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tenimiento este horrible catálogo de l>e-
El Faro Dominical
v sin embargo dicen que son cristianos. Eso no puede ser, porque el cristiano está obligado a luchar por su libertad. Y debe ser una lucha continua para mantenerse en el territorio de libertad en que Cristo lo colocó, libre de Satanás y del pecado.
Las Obras de la Carne
Dice el apóstol que las obras de la carne son manifiestas, o bien notables. No es necesario que alguien nos venga a enseñar cuales son las obras de la carne pues nosotros sabemos bien cuales son nuestras flaquezas, y aunque no las pudiéramos llamar por nombre como el apóstol lo hace aquí con tanta sabiduría, sí podemos darnos cuenta de cada vez que nuestra carne diendo a Dios. Muy bueno mis amados lectores c.-----—
cados que nos presenta el apóstol como obras de la carne. Y que con la ayuda de Dios nos cuidáramos de incurrir en ellos. Tal vez dirá alguien que se llega a esos terribles pecados por falta de moderación. Pero no es así, porque cada uno de los pecados allí mencionados, será pecado si se acepta poco o si se acepta mucho. Como quiera será pecado. Es pues un acto de prudencia abstenerse completamente de esos pecados señalados en nuestra lección como obras de la carne. Oponerles una resistencia tenaz con el auxilio de Dios, y luchar en su contra hasta obtener el más glorioso triunfo. Hasta que podamos decir con el apóstol Pablo: “He peleado la buena pelea, he guardado la fe, etc.
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y es seguro que como él, también nosotros ceñiríamos la gloriosa corona de victoria que Dios nos daría.
El Fruto del Espíritu
Sobre este punto quiero sugerir a mis amados lectores que se aprendan de memoria todo lo que en nuestra lección se nos presenta como fruto del Espíritu. Y después de haberlo aprendido, cosa que les seria muy fácil, procurai ajustar su conducta a esas hermosas virtudes celestiales.
Contra la persona que así vive, no hay condenación, pueij la Sagrada Escritura nos dice que ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, es decir, para los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Y por nuestra lección de hoy ya sabemos lo que significa andar conforme al Espíritu.
Crucifixión y Vida Cristianas
Los que somos de Cristo Jesús, hemos hecho ya como una crucifixión de la carne. La carne a la verdad está ya muerta. Nosotros sabemos que un muerto ya no tiene ningunas facultades, ya no puede hacer nada. Pues de igual manera, si deveras nuestra carne está como muerta, porque la hemos sojuzgado, la hemos dominado, la hemos sometido, entonces no es posible que esa misma carne ya inhabilitada pueda tener o deba tener influencia sobre nuestra voluntad. Si pues vivimos dirigidos e inspirados por el Espíritu de Dios, debemos demostrarlo andando conforme a las obras de ese mismo Espíritu.
como las ro-
las luchas y
Los golpes
empresas di-
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SECCION PRACTICA
ILUSTRACIONES El Carácter
El carácter no se forma sas en un jardín, sino en experiencias de la vida, fuertes, la oposición y las fíciles nos ayudan a hacernos hombres.
Multitud de paquetes y cartas se devuelven a las centrales de Correos, debido a que las direcciones se han borrado, o no indican con claridad el no1™' bre y dirección del destinatario. ra carácter es la dirección que indica el destino de la vida. Así como la presión de las manos del alfarero sobre el barro blando da forma a la vasija, de igual modo la presión de la vida—nuestras experiencias—da forma definitiva y permanente al carácter.
La luz se compone de muchos colores
y el carácter, de distintas cualidades, "voluntad, amor, pureza, etc. Tod!*9 ellas deben reflejarse en un solo haz de luz blanca: un carácter bueno.
Si Yo Fuera Niüo Otra Vez
Después de la muerte del presidente de un importante Colegio, alguien hallo entre sus papales lo siguiente:
1 __Si yo fuera niño otra vez trataría de averiguar por medio de los libros cómo vivieron los mejores hombres.
2.__Si yo fuera niño otra vez, estudiaría la Biblia aun más de lo que lo hice y la haría mi íntima compañera. La Biblia es necesaria a todo niño.
3__Si yo fuera niño otra vez, cultivaría más y más la compañía de las personas ancianas cuya gracia personal v aptitud mental me ayudarían en mi