EL SE M B R ADOR --------
A D O R
I) E S P E DI DA
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DKG1R adiós, amigos, es comprobar en alma y caerpo el poder de la distancia, es estar en el limite preciso que separa la presencia y la nostalgia, es encontrar la fuenle misma de la trisle:a, del dolor y de las lágrimas, es tener un certero anticipo del sonido de la idlima campana, es ver el centro vivo de la luna y encontrar en su luz el ugua amarga, es sentir que en un juego cambia lirios la noche por durisimas espadas, es entender el tiempo que silencioso ha trabajado en nuestras almas, es apreciar el gesto deportivo de lanzar contra el tiempo nuestras anclas, es querer con angustia tormentosa apoyar en el cielo la esperanza y cambiar el sentido del adiós postrimero por un simple "hasta mañana”.
Decir Adiós es hallar en las sombras nuestro cuerpo poblado de amargura, es pedir el olvido tercamente el remedio inefable a nuestra angustia, es presentir en un abismo claro la soledad de muchas noches juntas, es desear que la noche se despose en matrimonio eterno con la luna y que la luna cierre sus imperios a la luz misteriosa de la fuga, es soñar es volver y, <d mismo tiempo, sentir el escorpio de nueslra duda, es locar, sin querer, el muro mismo que separa el amor de la locura, es naufragar entre los barcos fijos <pie silenciosos por el alma cruzan, es salir de la luz a la zozobra (pie mímenla su virtud entre, las brumas pero, es también hallar la puerta abierta al dolor que en amor se transfigura.
Decir adiós es encontrar el pulso e.raclo de la muerte y de la vida, es abrir nuestro pecho y medir dulcemente la razón de las heridas, es buscar el sentido y aferrarse a la esperanza eternamente rediviva, es pedir a la rosa, actual en su virtud, el oculto secreto de la brisa, es ver poblado el corazón con el vuelo de palabras infinilus, es admirar la elocuencia del silencio entre dos ilusiones sostenida, es dialogar sobre una historia reflejada fielmente en las pupilas, es contemplar el mar y sentir desde la lierra la nostalgia de la orilla, es apoyar en el dolor una promesa continuamente repelida y hallar en la promesa reiterada la más ingenua y pura de las dichas.
Decir adiós es añorar un aroma espacioso de bosques y de selvas, es recordar desde el olvido la eficacia del cielo, de la fuenle y las estrellas, es elender la queja de los rios enamorados de sus riberas, es descifrar la voz de las gaviotas cuando pasan perdidas por tu lierra, es saber por (pié lloran los marinos su tristeza y dolor en las tabernas, es ignorar por ¡pié las golondrinas siempre encuentran al fin la primavera y también anhelar ser golondrina para volver un (lia como ellas, es sentir en un golpe los inviernos (pie escondían nuestras manos prisioneras, es avocar hacia el futuro incierto un vivir sin objeto (pie lo mueva y es pedir, sobre todo, a DIOS, calladamente, el cuidado de la vida que se queda.
Velaba en el “R.ex
Inolvidables recuerdos dejó a todos los concurrentes, la Velada organizada por el Club de Monterrey en el Teatro Rex para presentar a dos promesas del arte: a VERDAD LUZ GUAJARDO, Soprano coloratura de exquisita y admirable voz y a CARLOS VAZQUEZ, pianista de singular talento y maravillosa ejecución.

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ALFONSO RUBIO Y RUBIO.
Srilu. Verdad Luz Guajardo. Notable Soprano regiomontana que perfecciona sus estudios de canto en los Conservatorios de. la ciudad de Nueva York patrocinada por el Club Sembradores de Amistad en Monterrey; y quien disfrutando de un corto periodo de vacaciones el Club ipiiso deleitarse escuchando su hermosa y delicada voz.
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La Srila. Guajardo en plena ejecución de uno de sus números más aplaudidos.
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Carlos Vázquez, durante la ejecución del programa a su cargo. Fué muy aplaudido por sus dotes indiscutibles de verdadera pro-