El País Perfecto Desde Canaán Mi querido Siiverio: Tú me vives compadeciendo por haber abandonado el territorio mexicano en el glorioso momento en que nuestra Patria se convertía en Jauja; pero es porque no has considerado que desde hace año y medio disfruto de la dicha inefable de vivir en Canaan. Y si llegar a la tierra de promisión después de asolearse durante cuarenta años en el desierto, constituye una alegria inenarrable, ¿como será de grande mi alborozo, al verme en Canaán, sin molestias de travesía, sin dejar muerto a Moisés en medio del camino, y sin necesidad de que los alimentos hayan caído del cielo, para no fallecer de agotamiento? De seguro, Siiverio, que tú eres un hombre feliz por vivir en Jauja; pero mí felicidad es -mayor que la tuya porque vivo en Canaán, la nación perfecta. Bien es cierto que el exquisito Anatole France ha encontrado a este país más parecido a una feria que a una civilización; pero es sin duda alguna porque el discípulo predilecto de Renán tiene un alma arcaica, incapaz de comprender el ruido ni el estruendo de la vida perfecta. También es verdad qve Eca de Queiroz, el ilustre autor de “i.a Reliquia” y “El Primo Basilio,” ha dicho que Chicago se asemeja más a un granero que a una metrópoli; y a Máximo Gorki le ha parecido la “Estatua de la Libertad”, la representación de la grasa y de la mugre; pero estos juicios desfavorables sobre Canaán, agregados a los del siempre sutil Paul Bourget y a los del siempre nostálgico Pierre Loti, nada significan, si se tiene en cuenta que Don Venustiano Carranza, el regenerador de Jauja, encuentra a este país tan admirable, que a él recurrió para la educación de sus familiares. Y no contento con enviar a sus más cercanos parientes, ha pensionado a cinco docenas de maestros de escuela para que vengan a llenar sus almas de aquél espíritu justiciero y magnánimo, que nos hizo el favor de apoderarse del puerto principal de Jauja, el 21 de Abril de 1914. Nosotros creíamos, hace veinte meses. que el desembarque de tropas ca-naanitas en el primero de nuestros puertos constituía un ultraje a nuestra nacionalidad qde exigía desde luego cumplir el juramento de la prime ra estrofa del himno nacional; pero esta creencia obedecía a que nuestros maestros, educados por Barreda y Ramírez, por Altamirano y Sierra, no estaban al tanto de la manera de impartir la enseñanza en Canaán. Ahora, que Jauja tiene la seguridad de que la civilización canaanita será esparcida por los sesenta normalistas que vinieron a este pais, podemos creer que desaparecerán las succpti-bilidades absurdas de antaño, y que nuestro himno será reformado en los siguientes términos: "Mas si honraren los Funston y (Fletchers Con sus plantas gloriosas tu suelo, Piensa, oh Jauja querida, que el cielo Un esclavo en cada hijo te dio!” Indudablemente, que Jauja ha progresado mucho; pero se debe a su “ca-naanización” que comenzó hace dos años y que se perfeccionará cuando las cinco docenas de maestros de escuela enseñen a sus discípulos ,1a manera artística y humanitaria de linchar un negro. En la época de la Dictadura, para matar a un hombre, se le atormentaba antes, con un fatigosísimo proceso, que duraba meses y en ocasiones, dos y tres años. Ahora, no. Se le aprehende, se le acusa, se le condena.y se le ejecuta en un mismo día. La muerte del Ing. García Granados, demuestra lo adelantada que se encuentra la justicia jaujista en su canaanización constante, puesto que se le condenó a muerte, a pesar de que el Agente acusador solamente pedía dos años de prisión: sin embargo, bueno es decir que todavía falta mucho a Jauja, y que se impone una ejecución como la del General Orozco, enteramente conforme con los principios más rudimentarios de equidad, para poder decir que Jauja ha entrado en el carril de la civilización. Los trámites juridicos de Canaán son expeditos y rápidos: la prueba la tienes en la causa qve se ha instruido en contra del ex-Dictador de Jauja, que desde hace seis meses no logra que se practique upa sola diligencia en el juicio que se le tramita ni se le dé oportunidad para defenderse. Esto es admirable porque pone de manifiesto que las autoridades no recurren a aquellas antiguallas que se llaman declaraciones, careos, comprobación del cuerpo del delito, conclusiones del Ministerio Público y la Defensa, y otras cosas arcaicas que no son indispensables para impartir el Suum Cni que.” Pero la mejor prueba del espíritu justiciero de Canaán es lo que -ha hecho con Jauja en los últimos años. Jauja era antes una verdadera ignominia cargada de riquezas y adelanto, con el fardo abrumador del petróleo y con el lastre horrible del istmo de Tehuantepec. Dios enviá a las almas fuertes el dolor, y Canaán, con un espíritu cristianísimo nos ha enviado revoluciones, miseria, bandidaje, crimen, infamias, y como si todo esto no bastase, nos ha regalado a Don Ve-m stiano. Este último regalo es tan valioso, que si mis palabras fueran oídas, propondría a mis compatriotas, envasemos a Canaán, como obsequio especial, a Don Heriberto Barrón, único modo de pagar el favor tan grande que nos han hecho. Canaán nos ha quitado las riquezas. tal como un padre generoso quita a sus hijos el dinero que habrán de malgastar; nos ha privado de la Independencia tal como se le priva a un menor de la libertad que lo perjudica: y siguiendo adelante en sus nobi-lisimos propósitos, ha convertido a Jauja entero en una provincia de Canaán. Tu has contemplado esta evolución gloriosa, y te refocilas con tanta ventura desde Jauja. ¿Cómo no me refocilaré yo que me encuentro en el corazón del propio Canaán? Y como los sesenta nacionalistas llevan la misión sagrada de canaani-zar a nuestros hijos, te voy a contar en varias cartas las grandezas dé este pais. En una epístola te hablaré de la naturaleza, en otra del Arte, y asi por el estilo procuraré pintarte los mejores detalles del alma canaanita, para que ayudes a las cinco docenas de maestros de escuela en su gloriosísima labor. Y ahora, basta la semana próxima. Tu colega que bien te estima, VALERIO.