un día en que loe que huyeron por su temor no tendrían dónde esconderse. Aun en aquel día se oiría el sonido de un canto. (¿No lo hemoe oído todos?) Is el canto de aquellos que. en otro tiempo, antes de que viniera calamidad, escogieron al Señor como su Dios (Isaías 26:1), y su vida fue un canto continuo de alabanza y exhaltaclón a su nombre. En buenos y malos días esta gente había seguido fiel a Dios, dándole gracias continuamente por sus maravillosas obras, su fidelidad, su verdad, y su cuidado en tiempos de necesidad y de tribulación. Así que en aquel día —el día de necesidad— estaban preparados. Nada podía destruir su paz Interior. Sabían en quien confiaban. El cuidaría su alma del No hay sonido más dulce que el canto de un corazón que tiene fe. Oractón: Padre, te pedimos que nuestros pensamientos siempre estén en tus cosas. Amén. Leeeién de la Eeeeela Dominical para el 1» Títalo: Beedieióii a ana Extranjera. Pasaje: Libro de Knth. L. 11 de julio: Manifestación de amor, Ruth 1:1-7, 14-18. ün soldado volvió a su país con una esposa extranjera a quien le fue muy difícil adaptarse a las costumbres tan diferentes a las de su país. La familia del joven oró al Señor pidiendo que les guiara en hacerla sentirse bienvenida y aceptada por todos. Acordaron vivir su religión de tal manera que influyera para que ella aceptara a Cristo. La madre del joven pidió a su nuera que preparara algunas comidas típicas de su propio país, y luego invitó a algunos vecinos que fueran a conocerla y a probar lo que ella había hecho. Le hicieron una cordial Invitación a asistir a todos los servicios de la iglesia y de vez en cuendo fue al templo con su es- E1 director del coro la oyó cantar, se dio cuenta de que tenía buena voz y la invitó a cantar un número especial en el programa de Navidad. Ella aceptó y cantó tal como si el mensaje de los himnos tuvieran un significado especial para ella. Algún día, posiblemente manifestará su amor por su suegra con las antiguas palabras de Ruth: "Tu pueblo ser* mi pueblo, y tu Dios mi Dios”. Oractón: Padre celestial, concédenosel espíritu de Jesús para que nuestras vidas dirijan a otros a ti. Amén. M. 14 de Julio: Encuentro extraño, Ruth 2:1-7. Booz fue bondadoso con Ruth porque él pertenecía a una nación que temía al Señor y obedecía los divinos mandamientos en relación con el trato que se daba a los extranjeros. Booz pudo haber hecho tres cosas cuando encontró a esta extraña Joven recogiendo espigas en su campo: haberla echado de su campo, no haberse fijado en ella, o ser bondadoso con ella. Escogió lo último, proporcionándole así un poco de gozo a su triste vida. Goethe dijo: La bondad es la cadena de oro que une a la sociedad. Con sólo una palabra bondadosa pedemos animar a una alma desilucionada, y ayudar a hombres caídos a levantarse con nuevo valor y esperanza. Cuesta muy poco, pero significa mucho. Oración: Bendice la tierra que amamos, y haz que sea un verdadero hogar para todos. Amén. M. 15 de julio: Alas de refugio, Ruth 2: 8-13. 81 José no hubiera sido vendido como esclavo posiblemente no hubiera llegado a ocupar un lugar promlente en Egipto. 81 Lincoln no hubiera fracasado grandemente como mercader, posiblemente no hubiera entrado a la política y no hubiera llegado a ser presidente de su país. En igual forma si Ruth no hubiera sufrido la tristeza y pesar, posiblemente se hubiera quedado en Moab y nunca hubiera ido a Bethlehem. Y si no hubiera sufrido pobreza y no hubiera tenido que recoger espigas para alimentarse, posiblemente Booz nunca se hubiera fijado en ella. Dios tiene el poder de hacer que todas las cosas ayuden a bien (Rom. 8:28). Así que usó la tristeza y la pobreza de Ruth para guiarla a una vida más abundante y completa. Muchas veces Dios usa lo que nosotros pensamos que es desdicha y obstáculos, como guía, ayuda, y camino que nos allega más a él y a bendiciones aún más grandes. Oractón: Padre bondadoso, ayúdenos a ayudar a aquellas personas tristes y abandonadas que necesitan de ti. Amén. J. 16 de Julio: Bendición para una extranjera, Ruth 2:14-20. “Sea él bendito de Jehová”, dijo Noe-ml, cuando Ruth volvió de espigar con sus canastas llenas de cebada. Aquella 28 IL HOGAR CRISTIANO