qne su desgra-siones infames. H1 origen délos cia le produjo lo empujó á beber atropellos narrados, fué que las alcohol. Tanto bebió el Sr. Gar-señoritas de referencia habían ¡ cla a' 7 acudcn _ . • , . * i á comprar á Passement la sen- Bs imponente la lucha que pre- A .. T 1 tenciaque necesitan. Lo mis»o ’’ vende Passement la condena de . un inocente que la absolución de un criminal, y por las noches, va já la cárcel pública á concertar con los criminales el precio de su libertad. En Tamaulipas, sólo los criminales desafortunados, los pobre», son los que purgan sus delitos en la cárcel; los criminales ricos, los que obtuvieron de sus crímenes dinero suficiente para com prar la defensa de Passement ó de alguno de los hijo» de Arguelles, gozan de completa libertad. Gustavo Rodríguez cometió un asesinato proditorio y fué procesado; pero colmó de regalos al Gobernador, y salió luego en libertad, siendo á la fecha hasta compadre de Arguelles y hombre de Influencia en el lugar de su domicilio. Sin embarga, cara le cuesta la libertad á Rodríguez, pues abora es objeto de explota- senciamos: de un lado, el pueblo, resuelto á ejercer sus derechos, j manifestación de civismo. El pueblo lleva á la contienda, de subordinación. Era natural; nuestras leyes, por escudo, y desde que el Dictador se empeñó bajo sus pechos un corazón inacen convertir á la República en ... . _. . . . z...^ cesible al miedo; la Dictadura se cuartel, no ee oye hablar más que de sumisión y respeto á la autori- presenta confiada en su poder, dad, y en virtud de ese empeño se radiante de insolencia, y agitan-nos ha obligado a obedecer 4 han- do en son de amenaza, el ensan-grentado pendón de sus crímenes, Ide sus monstruosos atentado» contra la* libertades públicas. El choque será tremendo; pero el pueblo triunfará porque le asiste el derecho y porque cuenta con la fuerza, con la verdadera é indomable fuerza que es la del loa ciudadanos viriles vinculados por un ideal y no la aparatosa y fácil de domeñar que reside en las bayonetas mercenarias. La Dictadura tendrá que so-; meterse á las justas exigencias del pueblo coahuilense y dejarlo que elija sus mandatarios. Nosotros desde que se inició la campaña electoral de Coahuila, simpatizamos con los bravos hijos de aquel Estado filiados en el Partido Independiente é hicimos públicas nuestras simpatías desde las columnas de REGENERACION; hoy les enviamos nuevamente nuestras palabras de aliento y confraternidad para que no olviden que estamos pendientes de su labor emancipadora y dispuestos á arrostrar con ellos peligros y sacrificios. Bada, Texas, Agosto de 1905. Por el Club “Juan Antonio de la Fuente.H Bulalio Trevifio, Presidente. —Antonio Valdé», Secretario. didos que deberían tener la soga al | cuello. No hay necesidad de comentar el acuerdo de Pimentel. El sólo dice más de lo que se pudiera decir porque revela la arrogancia de los tiranos que se consideran intocables. La destitución de los honorables ciudadanos Heliodoro Díaz Quintas é Ismael Puga y Colmenares, los honra, porque eaa destitución significa que no se sometieron jamás á las exigencias de un gobernante odioso, sino que obraron siempre de acuerdo con loa dictados de su conciencia. .Un Gobierno honrado se alegraría de tener empleados como los ciudadanos á que nos referimos; pero nuestros gobernantes necesitan intrnmentos dóciles, bandoleros que se presten á todas las infamias, por eso no es destituido ningún Gobernador, parque todos ellos se plegan á las exigencias del octogenario r/ictador, y por eso no son destituidos los empleados inferiores, ni los jueces, ni los magistrados, ni los diputados, porque todos ellos han dejado la honorabilidad al firmar el primer recibo de pago, y no tienen otro pensamiento que el de obedecer ciegamente los caprichos de los sátrapas. Nada importa robar y matar; lo importante es ser obediente para que, como dice Pimentel. se mantenga la subordinación administrativa, esto es. esa so lidaridad que prodece el crimen en común, el robo en común, el despojo, el asesinato en común. El que es honrado é independiente, rompe jos, para Passement y algunos otros allegados al Gobernador. están á merced de los ladrones; el abigeato toma proporciones a-larmantes, pero aunque los criadores saben quienes son los ladronea, no se resuelven á denunciarlos, porque comprenden, por loque han visto, que sería contraproducente su denuncia. Ciertos propietarios aprehendieron infra-ganti á unos abigeos, y loa consignaron á la autoridad. Los dar lincucntcs fueron llevados á C. Victoria; allí compraron su libertad y en pocos días volvieron más resueltos é insolentes á causar daño á Ips propietarios que los habían coasignado. Estos fueron á quejarse con el Gobernador, y Arguelles, por toda explicación, les dijo que la cárcel estaba llena de criminales, y que para des- Una vez, la Sra. de García fué cerla Miguel Cárdenas, quien la requebró de amores hasta lograr . Esas relaciones cri- tar su delito. Entretanto, el infortunado esposo había sidoadvertidode su des- dado á guardar algunas mercan fregarlas ante las reiteradas re- ¡ •efiora,^ con el perverso fin de clamaciones de sus t___________ Garex estaba irritado porque no K,euuc= pudo retarse dichae mercancías. |cantidades de alcohol al pobre se- La familia de Arguelles hace buenos negocios con la deuda del Estado. Loa legítimos tenedores de bonos de esa deuda, por más gestiones que hacen, no logras que se les pague; en tales condiciones, el Gobernador y su» hijos proponen por interpósita persona á los desesperados tenedores comprarles los bonos con enorme descueeto; aquellos aceptan, y cuando los parientes de Arguelles tienen los bono», los cobran y les son pagados á la par inmediatamente. Hace poco que el Secretario de Gobierno y cuñado de Arguelles, Carlos A. Passement, compró por ciento y tantos pesos, bonos que le produjeron después más de mil pesos. Continúa el despilfarro de los fondos públicos en la reedificación del Palacio para el Poder Ejecutivo. El encargado de esta obra es un hijo de Arguelles que vive tranquilamente en Matamoros y qne, sin embargo, percibe como honorarios por no hacer nada el 25% del dinero que se invierte en la citada construcción. Antonio Longoria también vive en Matamoros, y allí recibe su sueldo esmo diputado, no obstan- modo; pero cuatro vigorosos esbirros lo maniataron y de ese modo fné conducido 4 la Estación del Nacional. En ese lugar, la razón del infortunado Sr. García recobró todo su imperio, circunstancia que lo hizo sufrir al grado de hacerle derramar copiosas lágrimas Llorando suplicaba al degenerado Miguel E. Pereyra. su cufiado, que fué el encargado de llevarlo á la ciu- volver á Sierra Mojada, jurando no decir 4 nadie toda lo ocurrido entre su esposa y Miguel Cárdenas. Pereyra es cufiado del Sr. Proceso de lis Admlilstriclo- nis Tiifipitiii$ m Hulee. Eeteee el título completo de le obre en que actualmente te ocupa el conocido escritor liberal Adolfo Duclóa-Salióse, y de la cual «México Paoiñ-cado,> que tan honda eeneaclón causó en la República, ee solamente la In-iroduLolón ó prefacio. La edición de «México Pacificado,» aunque profesa, eeegxnó en pocoe meeee casi por completo, quedando de ella, para la fecha, tao eolo udoi cuantne ejemplaree. El eegundo tomo- «Héroe y Caudillo»—llamaré, á no dudarlo, la atención de lodoe loa mexicanos En eete trebejo ee muestra», paralelas, lae figuras del inmortal Juáree y del autócrata Días al través de la Historia, hasta pasar el eegundo sobre el cadáver del primero, para inaugurar en México una era de prosperidad oropelada, á la ves que de degradación positiva, de retroceso político, de abdicación vergonzosa ante el eolio de la tiranía, de todas aquellas virtudes y privilegios que convierten al esclavo en ciudadano La grande obra de Días, conforme ee desprende del libro que noe ocupa, fué clavar el puttal en el corazón de la República y recrearse medlutlvo, como el Enobarbo ante el cadáver de Agrlpina. ante la egonía de lee instituciones de aquella h*í todos loe ejemplares de la lt Edición, en prensa, estun ya ordena- Víle’ eD Móxioo: por Exprese, C. O D. S6 00 plata, y por Correo, pago adelantado, S6 00, lo mismo que «México Pacificado.» Háganse loe pedidos 4 Adolfo Bu-elós Salinas. — 1020 Eighteenth St — St. Louis, Mo., Ü. S A , 6 á Ricardo Flores Msgón, Director ds este periódico. Remita usted en giro de Banco sobre esta plaza. 6* New York, ó en billetes de Banco, 4 la orden de R. Bustamante, la cantidad de Sno.oo moneda americana, y se le enviará por Express, Ib bre de gastos, una máquina de escribir «OLIVER.» 6 una SMITH PR FvMIER último modelo. Aeeeele CweereleL Sr. Ricardo Flores Magón.