LA GARZA Por Rafael Heliodoro Valle Para “REVISTA MEXICANA” La garza es un copo de nieve rosada; y en fondo celeste su plata asoleada va con las tendidas alas al trasluz, como una azucena de pétalos blancos cuando la alborada llena los barrancos sonrosados de oro, de rosa y de luz! Por ella lo blanco desciñe sus galas; carece de trinos, pero tienes alas que se abren cual pétalos de una ebúrnea flor. ¡ Salve al ^ve insigne que nació en las brumas y tiene bañadas de rosa las plumas en la Sinfonía en Blanco Mayor! Labra con cuidado la brisa La cubre una vaga cascada de de encajes, de santas blanduras de tul___ ¡Oh el alado lirio, de blancor de cirio, qte brotó y esponja las alas en el aire azul! su aliño; armiño, de un lirio y engendra otro lirio. Es vela de niebla sobre el terso lago, es gota de nácar de un ensueño vago; surtidor de alas, vara de lirial-----• Es como una esfinge de muslos Ce cera, la mayor blancura de la primavera, blancura entre todo lo primaveral-------- un gran silencio de espuma sedeña Sobre algo divino que sufre y que sueña, hostia sobre una patena inmortal; como una góndola que imprime su sello es es es estelar, en donde florece su cuello a manera de una prora de cristal! Salve a su ara pura que lirismos fragua y empolla silencios cuando roza el agua, llevando sin peso las alas en cruz! ¡Cáliz eucarístico de alabastro leve, la garza es un fino trabajo de nieve, de rosa, de cielo, de plata y de luz! Trilogía Espléndida .5° EL GENIO. Artista de los sacrificios lentos y las espirituales amarguras, "que te construyes con tus pensamientos un azulado Olimpo en las alturas. Pues posees inciensos e incensarios y haces morir los tigres sanguinarios con tu mirada, que es azul saeta; Y asperjas tus palabras en los vientos y haces arder las cosas más oscuras y labras con buriles opulentos tus crisoeíefantinas esculturas------ tienes por caballeros heraldados príncipes con joyeles y brocados, y por lector de cámara, un poeta. LA ESTIRPE Para ti el Ideal es la inconclusa estatua pigmaleónica, la Musa que en sus éxtasis ven los escultores; está sin el numen de la Vida, mutila y fundida intimidad de.sus dolores! y que irrevelada, muy en la EL ORO. Eres la a través del porque mis llagas de con tu celeste bálsamo excelsitud, la que perduras dolor inmune y bella, Belleza curas de estrella. brazos, las más puras Y me tiendes tus guirnaldas mías en la hora aquella en que bebi en tus labios de doncella la miel de las Sagradas Escrituras el candor hereditario toma En ti el angélico ro^a de la infancia, hada del oro y del amor, paloma de un exquisito nido de fragancia. Yendo en el automóvil, tu arrogancia sus vencedores séquitos asoma; el sempiterno resplandor de Francia y la superba plenitud de Roma. sumes oro, sangre y gloria, e cándido palpita Y pues ri y tu semblan nubil y evanescent^-,en mi memoria. refulge en el poema legendario, como en la luz solar la margarita y como en la penumbra el incensario! Rafael Heliodoro Valle.