La Novela de Ambiente Americano |
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Por el Lie. Jesús FLORES AGUIRRE.
Especia,l para.
REVISTA DE COAHUILA
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Amtit'moti en este minuto a la transformación de un género literario: el épied, que tie ha venido a refugiar en la novela.—¿Y quién tendrá la osadía de proponer una fórmula que sintetice la novela? En realidad es una cuestión difícil de desentrañar.
Porque mientras para algunos la novela está limitada por la psicología, para otros no tiene límites: caben en ella desde los más sutiles estados anímicos hasta las exterio-rizaciones de un mundo que por cierto, no es el mejor de Icis mundos posibles. Desde el boceto de psicología pura, pasando por la pintura del ambiente y la captación de usos y costumbres, hasta las crueles realidades
CIA. IHDUSTBIAL
DEL NORTE, 5. A.
En las naciones más adelantadas se usan, por ley, ARTEFACTOS DE ALU MINIO, porque no se rompen ni se DESPÓSTILLAN, son más prácticos, ligiénicos y livianos.
Esperamos con verdadera fé que mies I ro país evolucione usando estos productos en sus cocinas.
Teléfonos 300, 902 y 903
de una vida cada vez más complicada y difícil. Y esta dificultad no es nueva.—Ya la clasificación del mismo Quijote ha dadd lugar a controversias inacabables. —Y la “Celestina” de Fernando de Rojas ¿no es reputada por algunos como una novela ejemplar y poir otros como una tragicomedia? (La tragicomedia de Calisto y Melibea).
En el presente de la vida literaria de América. sarjen aspectos muy interesantes dentro del género nclvelístico. Ha acontecido con la novela contemporánea un fenómeno que ya se ha observado en la pintura: la vuelta a Te propio, a lo cotidiano familiar. La Novela en América tiene hoy por hoy tres valores auténticos: Mariano Azuela, el insigne novelista mexicano, y en el Sur, José Eustasio Rivera y Rómulo Gallegos. Estos tres hombres han escrito, respectivamente, tres obras fundamentales dentro de la Literatura Americana: “Los de Abajo”, “T.a Vorágine” y “Doña Bárbara”, tres novelas nue deben ser imitadas porque en ellas discurre la savia de una vida propia y late un corazón con kis impromptus de nuestro temperamento, de nuestra vehemencia, de nuestro dolor. “Los de Abajo” es la epopeya de la Revolución Mexicana. “La Vorágine” es un mar embravecido del trópico, mar en tierra firme, mar blanco formado nnr las heridas del árbol del caucho, desbordándose incontenible sobre las espaldas esclavizadas del mestizaje hambriento de América: y “Doña. Bárbara” es la historia de una mujerona implacable que compendia las virtudes y los defectos de los aventureros vemezolanos. sobre el solar do tierras vírgenes o semi-holladas del Continente autóctono.
Estos tres escritores simbolizan la fuerza, la edad viril que va apunta en tres países nara su respectiva Literatura: México con Azuela, Colombia con Rivera. Venezuela ron Gallegos La enseñanza —saludable lección para, nuestreís escritores europeizantes— de los tres maestros, debe hacernos desdeñar esa novela mistificada a lo Federico Gamboa, nara hombres pacientes y eruditos, no para lectores ávidos de luz y de vida.
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