algún tiempo, un habitante de la ciudad wj-MW» Akron Ohio, el centro manufacturero de artefactos de hule más grande del país, estando jugando con sus niños se le ocurrió preguntarse porque es que un pelota de hule revota. No sabiendo el porqué, fue a una de las fábricas de la ciudad en busca de la contestación, más como no supieron contestarle lo mandaron a uno de los laboratorios para que los sabios dedicados a la investigación de estos asuntos le contestaran su pregunta. Uno de estos sabios le contestó que no sabía y más aun, que no se había detenido a investigar del asunto. La historia parece extraña, pero realmente con todos los adelantos que hemos hecho, continuamente nos encontramos con idénticas condiciones en otras esferas de la vida. Nuestros conocimientos horizontales son bastante extensos pero nuestros conocimientos perpendiculares, aquellos que van a la base, son muy escasos. Casi todo mundo puede manejar un automóvil, pero cuan pocos conocemos su intrincado mecanismo o como es que anda. En el campo espiritual esta condición es muy común: Nuestros conocimientos exteriores de la religión son muy extensos, bastante extensos para nuestra salvación y para la salvación del mundo entero pero cuan pocos ahondamos en la vida del espíritu para entender los designios de Dios en las vidas de los individuos y los grupos. Nuestra generación con todos sus adelantos oropelescos, es una generación superficial que ha traído muchas desgracias sobre .si por su inhabilidad para penetrar al fundamento o la base de la vida espiritual. A menudo las tragedias nos ayudan a detenernos a considerar y seguramente que la actual tragedia del mundo puede traernos esta bendición. La vida verdadera es la del espíritu, mas ¿cuántos en realidad sabemos de esta vida? UN mes de guerra hemos visto una gran transformación en el país. Todas las energías del pueblo están siendo afocadas a un solo propósito; la derrota final y completa de los enemi- gos. Y la potencialidad del país es tan inmensa y la opinión pública tan clara que no es difícil augurar un triunfo completo. Todo indica que las armas de los paises demócratas alcanzarán la victoria pero preciosa como parezca la victoria a los intereses del país y del mundo, hay algo más importante. Los cristianos debemos estar interesados más que todo en el que ha de ganar la paz. No nos hacemos ilusiones ni por un momento acerca de la guerra. Bien sabemos que es el infierno mismo y que engendra odios tremendos y por lo tanto es muy difícil que las fuerzas espirituales triunfen en la paz, sinembargo, la única esperanza para la seguridad del mundo está es el triunfo de estas fuerzas espirituales, de los contrario en una generación más nos veremos envueltos en un conflicto semejante o peor que en el que actualmente nos encontramos. Los cristianos del mundo somos suficientemente fuertes en número y en posibilidades para asegurar este triunfo a nuestra generación y a las generaciones que vienen. Es necesario que el conflicto en el que apenas estamos entrando no obscurezca nuestra visión ni un -solo momento para que al venir la paz por todos anhelada, podamos prestar toda nuestra benéfica influencia para edificar sobre las ruinas y miserias que el conflicto traiga, un mundo en el cual los hombres , "x'xrx se ensayen más para la guerra". ®NA DE LAS observaciones más comunes de los visitantes europeos a nuestro país en el pasado, ha sido el desperdicio que es notorio en todos partes. Si muchos de nosotros hacíamos a un lado tal observación como necia, la actual guerra nos está enseñando cuan terriblemente desperdiciados hemos sido en el pasado. "Guerra al desperdicio" es uno de los lemas que han nacido del actual conflicto y en verdad que se observa una guerra sin cuartel a este enemigo nacional. Se nos dice que no hay que tirar ni desperdiciar nada, que todo tiene valor para la realización del anhelado triunfo. Los basureros están siendo escarbados para desenterrar los tesoros allí enterrados y los callejones están siendo espulgados de mil objetos que antes eran solo un estorbo! El desperdicio de nuestras posesiones es solo un resultado de una condición espiritual pues ciertamente hemos sido descuidados con los valores fundamentales de la vida y como resultado lógico también lo somos en lo de menos valor, nuestras riquezas materiales. Es realmente trágico que el infierno de la guerra nos está trayendo esta bendición, pero gracias a Dios que los cristianos podemos encontrar que los "ayes y las lamentaciones" son "dulces como la miel'. sin tan solo lo vemos y los tomamos en el espíritu de Jesús. Esta guerra debe ayudarnos a vivir de una manera mas sencilla y a reconocer y a apreciar el verdadero valor de las cosas y sobre todo debe enseñarnos que las cosas que regimenté valen y que son permanentes están al alcance del más pobre. Pero esta guerra sin cuartel al desperdicio tiene sus ironías. Una de las noticias a este respecto nos anuncia que el gobierno va a prohibir la manufactura del aguardiente durante la guerra para ahorrar melaza. Con razón un comentador dice que "algún día el gobierno pasará una medida semejante para salvar vidas humanas! Página 2 illljll Ijlllil TUESDAY, MAY 4 2004