LA VIOLETA. 141 ción tanto física como moral c intelectual de las generaciones futuras. La educacón física por que teniendo vastos conocimientos de fisiología contribuirá de una manera eficaz por medio de la gimnástica higiénica al desarrollo gradual de los incautos se res que el Creador ha confiado á su angelical custodia. Lajintelectual por que desde que aparecen en el cerebro del niño los primeros fulgores de la razon, solo ella con su bondadoso anhelo puede contribuir á su perfecto desarrallo empezando por explicarle todo lo que le rodea, internándole después en los misteriosos fenómenos de la Naturaleza. Y en cuanto á la moral ¿qué mejor institutriz que la mujer,espejo fiel de las virtudes celestiales/ ella en su afan de formar un corazón leal y sincero procurará en todos sus actos inculcarle las virtudes que serán mas tarde el astro luminoso que lo guíe en su juventud, y el váculo sagrado en que se apoye cuando el invierno de la vida cubra de nieve su venerable cabeza. Ha llegado el siglo de las luces y con él la gloria de la mujer, ha llegado esa época en que los historiadores y poétas le han dedicado una página Sagrada que ha sido el principio de su dicha idolatrada ¡¡Oh!! sociedad bendita de este siglo, á tí debe la mujer los primeros fulgores de su gloria, no olvides que ella siempre tierna grava rá tu nombre en su memoria y en los momentos de dicha inefable recordan do su pasado como sombra que se desvanece en los anales de la historia, pensará agradecida que á tí debe los instantes primeros de sus venturosos días. Y vosotras las que compartís conmigo los rudos trabajos de esta escuela, os toca hacer que la tempra na juventud que se confie á vuestras fuerzas mire con admiración la bri llante época en que la mujer ha conseguido su triunfo, y guarde respeto para el siglo que ha dedicado sus laureles á la gladiadora del trabajo que hoy se presenta á la arena cubierta con las coronas de su merecida gloria. Y si en su ignorancia, su esquisita sencibilidad y acendrado cariño for maban un hogar tranquilo y risueño para el hombre,en su instrucción, edu cando sus sentimientos y comprendiendo la misión á que ha sido llama da, para que lo que alegre, hoy sea feliz, lo que antes era un valle de lágrimas sea en el las delicias de un ce leste paraíso. Celeste. Monterrey, Octubre de 1893. * EN ECL PANTHON. Tu nombre busco de dolor trancida Para regarle con amargo lloro.... No estás aquí, vida de mi vida, Mi ser idolatrado á quien adoro. ¡Ay! quizá al pasar, inadvertido Tu sepulcro ignorado, padre mió, Hoyando con mi planta en mi des-(cuido Y profanarlo así tu lecho frío. No es aquí: me decia delirante, Y anciosa le buscaba más allá Sudorosa y de dolor jadeante, Suspendía mis tareas ya. Aflijida cojiendo mi breviario Con ahinco comenzó á rezar Y en el silencio del fúnebre santuario Se escuchaba mi voz mi sollozar. Descansa en paz, padre del alma, Que no turve tu gloria mi lamento Ni la dicha te arrebate ni la calma, Esos ayes que arranco á mi tormento. A lo lejos resonaba allá una voz Es el eco que repite, conmovida De tu hija las plegarias á su Dios Que terminen los afanes de la vida. Virginia Mario. Monterrey, Nbre. 2 de 1893.