4. Crece en el jardín y es muy fragante, y lo contrario a vuelta _ (Flor-ida' 5. Nombre de una señorita y una seña para distinguir (Dina-marca- 6. Algo de comer y una forma del verbo amar i Pan-ama ■ 7. La orilla del mar y una persona adi- nerada < Costa-Rica. 8 Un cabello blanco y una forma del verbo dar .Cana-da. 9. Sirven al ave para volar y el sonido de una letra del alfabeto .Alas-ka1 10. Un presidente de México y dos vocales «Aleman-iai 11. Una afirmación y una forma del verbo reir «Sl-ria» 12. Dos vocales y el atavio de una persona -Eu-ropa* 13. La vocal "a" y una enfermedad muy común entre los animales (A-rabia. 14. Nombre de una mujer, la consonante "n" y las 24 horas iNorma-n-dia. 7. Adivinando el Oficio: Formación: Dos partidos a los dos extremos del salón. Debe señalarse una zona de seguridad para cada partido. Instrucciones,: La primera fila escoge un oficio como el de zapatero. Estos llegan hasta el otro grupo y se entabla la siguiente conversación: la. fila; Aqui estamos. 2a. fila: ¿De dónde vienen? la. fila: De Nueva York . es bien conocido de todos. Y aun cuando no encontráramos otra cosa, tenemos un imperecedero monumento de la inspiración religiosa en las sublimes estrofas de esa porción biblica que conocemos con el nombre de Salmos, esa serle de conceptos poéticos en que el arte de la rima ha tenido su más hermosa exposición. y en la que el alma humana ha encontrado siempre un manantial inagotable de consuelo, magnificas lecciones que aprender, y una fuente de aliento y confortación. Y en cuanto al Nuevo Testamento, esa bendita porción del Libro Santo, realmente comienza con los cán- EDUCACION CRISTIANA MUSICA ticos de alabanza a Dios por sus inenarrables bendiciones. En efecto, en sus primeras lineas encontramos lo que ha sido llamado el magnificat de María (Luc. 1:46-551, los cánticos de Zacarías y el anciano Simeón, y el aleluya de los ejércitos celestiales. Cristo y los once apóstoles, al terminar la memorable cena, cantan el Salmo Pascual, antes de salir para que se consumara la traición. Pablo y Silas, encarcelados por su fidelidad al Maestro. en su confianza y dependencia de Dios, elevan sus voces que los grilletes no pudieron acallar, y prorrumpen en aquel himno de maravillosa paz y seguridad, que hizo que los corazones de los que escuchaban se conmovieran, asi como por el poder de Dios las paredes de la cárcel retemblaron y todo el edificio se conmovió hasta en sus cimientos. Por fin. Juan, en su gloriosa visión apocalíptica, desterrado en la rocosa y solitaria isla de Palmos, oye las voces de los redimidos que cantan un himno nuevo, que dice: "Digno eres tú de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste inmolado. y has adquirido para Dios. con tu misma sangre, hombres de toda tribu, y lengua, y pueblo, y nación; y los has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes: y reinarán sobre la tierra." Y este otro:— "¡Grandes y maravillosas son tus obras. oh Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de los siglos! ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? porque tú solo eres Santo: porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de ti; porque tus actos de justicia han sido manifestados". De la historia de la iglesia cristiana es imposible arrancar esa brillante página del cántico religioso; porque sin ella, esa historia quedaría incompleta y perdería uno de sus más hermosos ornamentos. Se ha dicho, y con mucha razón, que la religión cristiana es la religión que canta; que cuando otras religiones desconocen en lo absoluto el canto, esta religión no sólo prorrumpe en cánticos, sino que produce cánticos, haciendo que en el arpa del corazón vibren las cuerdas más dulces y armoniosas. En efecto, la religión cristiana posee todos los elementos necesarios para producir el canto más inspirado. tierno y devoto. Es que la música de la fe. de la esperanza, del amor — de todas las grandes virtudes y los sentimientos inefables — naturalmente tiene que ascender del corazón a los labios, para traducirse en jubilosos cantos e himnos espirituales. Cuando pensamos detenidamente en esto, no podemos llegar a concebir que nuestra religión — la religión cristiana, que preconiza la salvación eterna por medio del derramamiento de la sangre preciosa del Cordero sin mácula — pudiera existir sin esas inspiraciones y exhalaciones del alma, que se convierten en cantos. Por eso 29