Marzo KENISTK EVANGELICA 171 Aguila.... • En los países como el Canadá, donde hace mucho frío en el invierno y donde, además, hay frecuentes inundaciones de los ríos, éstos, a veces, llevan hacia el mar casas, cabanas carros y hasta cadáveres de ovejas, etc., que han arrastrado las i daciones. Un día al anochecer, un aguda se poso encima de u toro muerto, llevado por la corriente de un no. , Hacía mucho frío, pero el águila se agarro con mas tenacidad El que nunca al cuerpo inerte del toro. Conforme avanzaba la noche y recrudecía el frío, la sangre del toro se hacia más y más sólida. El águila no paraba mientes en esto; no quería perder la ocasión de hartarse, porque un toro ent >ro no era cosa para despreciar; sus garras quedaron heladas y asidas a la carne del toro, que se había hecho dura como una roca. Así pereció el águila junto a su presa. Somos como el águila, creados para volar muy alto: pero si, como ella, buscamos las cosas de la tierra, hartándonos de placeres ilícitos, encontraremos que nuestro corazón quedará helado para todo lo que es santo o hermoso y sin deseos de acercarnos a nuestro Dios. "El Tostigo de la Plata. o- Démosle Gracias ¡Pan! Comí pan hoy, quizá sin haber pensado en el Dador. El pan cotidiano es la base, el elemento principal, de nuestro sustento. El pan se elabora de la harina y la harina se prepara en el molino, pero más allá del molino están el trigo, el aguacero, el sol y la Divina No olvidémonos, entonces, de dar gracias al Dador de toda buena dádiva y todo don perfecto, porque desciende del Padre de las luces, el Gran Monarca del Universo. ------o------ Según lo que Sea Cuando James A. Garfield era Presidente del colegio 9b®r.1‘n cierto hombre trajo a un hijo suyo para que fuese admitido como alumno y para el cual deseaba un curso mas corto que el ordinario. . , . „„ —El muchacho nunca podrá meterse en la cabeza todo eso, dijo el padre, necesita pasar ligero. ¿Puede Ud. arreglar eso para él? . i —Oh sí, dijo Mr. Garfield. Puede tomar un curso corto, todo I depende de lo que Ud. quiera hacer de él. Cuando Dios quiere hacer una encina toma cien años, pero solo toma dos meses I cuando quiere hacer un zapallo—El Cristiano.