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Carta Abierta al Rdo. N. B. Stump
Director del Instituto Lydia Patterson
Muy estimado hermano en la común fe de Nuestro Señor Jesu-Cristo:
Nuestros jóvenes José Salas y Gumaro verver, que el año pasado se dieron de alta como alumnos de la Institución a su muy digna y sabia dirección, acaban de arribar a Dallas a pasar sus vacaciones después de terminar sus labores escolares, con toda felicidad y con mucho éxito.
Después de dar la bienvenida a dichos jóvenes el domingo 20 por la noche y haberlos puesto a orar, el pastor los invitó para una comida íntima el lunes 21, a la que gustosos asistieron. El pastor conferenció con ellos por más de tres horas sobre su año escolar, sus maestros, medio ambiente, etc., y ellos vienen encantados de sus profesores y director, así como del ambiente espiritual que existe en esa institución cristiana. La iglesia entera, el pastor y sus padres notamos, desde luego, el adelanto espiritual e intelectual de nuestros muchachos, y damos gracias a Dios por haberlos enviado al Lydia Patterson,. Nos sentimos todos orgullosos de tener una institución para preparar ministros con un director consciente de su alta misión, así como su cuerpo docente que posee un gran caudal del Espíritu de Cristo para dar a la Iglesia lo que necesita: .Ministros puros en mente, alma y cuerpo.
Podemos ver el porvenir glorioso de la Iglesia de Cristo con los frutos de una institución como la que dirige el Rdo. N B. Stump.
Dallas y su pastor ya no tienen miedo de enviar sus mejores muchachos a una institución como ésta, seguros de que se perfeccionarán en espíritu en su alma y aún en su cuerpo.
Oremos por el director y profesores del Lydia Patterson, así como por sus futuros ministros del Señor, a fin de que su programa espiritual siga en linea recta levantando muy alto la Bandera de la Cruz y el buen nombre del Lydia Patterson.
Sr. Director N. B Stump: reciba de la Iglesia de Dallas y de todo el Circuito, así como de los padres agradecidos de estos jóvenes, y particularmente míos, nuestra más sincera y profunda simpatía y felicitación por la obra que en nueve meses escolares hicisteis con estas jóvenes, seguros de que así lo hacéis con todos. Cada alumno de ese plantel debe felicitarse por estar en él, así como los padres de esos alumnos.
A todas las iglesias cristianas de allende y aquende el Bravo, os invitamos a que oréis porque Dios dé una larga y abundante vida espirit ual a esta noble institución
Dallas se prepara para enviar un joven más el próximo año escolar
Hermano Stump: Recibid nuestros parabienes y el gozo de esta Iglesia.
Vuestro en el Señor.
1). G tie la Garza
¿SEREMOS INDIFERENTES?
La mancha maldita del vicio sigue extendiéndose ya no lentamente, sino violentamente, la supresión prohibicionista no hizo sino retardar la odiosa propaganda, pero no pudo aniquilar los fueros infernales de los agentes de la inmoralidad y el vicio.
La actual generación creció al amparo de una nación sin cantinas, pero contempló de vez en cuando los siniestros reflejos de los alambiques “moon shiner os' y percibió el miasmático olor de su contenido. Pero siempre, nuestros hijos vieron en el “Bootleger” un agente ilegal y en su tráfico una amenaza pública y social.
Pero, la astucia serpentina de los incansables agentes del Culto de Baco, pudieron contrarrestar la obra de las Legiones Abstinentes y con una bien organizada Comisión, lograron legalizar otra vez el tráfico del Alcohol y sus ad láteres, para que veamos ahora de nuevo los peligros antiguos magnificados por los inventos modernos.
El vicio ha vuelto a sus correrías, algunos dicen que es *Un mal necesario" y que por lo mismo, hay que dejarlo, abrirle paso, marcarle un sendero, y. .. sufrir las consecuencias.
Si este razonamiento es prudente, debe tener su código y defensores.
Pero, si loe actuales legisladores permiten el tráfico alcohólico, como un mal incontenible, como una enfermedad incurable, como una imposibilidad moral-ios hijos de Dios tenemos muy claramente definida la labor y delineada la responsabilidad, trabajos; no por la supresión del tráfico, sino por la destrucción del vicio.
Los obreros, pues, como miembros del conglomerado social, podemos prestar nuestro contingente para secundar la iniciativa de las almas buenas, y los resultados de los espíritus puros, es decir, aplaudir y fortalecer la obra de moralización social y activarnos en la labor de la santidad doméstica y personal.
La indiferencia en un peligro no nos evita la responsabilidad, y nuestro celo contemplativo no nos ayuda a salvar a otros.
Trabajemos por la salvación de nuestros correligionarios. llamándolos con insistencia a aquella vida de pureza física, mental y espiritual que Dios quiere y requiere de nosotros, tiempo es que se organice un nuevo frente o se refuerce el antiguo y que después de trabajar por rescatar a las víctimas del alcohol, instruyamos a los niños para que escapen de sus redes,
E. P. Muñoz.
Retratos de su Iglesia y délos obreros
En este número y en el anterior hemos tenido el gusto de publicar algunas vistas de la iglesia de Mission y de sus miembros y obreros, debido al hermano José Espino y sus fieles que costearon los clisés. Gracias anticipadas a los que hagan otro tanto.