«. y- ojos cuando empieza a hablar? Es como resplandor de hoguera lejana. -r-Y es nuestra hija. —Y nos quiere con todo su corazón. r-Y aborrece a los hombres, que renegaron de ella. —Yo la he traído—dice el lobo más joven—dos corderos que robé en la majada: rastro de sangre venían dejando por el camino, y aun estaban calientes cuando se los di. —Yo la he traído fresas del bosque y violetas tem-pranas—dice el más viejo. El joven se burla: —¡Violetas tempranas! —Has de saber—replica el viéjo—que al mirar tus corderos lloró, y gustando mis fresas y aspirando el aroma de mis flores, se echó a reir. —¡Violetas tempranas!....—-sigue el joven la burla y el viejo se enfurece. —¡Paz, paz!—dice la voz cristalina de Bien-Hallada. —Me gustan los corderos y las flores, porque son vuestros y son para mí.----------—-------------------------------- Y acarician sus manos halagadoras el lomo erizado de sus padres lobos, los cuales, cuando llega la noche, como viejas nodrizas, inventan consejas para adormecerla mientras en el hogar chiporrotea el tronco, y en el cañón de la chimenea aúlla el vendaval sus hazañas. ♦ ♦ ♦ . Es en el bosque y es en la primavera. Los padres lobos tienen consejo. —Bien-Hallada está triste. —Muy triste: ayer la vi peinarse a orillas del arroyo, y caían sus lágrimas en la corriente. —¿Lloraba.... ? —Y llora de noche, cuando la luz se apaga y cree que nosotros dormimos. —Ha soltado el jilguero que tenía en -la jaula. —Sí; y al soltarlo dijo..... —¿Qué dijo? —No lo sé: una palabra que craYomo una música y que yo no entendí. No era mi nombre ni vuestros nombres. v Los lobos meditan; después corren al monte, des- , cienden al valle y entran e.n la ciudad en busca de regalos para su hija. Está Ja guarida repleta de blancos vellones, de carnes sangrientas,1 de flores y de frutos. A cada hora traen los lobos solícitos un nuevo dón. Bien-Hallada sonríe. —Gracias, mis padres lobos, dice tristemente. • Y los padres Jobos, cuando llega la inoche y ella llora, amparada en las tinieblas, lloran también oyéndola llorar. • V , --- -7> ‘ 1 Es la mañana radiante del primer día de verano. —¡ Bien-Hallada !-4-grita al despertar el lübp viejo. —¡Bien-Hallada!—repiten sus hermajios. Bien-Hallada no está. Buscan los lobos en la guarida: Bien-Hallada ¡no está/? Corren -al monte, vanse al arroyo, intérnanse en el bosque.... Bien-Hallada no está. —Nos han robado—dice el viejo. —Yo la encontraré—grita lleno de rabia el lobo joven. Y parte. Llegada la noche, vuelve satisfecho: —Sé dónde está. Seguidme. Es moche obscura y tibia, cantan los grillos y las cigarras y huele a madreselvas y a jazmines. Pasan los lobos por la era: un-'perro ladra, los labradores duermen, pero uno desvelado, canta una copla. Refulgen las estrellas como ascuas. Pasadas las eras entran en el pueblo: parece que las calles se han dormido. Hay una plaza sobre la cual una ventana manda un rayo de luz; emtre los hierros de la ventana hay rosas y claveles. Dentro suena la voz de cristal? —Es Bien-Hallada. v —Y es el que la robó. —Devorémosle. —Oíd—dice el viejo. Y oyen que Bien-Hallada dice al robador: —Eres mi vida. • * * * 4 Los lobos vuelven melancólicamente, barriendo el suelo con las colas. Ha salido la luna. —Como ésta era la noche en que la hallamos. —Pero era invierno. Pasan por el puente, sobre el rio. —Debimos devorarle. —¡Devorarle! ¿Y cómo? ¿No oísteis que le dijo Bien-Hallada: “¿Eres mi vida?” —Vamos a casa. —¡A casa! ¡Qué contemta estaba! Pasaron por la ermita: la Virgen seguía contemplando el lucero. —Aquí. —¿Dónde vas tú? —Voy a traerla. ¡Es nuestra hija! No quiero que ese hombre se la lleve. —Calla, hermano, calla........¿No ves que ella es feliz? Así los lobos departían tristemente bajo la luz de plata que iba dejando caer la luna. G. MARTINEZ SIERRA. j k,<.a>Vu>