La fanúlla en toda su historia ensefia que el hombre no puede ser promiscuo impunemente. La familia no tolera la impureza sexual. En este caso la familia funciona como la institución sagrada que determina los ajustes biológicos de los seles humanos. Es en la familia en donde el hombre aprende a obrar en presencia de otras personas. La verdad del asunto es que en la familia es en donde el nifio aprende sus primeras lecciones de personalidad. En ella el niño aprende que hay otras personas ante quienes debe obrar y que su bienestar depende de su manera de ajustarse a los demás. El hogar ofrece al niño ricos medios de adaptación como parte del procero de la vida. Esto quiere decir que las primeras lecciones de cooperación, de trabajo Juntos se reciben en el hogar. El fundamento, la base de la sociedad humana estriba allí. Las actitudes de los niños hacia los demás, hacia las instituciones humanas se aprenden allí. Este aspecto social de la familia presupone la tarea de hacer del hombre algo más de lo que sería si fuera dejado solo. La familia sirve como el agente so-cializador que desarrolla los elementos innatos de la personalidad humana. Debido a la complejidad de la vida moderna es muy difícil ver cómo la familia es él genio de las artes y los oficios humanos. Pero una sencilla mirada a las sociedades simples nos lo dirán claramente. Por ejemplo, en las sociedades simples, la función económica de la familia resalta y la familia se ve como el depósito de las artes, los oficios y las ideas que dieron nacimiento a tales objetos. En estas sociedades el centro de producción es el hogar, y todas las actividades que en él se efectúan giran en tomo a abastecer sus necesidades. El niño obra como obra el padre, imita a su padre en sus tareas. La educación del niño es sencilla, por medio de la imitación; aun su misma manera de Jugar es en tomo a abastecer sus necesidades. Lns padres hacen más que un simple esfuerzo de estimular a sus niños a que los imiten. Al crecer los niños, los padres los inician en las ocupaciones diarias que son parte fundamental de la familia. Entre los indígenas de Maori, en las islas del Pacífico, vemos cómo el hogar desempeña un papel muy importante en la enseñanza vocacional del niño. Allí, los padres dan a sus niños una especie de introducción a la técnica de varios oficios incluyendo el de las reglas mágicas. Los niños también acompañan a sus padres en la caza y en sus expediciones piscatorias. En ellas son instruidos en las ideas económicas de su pueblo: y también en las artes de la casa y la pesca como en los asuntos de propiedad y fronteras tribales. En el Congo africano, de igual manera, los niños trotean detrás de sus padres en sus hazañas, aprendiendo asi los secretos de la vida. En nuestros días modernos el genio del hogar no es más visible; pero el genio está allí. La cultura moderna da a la familia sus funciones y su contenido asignando a la relación del padre con el hijo la obra de introducir al niño al círculo social que ha de formar gran parte de su vida. Esto quiere decir q«ie el hogar da una introducción social al niño. En este sentido la familia puede concebirse como la institución que obra entre el individuo y la comunidad exterior. O lo que seria lo mismo, el agente interno de intereses constantemente en relación con lo que en contraste es el mundo de afuera. Lo significativo en este respecto es que la familia es el medio que relaciona al niño con el grupo social y que quita de él cualquier expresión de individualismo que viola el orden social. La familia debe proporcionar esta preparación porque solamente así puede vivir. Es en esto en donde la responsabilidad social de los padres se basa. Est^ hace de la familia tina estructura social fundamental y crea dentro de ella una cultura muy singular y propia. Las ideas, el comportamiento, la religión y todos los demás conceptos forman parte de la cultura de cada familia. Esa manera de pensar, sentir y obrar de la familia es su cultura, y esto es lo que forma la estructura social del hogar, y viene no como el resultado de profunda meditación, sino como el resultado natural de la manera de vivir de la familia. La persona, el niño o la niña se mueven en una rutina familiar, rutina de comportamiento y actitud que culmina en carácter, hábito que es tan compulsivo que se presenta como la única manera propia de vivir. La importancia de lo que hemos dicho no se apreciará a menos que recordemos que gran parte del efecto del hogar no es el producto de un esfuerzo premeditado, un procedimiento consciente de instrucción, sino que el nifio recibe las-Influencias poderosas y persistentes que forman parte de la misma vida de los padres, las cuales se embeben inconscientemente. Es la frecuencia y la naturalidad de esta transmisión cultural la que establece la educación en la personalidad del niño. En otras palabras, no es lo que los padres enseñan sino lo que los padres viven lo que los niños aprenden. Es la cultura del hogar, esto es, la msnera de BL HOGAR CRISTIANO 3