El Faro Dominical 17 Salónica que ellos son caros y muy amados para él y sus compañeros, de tal manera que no solamente el evangelio les entregaban con grande placer, sino que a ser posible hasta el alma les entregaría. Claro se deja ver que los informes de Timoteo acerca de la fe de los tcsalonicenses llenan de entusiasmo al gran apóstol. Siempre será alentador saber de la fe viva y la actividad cristiana de nuestros hermanos en otros lugares. ____ Un Recordatorio. Les recuerda como ellos estando en Tesalónica no quisieron ser gravosos a los hermanos allá. Les recuerda que en actividad para ganarse la vida y en conducta cristiana, les habían dado un ejemplo muy digno del evangelio de Jesucristo que les anunciaban. Y les amonestan y recomiendan a los tesalo-nicenses una conducta en armonía con las doctrinas del evangelio. ILUSTRACIONES Influencia de la Biblia. Un japonés que se llamaba Miyamoto fué condenado a prisión perpetua por asesinato. Pasó más de veinticinco años en la prisión; pero un día mientras que conversaba con un descontento que ideaba un motín, de repente un libro se cayó de un librero y le dio en la cabeza. Miyamoto recogió el libro v abriéndolo, sus ojos se fijaron en las palabras: "Venid a mi’’. Preocupado con el significado de estas palabras procuró entrevistar al alcalde de la prisión. De este hombre cristiano aprendió el significado de "Venid a mí" y se entregó a Cristo. El cambio en su vida fué notable. Después de algún tiempo la pena le fué conmutada y fue puesto en libertad. Procuró cambiar el lugar de su residencia; pero sus vecinos Fe rogaron que se quedara para que sirviera de ejemplo a sus hijos. Pronto un colportor les vendió ejemplares de las Sagradas Escrituras a cuatrocientos de los 430 hogares en aquella villa. La gente decía: "Si el cristianismo es como la religión de Miyamoto, nosotros lo aceptamos”. Tesoro Escondido. fin principe, una vez, dió a un artista célebre una Biblia diciéndole que contenía un tesoro. Creyendo éste que el tesoro a que se referia era la religión, la puso a un lado. Más tarde cuando murió, todas sus posesiones fueron vendidas. El que compró la Biblia, cuando la abrió, encontró en ella un cheque por valor de $2,500.00. ¡Pobre artista! Si hubiera leido la Biblia no sólo habría encontrado el cheque, sino la “perla de gran precio’’. Los Tesa-lonicenses hicieron lo que el artista, mientras que los bereanos imitaron al