100 REVISTA EVANGELICA Febrero pontífice que prohíba a obispos, curas y frailes apoyar directa o indirectamente esta criminal sublevación? ¿En ninguna parte? Pues entonces, hermanos católicos españoles la prueba de la complicidad clerical en la guerra civil que padecemos es manifiesta, concluyente, definitiva. Aquí si que puede decirse; el que calla ¡otorga!, porque en caso tan grave. tan solemnemente dramático como el que ocurre hoy en España, no calla la iniquidad, sino quien está conforme con que la iniquidad se consuma. En Barcelona 'que es de lo que más podemos testificar, puesto que vivimos bien de cerca aquellos momentos épicos de la lucha fratricida provocada en las calles de la hermosa ciudad por militares católicos apostólicos romanos), cuando más trágico se presentaba el choque, pensábamos nosotros: ahora vendrá a la plaza de Cataluña el señor obispo de Barcelona, con el crucifijo en la mano y con todos los atributos de su autoridad espiritual a ponerse de rodillas, si es preciso, ante sus hijos, ante sus creyentes católicos para que depongan las armas, gritando a voz en cuello las palabras de Cristo: "Amaos los unos a los otros ” Aunque este grito y este gesto le costase la vida. ¿Por qué no lo hizo? ¿Por qué no se ha dado este caso ni nada parecido en los centenares de batallas libradas en estos dos terribles meses? ¿Por qué, en fin, en una lucha que no podrán ganar de ninguna manera los rebeldes, y cuya prolongación no sirve más que para agravar los males de la patria, no se levanta una voz autorizada del catolicismo español pidiendo que cese tanta matanza de hermanos? Conteste quien quiera a estas preguntas, que nosotros, puestos los ojos y el corazón en Dios y en la Patria que Dios nos ha dado, decimos, cumpliendo el deber que nos impone de consumo el ser evangélicos y españoles, que la religión manda estar al lado del único Gobierno legitimo y en contra de una sublevación injustificada a todas luces, porque se pudo evitar, acudiendo al solo recurso licito que es la consulta en las urnas, y a la propaganda, y porque están destruyendo la España que ellos debieron salvar con todos los demás, y que pidamos a Dios que pronto brille la justicia, que es la paz. El espacioso sistema de religión, adoptado en nuestros dias por muchos, no es en manera alguna a propósito para librar de zozobra a un pecador, ni para dar sólida paz interior a quien siente enferma su alma, porque no se puede responder con él a la más importante de todas las preguntas, cual es, ¿qué debo yo hacer para ser salvo?