DESDE JAUJA LA DE^qRADA Rip-Rip, había reunidos bajo el rumboso título de “Subscripción Nacional," noventa y seis pesos, en oro, plací y morralla, y un mil noventa pesos en bilimbiques. De estas cantidades, corresponden cincuenta pesos oro nacional y mil pesos bilimbiques al diario de Rip-Rip, quien, por lo visto, anda ahora bastante bien de fondos, explicándose así su aséalo de que la revolución “nos ha dignificado." En esta proporción, y con la fiebre que se ha apode-rado'de todos nosotros para satisfacer la Deuda Sagrada, vamos a liquidar cuentas en muy poco tiempo. Todo se reduce a una regla de tres simple: si en cinco días entró tanto, en tantos días entrará tanto. Y como los bilimbiques en circulación ascienden solamente a quinientos millones de pesos, según declaró oficialmente el propio Don Venus, y el número de habitantes de Jauja capacitados para quemar papel revolucionario y aprontar oro, plata y alhajas, suma catorce millones, tienes, que por cabeza nos toca, casi, casi, una bicoca. Hay que considerar además, que una vez incinerado todo el papel carrancista, La Deuda Sagrada queda redimida, y resulta en beneficio de la patria, redimida también, todo lo que dén de si el oro, la plata y las alhajas. ¡Mira tú qué alhajas financieras tenemos en Jauja! No te extrañe esto de que unos contraigan la deuda . Es uno de tantos tornillos que entran en el engranaje preconstitucional. IDomo ves, la tendencia a quemarlo todo, no ha desaparecido desde que se inició libertariamente la era de incendios de haciendas, estaciones, puentes, carros de ferrocarril, edificios públicos y particulares, etc., etc. Ahora que ya esta obra de reconstrucción quedó consumada, se pasa a convertir en cenizas el papel emitido a la sombra protectora del Plan de Guadalupe. Es decir: quemamos lo ajeno, y vamos a quemar lo propio. En suma: una redención completa a fuego lento, pero seguro. Bueno es que te fijes en aquello de que se nos ha “devuelto el título de ciudadanos;" pbrque esta devolución es muy significativa, dado que otros títulos, como los de propiedad, ya por fincas urbanas, ya por rústicas, no han sido devueltos todavía, en virtud de la ley justiciera de la incautación. Yo no sé en poder de quién estaba el título de ciudadanos que ahora nos devuelven; pero sí sé en qué manos paraban los otros títulos a que aludo, manos que inútilmente se han tendido en ademán misericordioso demandando la devolución. El honroso titulo de ciudadanos que ya existe en poder nuestro refrendado por el preconstitucionalismo, nos ha proporcionado la ventaja de que si intentamos, por ejemplo, recomendar como candidato a uno de los mismos redentores, vamos a dar a la cárcel, ahorrándosenos de esta suerte pagar hospedaje en los hoteles, que ahora cobran un tercio de bilimbiques por cada cuarto. ¡Ya imaginarás lo que nos pasaría si se nos ocurriera lanzar la postulación de Félix Díaz para la Presidencia de Jauja! No vayas, pues, a irte de espaldas si un día de estos te comunico que ya quedó redimida totalmente La Deuda Sagrada, gracias al ingenioso proyecto de un Coronel carrancista que no ha negociado con los dolores de la patria. ¡Y pensar que en tiempos de la odiosa se nos caía la baba ante las maravillas de Don Pepe Ives para la organización de sistemas, hacendarios! ■ "'ómo somos cándidos los reaccicnarios y traidores! Tu viejo amigo, SELVERIO. A 2 de Abril de 1916. Mi estimado amigo y colega: Por ese espíritu de imitación tan fácil de ser desarrollado en los pueblos manumitidos definitivamente, ha ocurrido en Jauja que desde el momento feliz de haber llamado Don Venus a los despilfarres de la revolución carran-cista “LA DEUDA SAGRADA," todos aquí hemos convenido en designarlos con igual nombre. Te hago la advertencia para que si en el curso de esta mi vigésima-cuarta epístola tengo necesidad de citar a cada paso LA DEUDA SAGRADA, sepas a qué me refiero. . s . Como esta gloriosa número dos “nos ha dignificado y devuelto el título de ciudadanos,” según rezan los dia-" rios de Rip-Rip, todos pstamos agradecidísimos a Don Venus y adláteres. Y al calor dé la gratitud, tratamos de coadyuvar a la resolución de los diversos problemas nacionales que se van presentando a la consideración de los buenos y patriotas hijos de Jauja. Entre esos problemas, ninguno que nos esté haciendo más comezón que el económico; y es tal el entusiasmo con que cogemos la tarea que por todas partes surgen Li-mantoures enviando a los periódicos proyectos enderezados a enderezar la hacienda pública. Y precisamente en uno de los cien “Demócratas" que regentea Rip-Rip acabo de leer un extenso proyecto emanado de tres o cuatro iden- ^y otros la paguen, tificados con la causa, uno de éstos con grado de Coronel. Ese proyecto tiende a la redención de La Deuda Sagrada, y en él se propone un medio sencillo de realizar esta patriótica labor, como vas a verlo. Sin distinción de clase, edad, ni sexo, los hijos de Jauja deberán contribuir con piezas amonedadas, trozos de oro o plata pasta, alhajas, etc. enviando su tributo a la Tesorería General de la nación. Además de esto, se comprometerán a incinerar todos los bilimbiques que tengan en mano, tomando lista de ellos, enviándola a la propia Tesorería, y haciendo la incineración ante testigos, a ser posible en presencia de las redacciones de los periódicos para que dén fe del hecho. En Teatros, Cines y demás espectáculos recreativos, organizarán funciones que se llamarán “De beneficencia para la amortización de La Deuda Sagrada". El precio del boleto se admitirá en la moneda que estime cada espectador; y al terminar la fiesta, los empresarios harán el recuento, mandando a la susodicha Tesorería General el producto íntegro en monedas acuñadas o en billetes que no tengan procedencia revolucionaria, y quemando en la for-.ma indicada lo que de marca legalista se recaude. Otros pormenores abarca el proyecto, pero los citados son los más salientes y casi los indispensables para recoger la dosis total de substancia que destila. Antes de que se me olvide, he’ de agregar en honor al gremio, que el Coronel cuya firma es la primera en autorizar el admirable pensamiento, asegura con todo garbo que él no ha sido de los que han “negociado con los dolores de la patria," cosa perfectamente comprensible y natural, desde luego que su grado en la nueva milicia le da patente de hombre enemigo de incautaciones. ¡Cualquiera se atreve a sospechar que quien ha llegado a Coronel del Ejército carran-cista, maculó sus manos traficando con los dolores de la patria! El éxito de la iniciativa ha sido asombroso, y nos lleva a la seguridad de qüe en seis meses, según los cálculos del Coronel, La Deuda Sagrada quedará definitivamente redimida. Como que el escrito tiene fecha 26 de marzo, y pa ra el día 31 del mismo mes, tras del bombo de la pluma de