una vela de manipostería, de la misma construcción y material de la escalinata. Se ignora la época exacta, se han perdido los nombres y las fechas, pero se conserva claro y fijo el recuerdo del origen: La Virgen de Guadalupe adquirió tal culto y veneración, que también las familias de criollos y de españoles acudian a ella en demanda de mercedes y de auxilio. Uno de los opulentos comerciantes de Indias, que hacía el tráfico en la famosa Nao de China - tenía gran devoción por la Virgen y en cada uno de sus distantes arribos a la Metrópoli acudía a llevar alguna ofrenda: ex-voto por la feliz navegación y por el regreso. En uno de sus viajes f::c sorprendido por una tempestad terrible, y aunque avezado a la travesía del Pacifico, aquella ocasión fué tan recio el temporal que el buque se desgranaba. Asido a un mástil, fué arrastrado el navegante al mar y en aquellas circunstancias ofreció a la Guadalupana mandar construir una vela de piedra, tan alta que pudiera ser vista de lejos, a la mitad del ascenso a la Capilla, si volvía con vida. La Virgen escuchó el ruego, el marino fue arrojado a tierra asido al mástil providencial y después de largas aventuras y fatigas, de las que se vio libre, volvió a pisar la cuesta del Tepeyac. Cumplió su voto y reprodujo en la. piedra la forma y la dimensión del mástil y de la vela del navio perdido. A esta oblación se debe la antigua estructura que en la ladera del Cerro perpetúa la devoción del náufrago, la bondad de la Virgen. Quiera hoy la Guadalupana oír nuestras plegarias, salvarnos de este naufragio, hacer que la nave desarbolada y sin timón de. nuestra Patria," no naufrague, que llegue a puerto y sea salvada 1 Que veamos, como rosas en invierno, los signos de sus mercedes; que su Imagen, pintada con todas las flores de nuestra tierra y de nuestra adoración, vuelva a aparecer en nuestras almas como en el Estandarte de Hidalgo, para unirnos en una lucha santa, y la salude al fin una Patria libre. Virgen de Guadalupe: el ex-voto tendrá la forma de la Nave: será la Patria misma! R. Gómez Robelo. IL 41 fTlexico • Besilka d« Ouodalup* tfvlT I-