PORFIRIATO EN LA UNIVERSIDAD O ía?, pregunta. No se trata, ciertamente, de una vara, pero hay maneras de probar el bajo nivel académico de la Universidad. Cuando la incapacidad de las autoridades universitarias para resolver un conflicto hacen aue en el semestre se dicte un número reducido de clases, o que no se dé, de plano, ninguna, puede constituirse la PRUEBA PRESUNCIONAL (hay que hablar a Castellanos en su lenguaje) de que baja el nivel académico; las opiniones de los abogados que ven cómo litigan los nuevos pasantes de Derecho, y las metidas de pata que cometen, sera una PRUEBA TESTIMONIAL. Pero si desea pruebas más sólidas, es factible levantar estadísticas sobre la celeridad o lentitud con que consiguen empleo, y qué tipo de empleo, y con qué sueldo, los profesionales que van surgiendo de las diferentes escuelas; internamente, y sí Castellanos abriga el deseo sincero de aclarar este punto, podría informar sobre número y porcentaje de estudiantes que de cada generación se gradúan, cuántos desertan, cuántos necesitan uno, dos o tres años más que lo normal para titularse, y otros datos que no son, ciertamente, uno vara, pero sí un modo serio de contestar a una objeción que está en labios de todos los sonorenses (sobre todo de los propietarios y gerentes de las fuentes de trabajo), aunque Castellanos quiera monopolizar el Techo de opinar al respec- IV UAL HA SIDO lo causo de que el gobernador abriera el fuego contra Castellanos? Quienes cono cen a Alejandro Carrillo convendrán con este redec tar en que los declaraciones no fueron arrancados casualmente por lo habilidad del reportero. No. Reportero y gobernador tomaron asiento tranquilamente para hablar de éste y de otros temas que ya se han publicado. Tampoco fueron expresiones emitidas al calor de la pasión o sin conciencia de sus repercusiones. Esta crítica fue cuidadosamente calculada. Pero; ¿por qué si ya Castellanos demostró que con el escudo de su sueldo es inmune a todas las opiniones, sean de funcionarios, de estudiantes, de maestros, de empresarios, de líderes? Sólo contemplamos dos posibles respuestas: a) Carrillo quiere entregarle a Samuel Ocaña un Estado completamente normalizado en sus actividades, incluida la Universidad; o bien, b) Aunque Castellanos permanezca amarrado a la Tesorería de la Universidad cuando termine Carrillo su período, éste quiere llevarse lo satisfacción de haber puesto los puntos sobre las íes. V S INTERESANTE observar cómo I o s hombres implicados en un conflicto pierefen la perspectiva y lle-qán o atribuir a otros, calificativos y acciones que a e||os _a los primeramente mencionados— corresponden. Don Alfonso Castellanos se refiere a quienes tratan de "destruir" las universidades, y alude, seguramente, a los maestros y estudiantes con tendencias comunistas. Olvida que son gente como él,- como Castellanos, los que tratan de cerrar las puertas a nuevas ideologías y criterios, a nuevos enfoques de la ciencia y del arte, a nuevas opiniones y actitudes, los que están destruyendo o la Universidad. Castellanos fue simpatizador, hace tiempo, de un grupo del Partido Popular que aspiró al poder municipal en Hermosillo y, aunque no posee más cultura que los aspectos técnicos de su profesión —en la cátedra nunca profundizó en la doctrina jurídica—, es hombre práctico y debe estar consciente de que el comunismo— a cuyo Partido el régimen de López Portillo le ha abierto las puertos de la ley— no va a causar daño a la Universidad ni al Estado. Quienes leen y estudian textos comunistas son personas inteligentes, amantes de la paz, y si se cuelan entre ellas uno que otro indeseable, no olviden que también existe un grupo de delincuentes que o base de cade-nazos ha defendido al rector. En fin, Castellanos no cree que el comunismo sea un fantasma, pero sabe que hay patrones que así lo consideran, y se aprovecha del fanatismo y de la credulidad para sostenerse en ellos. El gobernador dijo que Castellanos fue abogado patronal. Sugerimos que se examinen también los antecedentes de los demás abogados que forman su equipo para determinar a qué intereses obedecen. Y si entre ellos.. encuentran., uno., de ideología izquierdista, que se sirvan informarlo a la opinión pública. No, don Alfonso no se irá de allí. Para él, como pora Garizurieta, vivir fuera del presupuesto (de la Universidad) es vivir en el error. No importo que otros funcionarios deseen ascender con base en sus méritos. El está posesionado de su oficina y no se moverá un centímetro. Debiera aplicarse lo que un idealista maestro si- naloense pedia para las universidades: fijar el sueldo de rector al mismo nivel que el de un maestro de tiempo completo y suprimir honorarios para asesores, o ver cómo reaccionan, a ver si continúan defendiendo a lo Universidad contra el comunismo, con el mismo interés y A ■.%! L el mismo ardor. Nado de esto sucederá. Seguiremos otros años soportando el dolor de que lo Universidad de Sonora, por culpa de Castellanos, dé pie a chistes en los medios universitarios nocionales. ¿No habrá quién le ponga remedio a esto?