DE LA RELIGION. 211 19. —Es falso que el autor del libro 2.° pidiese que se le dispensasen los errores en que hubiese iñcttrfidd; tampoco dice que no pudo entender el sentido de lo que copiabá, ni cosa semejante: lo que dice en el cap. 2.°, v. 23, es lo siguiente: IT recobraron d mas famoso templo de todo el mundo, y libráron la ciudad p restablecieron lets leyes que estaban abolidas, mostrándoseles propicio el Señor, y dándoles toda paz. Después de este verso/que como se ve, no dice cosa alguna de lo que asienta el autor deDcúadei no, es cuando comienza á hablar el autor sagrado de este libio 2.° del trabajo que tuvo en compendiar en un solo volúmen los cíhCo libros que escribió Jason de Cirene; y de lo que los hereges abusan piara negar la canonicidad de este libro es, de que diga el autor y hable del trabajo que tuvo en ordenarlo y escribirlo, como se lee desde el v. 24 hasta el 33 en que acaba el capítulo; abuso injusto, porque si bien el Espíritu Santo asistió á los autores sagrados para que no se estraviasen un ápice de la verdad, no por esto les quitó el trabajo de escribir, ni de valerse de los medios comunes y ordinarios para imponerse de los hechos que referian. San Lúeas dice al principio de su Evangelio que iba á escribir las cosas que' habían sido cumplidas, como las contároñ los qüe desde éíprincipio lás vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra: cap. l.“, v.'-2; y bien se deja conocer que preguntaría, que oiría, que compararía y coordinaría las relaciones que le hacían de estas cosas: fué no obstante asistido del Espíritu Santo: y por inspiración suya escribió su Evangelio, lo mismo que el autor de este libro de los Macabeos, fué asistido é inspirado por el Espíritu Santo, no obstante el trabajo que puso en leer y compendiar los libros de Jasón. 20. —Los versos 38, 39 y 40 con que concluye el cap. 15 y el libro 2.° de los Macabeos, dicen así: Pondré fin á mi narración, y “ si está bien y como lo ecsige la historia, esto es lo que yo deseo; “ pero si está con menos dignidad, se me debe disimular. Porque “ así como es cosa dañosa él beber siempre vino ó siempre agua; “ pero su uso alternativo es agradable: así también’, si el discurso “fuera siempre limado, no seria grato álos lectores. Aquí, pues, “ será el fin.” ¿En dónde-se encuentra aquí la falta de capacidad, dé inteligencia y demas que contra toda verdad supone el autor del cuaderno? En ninguna parte. 'En el núm. 12 de esta carta dije que el Espíritu Santo se acomodaba al estilo y modo de hablar de los mismos á quienes asistia é inspiraba para que en todo escribiesen la verdad: San Pablo, v. g., decía de sí mismo en la carta 2.a á los Corintios, cap. 11, v. 6: aunque yo eoy tosco 6 imperito en la palabra, mas no en la ciencia; ¿y ha habido alguno que por esto niegue la canonicidad de sus epístolas?