M. 23 de diciembre; Comprendiendo la señal, Marcee 1:14-21. El dueño de una plantación de cada de azúcar habló con un joven compañero de viaje, n joven, después de expresar el temor a la muerte que habla sentido toda ■u vida, le preguntó sinceramente: “Si existe Dios y si hay cielo, ¿por qué no noe da Dios una sedal o nos envía un mensajero a revelárnoslo?" El laico cristiano contestó inmediatamente: “Ya lo ha hecho. El me envió a mí a decírselo a usted. Si todos los que lo conocemos y somos salvos viviésemos como debemos y testificáramos a otros como debemos, el mundo vería su sedal." ¡Cuán cierto es que hay bastantes sedales para aquellos que tienen ojos para ver, oídos para oír, y corazones que perciben y comprenden! Y qué trágico es que existen otros, como los hermanos del hombre rico de la parábola, quienes “si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos". Oración: Buen Salvador, perdónenos nuestra ceguedad. Dános ojos para reconocer tus señales. Amén. M. 24 de diciembre: Viste para el ciego. Marcos 8:22-26. Una joven dijo en una ocasión: "Si yo no tuviera otra evidencia del poder de Cristo mas que el cambio que él operó en la vida de mi hermano, creería en él por esta sola razón." Y ha sido así en el transcurso de los años. El poder de Jesús para salvar y restaurar a los hombres perdidos y ciegos, es la prueba de que es el Hijo de Dios. Cuando Juan el Bautista envió mensajeros a Jesús preguntando si él era el Mesías, Jesús respondió: “Id, dad las nuevas a Juan de lo que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado el evangelio." ¿Están buscando todavía señales? ¿Están buscando evidencias? Lean la historia, miren las pruebas —los hospitales, los orfanatos, y escuelas cristianas en el mundo; miles de lugares donde se predica el evangelio, y millones de vidas transformadas por todo el mundo— todo en el nombre de Jesús! Oración: Te damos gracias, buen Dios, por la experiencia de salvación que hemos tenido. Amén. J. 25 de diciembre: "¿Quién dicen los hombres que soy yo?" ¡Navidad de 1868! Nos parece extraño que este día hayamos leído acerca de esta pregunta de Cristo; pero es muy apropiado que esta Navidad escuchemos te pregunte que él hace a nosotros: "quién decís que soy yo?" La respuesta de Dios la encontramos en la Escritura; pero te respuesta nuestra se encuentra en 1a manera que somos y vivimos. Escuchemos a Cristo preguntándonos. ¿Quién dicen los hombres que soy yo por los regalos que has dado este Navidad? ¿Fue para mí el regalo más grande o el más pequeño? ¿Qué has hecho en mi nombre por "uno de estos mis hermanos pequeftltos"? ¿Quién dicen los hombres que soy yo por 1a manera como tú pasas el tiempo? ¿Me dedicas un momento cuando terminas de hacer todo lo demás? o ¿buscas en primer lugar mi compañerismo y amor? ¿Quién dicen los hombres que soy yo por el aprecio que demuestras por los regalos recibidos? ¿Les has dicho a tus amigos cuánto aprecias algún regalo, y has olvidado hablarles de mi, el más grande regalo que has recibido? No podrás cantar sinceramente “¡Dichosa tierra! proclamad que vino ya el Señor", si él no ha venido a tu corazón. Oración: Padre, permite que nuestra vida proclame que tú eres nuestro Rey y Señor. Amén. V. 26 de diciembre: El resultado del sufrimiento, Marcos 8:31-33. Había una niftita cuya madre trataba de evitarle toda tristeza y desilusión aun por tes cosas más pequeñas. Posiblemente pensarán que este pequeña niña era muy afortunada, y que su madre era muy sabia; pero la vida enseña una lección muy diferente. Dios permite que las tristezas pequeñas de la vida nos preparen para las tristezas más grandes. Dios usa nuestras desilusiones y pruebas para ayudamos a crecer, enseñamos a amar y tener compasión. Somos hechos perfectos por medio del sufrimiento, y por este proceso descubrimos el significado más amplio y más completo de la vida. La ostra convierte la arena que la lastima en una hermosa perla. Cristo dice a los enemigos del cristianismo: “Apártete de mi, Satanás." El convirtió la cruz —emblema de muerte vergonzosa— en victoria y vida eterna. Oración: Padre santísimo, que nuestra oración sea como la del salmista: “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos." Amén. IL MOCAR CRISTIANO 8. 2? de diciembre: El costo del discipulado, Marcos 8:34-9:1. 81 en verdad amamos a Cristo, tenemos que servirle de todo corazón aunque para ello tengamos que sacrificar lo que más amemos en es^e mundo. Quizá tendremos que perder padre, madre, hermanos o amigos, si éstos se oponen a que sigamos al Señor; esta es una prueba triste y difícil; pero así lo demanda nuestro Salvador. Siempre debemos tener valor para defender a Cristo aunque nos enfrentemos con la persecución. Cristo nos dice que no tengamos miedo de los que matan el cuerpo, porque no pueden dañar el alma. En el año de 1952 los cristianos de Bélgica y los de Francia fueron perseguidos sin misericordia y muertos de la manera más terrible. Hombres mujeres, ancianos, niños y enfermos murieron de una manera cruel que no se ha visto en ninguna otra parte; pero a pesar de todo esto permanecieron firmes en su fe. ¿Qué tan dispuestos estaríamos nosotros a sufrir por Cristo? Oración: Ayúdenos, Cristo, a saber el verdadero gozo de la vida. Amén. D. 28 de diciembre: "A este Jesús resucitó Dios", Hechos 2:29-36. Posiblemente preguntemos: "¿Por qué estamos leyendo la historia de te resurrección tan pronto después de la Navidad y del Año Nuevo? Pero cuán apropiado en este mensaje, porque sin la Navidad no hubiera habido resurrección, y sin la resurrección la Navidad no tendría significado. A los que pidieron señales a Jesús, la única que prometió darles fue la señal de Jonás: tres días en la tumba y luego te resurrección. Le pidieron prueba, y la prueba más grande que ha tenido la tierra fue la tumba abierta y vacía. La historia de Jesús es hermosa porque es una historia de hermosura, amor y de victoria. Vivo, me amaba; muerto, salvóme; Y en el sepulcro mi mal enterró; Resucitado me dio justicia; Un día él viene, pues lo prometió. L. 29 de diciembre: Dios ha hablado por medio de su Hijo, Hebreos 1:1-9. Si tuviera usted que pintar un cuadro representando a Dios ¿cómo lo haría? ¿Como un abuelito con barba larga, o co- KL HOGAR CRISTIANO mo un niño en un pesebre? ¿Cómo un juez severo, o como un Padre amante? ¿Como un extranjero misterioso o como un amigo íntimo? Dios ha procurado revelarse al hombre en todos los siglos. Por medio de la creación procuró mostrarnos su belleza y su poder. En el monte Sinal mostró a la gente que era recto, santo y justo. Por medio de los profetas manifestó su anhelo e interés. Pero fue Jesús quien en verdad nos mostró a Dios — "el resplandor de su gloria", "la misma imagen de su sustancia". No podemos tener nunca un concepto demasiado elevado de Dios. Pero si no queremos permanecer en la ignorancia y la perplejidad y perder la esperanza de conocer a Dios como una Persona, tenemos que aceptar su manifestación humana de él en Cristo Jesús. Oración: Padre celestial, ayúdenos a conocerte verdaderamente por medio de tu Hijo, Jesucristo. Amén. M. 30 de diciembre: Dios habla por medio de su pueblo, Tito 2:11-3:7. Hace algunos meses, el Dr. Arnold T. Ohm, secretario de la Alianza Mundial Bautista, habló en la capilla de un seminario. Este gran dirigente mundial principió su conmovedor mensaje misionero con una sencilla historia de su niñez en Suecia. Describió la admirable experiencia de transformar un enorme árbol de Navidad en una aura de centellantes y trémulas luces llevando la llamita de una vela a otra hasta que prendían todas. Luego continuó su mensaje en tal forma que cualquiera que lo haya escuchado nunca podrá olvidarlo. El dijo que la luz del evangelio ha sido pasada de un país a otro por velitas encendidas, de manera que aun en los días oscuros de la guerra y de la persecución esparcieron su calor radiante. Este es el plan de Dios: que su pueblo hable por él. Hemos sido salvos, y debemos relatar a otros el mensaje de Cristo de Galilea. Oración: Padre amantísimo, ayúdenos a no olvidar que las misiones mundiales comienzan conmigo. Amén. M. 31. de diciembre: Mirando hacia el futuro, Apocalipsis 21:1-7. ¿Están esperando con ansias la llegada del año 1959? Todo depende no tanto del lugar donde estemos, ni de lo que recibimos, ni de las cosas que sucederán, sino de lo que somos, de lo que deseamos y de la manera como aprovechemos lo que suceda. Estos versículos del Apocalipsis descri- 47