09 jueves 09 de diciembre de 2010 Detrás de la máscara Especial, DiaríOSanDiego. Wiki-mundo Jorge Ramos Ávidos Especial para Pierio sen Diego Nada es secreto. El torrente reciente de documentos confidenciales de la política exterior estadounidense revelados en el sitio WikiLeaks confirma que estamos en un mundo más abierto y transparente que nunca. Y la sencilla función de WikiLeaks parece ser la nueva premisa del siglo 21: una vez publicado, nada desaparece. Si algo apaiece en la pantalla de una computadora, muy probablemente sera guardado en alguna parte. En esta era digital, incluso un texto intimo puede convertirse, con sólo un clic del mouse, en un asunto publico. Futuros candidatos presidenciales se están descalificando de competir cuando, dentro de dos o tres décadas, las provocativas fotos y declaraciones que hoy presumen alegremente y sin vergüenza en Facebook y Twitter, vuelvan a aparecer. Esencialmente, lo que suponíamos privado ha dejado de serlo. Nadie es inmune. Y en estos días, cualquiera armado con una computadora puede buscar y revelar un secreto de Estado. La publicación de más de 250,000 documentos del Departamento de Estado estadounidense y cables diplomáticos de sus embajadas y consulados en todo el mundo nos permite inspeccionar el engranaje de la diplomacia de Estados Unidos. Lo que hace tan fascinantes estos documentos es el hecho de que podemos ver lo que está prohibido. Este el sueño hecho realidad de cualquier voyeurista politico. Al leer los documentos de WikiLeaks estamos ahí, sentados al lado del embajador, hablando con el primer ministro, con el líder de la oposición o con un general. Aun que no nos invitaron a la fiesta, podemos escuchar la música y ver a los invitados a través de la ventana. Y podemos escuchar sus conversaciones. Por supuesto, muchos de esos cables y memorandos secretos están llenos de descripciones poco halagüeñas de lideres mundiales Otros consisten en recomendaciones y proponen cambios de política; algunos revelan amenazas (veladas y no tanto); y hasta hay simples chismes después de una borrachera. Pero todos tienen algo en común: ese tinte de autenticidad, de verdad. Como lector, uno se queda con la impresión de que las acciones y conversaciones resumidas en estos documentos son versiones no censuradas de lo que verdaderamente pasa entre políticos y diplomáticos -'- no lo que se informa en los diarios, la televisión o internet. Y ésa es una diferencia importante, dado que asuntos inquietantes fueron revelados por WikiLeaks Algunos ejemplos: el temor del go-.bierno mexicano de "perder" territorio ante los narcos; las versiones de que espías cubanos están operando dentro del gobierno venezolano; y el peligro de que material nuclear en Pakistán pueda terminar en manos de terroristas. Asuntos médicos también son revelados, como el supuesto tumor nasal del Presidente de Bolivia, Evo Morales, y especulación acerca de la estabilidad emocional de la Presidenta Cristina Fernandez, de Argentina. Y hasta se mencionan rumores acerca de la forma de divertirse de los primeros ministros de Italia y de Kazajstán. Se detallan instrucciones a los diplomáticos estadounidenses para que obtengan los números de las tarjetas de crédito de altos funcionarios de las Naciones unidas. Este vistazo intimo a los mundos privados de gente influyente no es algo que les agrade. Julian Assange, un australiano de 39 años fundador de WikiLeaks, se encuentra ya en la mira de los poderosos. Enfrenta acusaciones de ofensas sexuales en Suecia y fue arrestado sin derecho a libertad bajo fianza por un tribunal en Londres el 7 de diciembre. Assange niega las acusaciones. argumentando que son una represalia por el impacto que ha tenido WikiLeaks. Pero, pase lo que pase con Assange, el jarrón de cristal de la confidencialidad está roto y ya no hay manera de pegar todas sus partes. Aun si Assange y WikiLeaks desaparecieran, otros seguirán su ejemplo ¿Por qué7 Porque hay una necesidad urgente de más transparencia en cuanto a los actos de los gob.ernos - particularmente en América Latina. Yo quisiera saber, por ejemplo, por qué muchos ex presidentes y altos funcionarios mexicanos terminan sus mandatos como multimillonarios, dado que la suma de sus salarios no puede explicar sus fortunas. ¿Cómo le hicieron? Estoy seguro que la explicación está escondida en alguna computadora gubernamental Basta el clic de un informante para que nos enteremos de todo. Las revelaciones como las de WikiLeaks llenan un vacio. Los funcionarios públicos son, finalmente, empleados que deben responder a los ciudadanos y están obligados a dar cuenta de sus gastos y acciones. Si no lo hacen voluntariamente, WikiLeaks (o alguien más) se encargará de hacerlo por ellos. ¿Es legal? Eso depende de las leyes de las naciones involucradas. Pero sospecho que, en la misma forma en que Napster cambió la industria de la música en el 2000 al proponer que los MP3 debían ser gratis y compartidos en linea, WikiLeaks está cambiando la política mundial al demostrar que nada, ni los asuntos más confidenciales, deben ser mantenidos en secreto. En realidad estamos viviendo en la conectada, mterdependiente "aldea global" prevista por Marshall McLuhan hace medio siglo. Por supuesto, las paredes en torno a esa aldea se están haciendo más transparentes y ya nadie se puede esconder detrás de ellas (Jorge Ramos, periodista ganador del Trofeo Emmy, es el director senior de noticias de Umv.sion Network.) Bitácora La invasión Rafael Prieto Zartha Especial para Diario San Diego Los antiinmigrantes frecuentemente acuden a un patriotismo espurio para justificar su posición recalcitrante de repudio contra ios indocumentados que se han afincado en el país. una referencia común es la sección cuarta del articulo cuarto de la Constitución: "Los Estados Unidos deben garantizar a cada estado de la unión una forma republicana de gobierno y proteger a cada uno de cualquier invasión". Esta visión fue esgrimida en 1994 por el ex gobernador de California, Pete Wilson, para sustentar sus reclamos contra el gobierno federal y promover la Proposición 187, que planteaba negarle a los inmigrantes indocumentados servicios sociales, servicios médicos y educación pública. El cuento de la "invasión" aparece repetido en el variopinto abanico de portales de internet Desde los más moderados hasta los más extremistas machacan la palabra invasión. La abrumadora mayoría ignora como se dio el incremento de la población indocumentada después de que la ley de amnistía de 1986 legalizó a tres millones de inmigrantes clandestinos. Paradójicamente, una de las narraciones más claras la hizo precisamente Mark Krikorian, director ejecutivo del restriccionista Centro de Estudios de inmigración (CIS), productor por antonomasia de los reportes más implacables contra la inmigración "ilegal". El 15 de junio de 2000, durante una presentación ante el Subcomité de inmigración y Quejas de la Cámara de Representantes, Krikorian contó: "Cuando el Servicio de inmigración y Naturalización (INS) llevó a cabo redadas durante la cosecha de cebolla Vidalia en 1998, el modesto numero de ilegales que logró detener fue eclipsado por los miles de ilegales que huyeron de los campos para evitar ser arrestados. En cues tión de horas, los empleadores y los políticos locales expresaron su disgusto, y para el fin de semana los dos senadores de Georgia y tres representantes (a la Cámara) enviaron una carta al fiscal general y a los secretarios de Trabajo y Agricultura criticando ferozmente la acción del INS por su 'falta de consideración con los rancheros'". Durante esa primavera en Georgia, el director de distrito local de inmigración suspendió totalmente las redadas, a petición de los cultivadores de cebolla, hasta que la cosecha fue recogida completamente. Esa anécdota refleja la verdadera historia de la "invasión", que se realizó con la connivencia de empleadores, políticos y autoridades gubernamentales, que favorecieron intereses económicos antes que respetar la ley. Los 11 millones de indocumentados no aparecieron por arte de magia en Estados Unidos, ni la res ponsabilidad de su tan denunciada ilegalidad es enteramente suya. No obstante, seria negligente desconocer que entre los millones de trabajadores inmigrantes honestos que se han radicado en Estados Unidos, no se han colado miles de manzanas podridas. Al país han llegado bandidos con prontuarios registrados- en las fichas penales de sus países, asi como gente que aparece en la red virtual con nombres y apellidos completos por haber cometido fechorías. Durante mis días de trabajo de reportero entrevisté a un centroamericano recién llegado que me contó que algunos criminales que él conoció se vinieron para Estados unidos después de cometer delitos graves, para escabullirse de la justicia. Un ex suegro mío, de origen sudamericano, que trabajó en el sistema penal de su país, llegó un día pálido a la casa, porque se topó en un restaurante de Nueva Jersey con vanos de los reos más peligrosos que había visto en la cárcel Pero a Estados unióos no solo han arribado los delincuentes comunes, también han aparecido los malandrines de cuello blanco: los politicos corruptos, los banqueros inescrupulosos y los militares abusadores. independientemente de la existencia de ese grupúsculo odioso, la campaña montada por los antiinmigrantes con el argumento de la "invasión" ha sido injusta y sus generalizaciones sobre los indocumentados inicua infortunadamente, tal parece que para los inmigrantes honrados que ya desgastaron sus órganos vitales trabajando en este país, no habrá una segunda oportunidad en esta tierra. Rafael Prieto Zartha es un periodista independiente que escribe sobre inmigración y otros temas relacionados con los hispanos