zación de su moneda, pues a veces ha sido Europa, otras China y en ocasiones nuestros vecinos los norteamericanos, los que han sustraído las monedas de plata cuando su valor intrínseco es mayor que el nominal, o las repudian y se llevan el oro cuando el nominal es mayor al valor intrínseco del metal blanco. A contar del año de 1521 en que los españoles comenzaron a explotar las mi ñas de plata en México, hasta el ano de 1923, nuestro país había producido la estupenda suma de 147.309,812 kilogramos de plata, y 898,734 de oro. O lo que es lo mismo, esta producción ha dado a México, por siglos, el primer lugar como productor de metale argentíferos, a Estados Unidos el segundo, a Perú el tercer lugar, y a Canadá el cuarto. Los demás países americanos rinden tan sólo el 14.48% anual, en relación con México; los países asiáticos el 11.08%; los europeos el 9.91%; Oceania el 8.81% y Africa el 1.69%. LA PRODUCCION DE ORO En cambio, nuestra producción de o-ro ha sido relativamente baja, pues en 1923, por ejemplo, la producción mundial del metal aurífero fue la que sigue: Transvaal, 284,064 kilogramos; Es tí'ios Unidos, 77,305; Canadá, 38,058; México, 24,172; Rhodesia, 20,217 y los demás países del mundo, 105,718. Como se observa, Inglaterra es la que, a través de sus posesiones en Afri ca y Oceania produce más metal aurífero, y de allí que se haya empeñado en el establecimiento y sostenimiento del Talón de Oro en su Imperio. Estados Unidos, como se observa por las citadas estadísticas, ocupa un lugar muy secundario como productor de me tales auríferos, y de allí quo William Jenning Bryan, el mayor defensor que hx. tenido en este país el Talón Plata, sostuvo invariablemente “que el Talón Oro no es sino una Cruz dorada para asesinar a los pueblos '. LOS BANCOS DE EMISION Con el advenimiento de la paz porri-riana vino la confianza y con ella la facilidad que tuvo el Gobierno para cimentar las instituciones de crédito. Durante la permanencia del licenciado Limantour en Hacienda, surgieron Bancos por doquiera con el sistema de pluralidad de emisión. En Estados Unidos existe este sistema; ha dado magníficos resultados en la práctica y de allí que quizá se inspirase en 61 Limantour para establecerlo en México. Pero, en el terreno de la práctica ¿los Bancos de emisión de esa época correspondieron a los anhelos de la Nación? Una respuesta negativa se impone, sin que ello signifique que sea culpa dél gobierno de la época. Porque, la idea del crédito, no es tan sólo sembrar la confianza del pú* blico para que reciba el papel moneda con garantía tan sólo de parte de^ su valor en oro o en plata, sino abaratarlo, y aun cuando durante la administración del General Díaz los billetes de los Bancos eran recibidos por el público con absoluta confianza, en cambio el otro problema, el de obtener dinero ba rato, no llegó jamás a lograrse. En e-fecto, los Bancos de esa época eran poco menos que casas de empeño, porque refaccionaban a comerciantes e industriales a tipo tan alto de interés, que Imposibilitaron el ensanchamiento de las mismas y con ellas la prosperidad económica de la nación. EL FIRST NATIONAL BANK EN MEXICO Y decimos que no puede culparse al Gobierno de la época de este fracaso, sino a nosotros mismos, porque, por des gracia, el carácter comercial que heredamos de los españoles, es absolutamen te distinto al del judío y del sajón. Los primeros, creadores, de las letras de cf.mbío, del papel moneda, del crédito en una palabra, siempre han opinado que el dinero debe estar en movimiento constante para rendir sus justos réditos. Por su parte, el sajón es el fundador del comercio a precio de ínfima ganancia, como el mejor medio de expansionar el mercado, y ambos caracteres, combinados, han hecho en los países sajones crear portentosas industrias y abaratar el interés del dinero. Los conquistadores y sus descendientes opinaron siempre vender caro y pres tar a alto rédito, siendo preciso que durante el Gobierno del General Calles se abriese en México una sucursal del First National Bank, para que éste pro vocase el fenómeno de facilitar dinero a base tan baja, que el industrial o el comerciante refaccionado tenga oportunidad de ensanchar su negocio o mejorarlo con un margen de ganancia que le permita redimir el préstamo. LA UNIDAD PANGARIA EN MEXICO Al triunfo de la Revolución, la pluralidad bancaria fue transformada en sistema de unidad de emisión a través de un Bancc Central o de la República, tal como ocurre en Francia. ^ÉSWÍS^WS^ÍS^: ;y>xw¿<:::>>Y¿:^ <:x<::"-"Á;*>"<: ■' ;^rí>9j£- ;' :-Kr-: " i--'*-?. ■•'*■ &*■" :5 f'f - • 'í- Í^ífe í^í";-5pfc ®W^' LSS^'x ■4 ' '•i^7:V'V; ;X: ;v ' 1 • >-;\" ''^7 @x<- ',*' aí4¿?“íí" :- •^'"ii- , ,' 'v ' *A ■ ''/: v?,;/4' Z' v tv¥»--.V.::- - <:'f/.'t®'" ■^-.••-¿..'■í $?X¿ V. G ■:*- -25^:": - -;- . •-e «> •• ............. »• x- . . ■ - '•í^. A ■>--4{:<. ■\?> V-’-v fc.,.%z.-ÍV.- .-:?<■ -.--^«^. ».Í.< ,, '. ■^. •>>.' •-¿.'zv : » •’ • ■- ' J; -* w 'f¿V¿a~,Z<',-,¿ »"■ >*’ > " «•>•■* ?'■ ■v>»;.>.'.' A?;.'*’- • ij*:- AS -’A': AiX"'S' y y-nsí;,;: ■¿ •sí í;3«sí»^fc Generalísimo don José Maria Morelos y Fanón famoso ^ri=nle durante la Guerra de Independencia de México. Hizo acuñar lo que se llamó en su época cl ''peso Morelos", HecHo de plata p Y preguntando a un ex-Secretarlo ríe Hacienda, don Adolfo de la Huerta, so bre las razones que hubiesen tenido los hombres de la revolución para pasar de un sistema banchrio a otro, nos dijo sintéticamente así: “Ap7'oi;echar para la Nación, los veneficios que se lleva el "banquero pilcado al emitir papel moneda. *‘Este sistema, en cambio, tiene un defecto: verlo con prevención el banquero internacional; pero de todas maneras, estudiado el caso por los lideies de la Revolución, pesado el pro y el contra. se llegó a la conclusión de que convenia más a la Nación la unidad de omisión a través de un Banco de Estado que la pluralidad barcaria". Pero los buenos deseos de los lideres de la Revolución, de crear a México un sistema de crédito a través de un Banco único de emisión, se estrellaron porque había precedentes que, hicieron ver al pueblo con la mayor desconfianza al papel moneda. DON LUIS CABRERA Y EL ORIENTAL DE PUEBLA Estos precedentes son los creados por el licenciado Luis Cabrera, al hacer redimir por hambre “la deuda sagrada de la Revolución”, esto es, los bilimbiques, v el desenfreno a que se entregó el Ban co Oriental de Puebla emitiendo más papel del debido durante el gobierno del General Huerta. En efecto, los Bancos de emisión en México, durante la administración del General Díaz, tenían la obligación de garantizar con una reserva de cincuenta Dos hombres manejaron de hecho las finanzas de la Revolución, Nieto y el licenciado Cabrera, y este último, cuan* d al triunfo de las armas constituclo-nalistas se trató de unificar el papel moneda, ideó el “infalsificabie”. Hasta aquel momento el bilimbique no sólo no había perjudicado, sino que a la Nación le había hecho el más gran de servicio. En efecto, el papel moneda abundaba y como por arte de encantamiento surgió el pequeño comercio, la pequeña industria manufacturera, la pequeña a-gricultura y las construcciones grandes y pequeñas. Había verdadera fiebre de negocios; todo mundo estaba ocupado; se decía de miles de pesos como antes hablar de centavos, y casas que giraban un millón de pesos o más, abundaban. Z todo este fenómeno ocurría porque había confianza, porque todos los días se oía cantar al jefe de las finanzas, al licsnciado Cabrera la misma canción: “el papel moneda es una deuda sagrada de la Nación y ésta la redimirá peso por peso”. No decía cuándo; pero se tenía confianza. Ante ese decir, las otras frases del licenciado Cabrera “la revolución es la revolución”; “el dinero se toma de don de lo haya”, etc., no eran pesadas con la seriedad debida; la confianza conti-nuab¿ y todo mundo llenaba fácilmente p, - necesidad biológica de comer. Pero cuando estaban impresos a todo lujo los “infalsificabies”, en vísperas de ser canjeados por el bilimbique ordinario, don Luis Cabrera cometió un yerro. Un día decía que el infalsificabie valía un peso justo; al siguiente que sólo veinte centavos; otro día que cincuenta, y lo más grave aún, eia que si en una declaración aseguraba que sería recibido en forma ilimitada en las oficinas públicas, en otras aseguraba que su poder liberatorio era limitado y que tan sólo se le aceptaría en pago de los impuestos. LA DEBACLE Fue entonces cuando la nación pesó en todo su valor la frase: “de que el dinero se toma de donde lo haya”; desconfió; rechazó el infalsificabie; salieron de baúles y guardarropas las talegas de pesos, tostones y moneda, fraccionaria almacenadas, y el gobierno, ante esta situación, liquidó con fracción mínima, el billón de pesos en bilimbiques emitidos durante la revolución. , , , < Pero esta transición ¿que costo ai pueblo?. Hambre, miseria. En ciudades y pueblos, ante la falta absoluta de moneda, los pobres morían de hambre y cuando se les hacía la autopsia se les hallaba en el estómago zacate o pe-dazos de periódico. La ruina de la pequeña industria y el pequeño comercio se precipitó en tal forma, que llevo a la más espantosa desolación al país. Este trágico fin del bilimbique, sm embargo, pudo haberse evitado tan solo con respetar don Luis Cabrera sus primeras declaraciones en vísperas de salir el infalsificabie: “el nuevo papel valdrá un peso plata; tiene, poder liberatorio ilimitado y en cantidades ilimitadas sé le recibirá en todas las dependencias del gobierno”. Porque a ese error siguió otro: el de reducir el tamaño de los pesos, hasta hacerlos como lentejas. Y aquel error y este último es lo que, al transcurso de los años ha hecho, que el pueblo rechace de plano el papel moneda, no obstante los buenos oficios y amplísimas garantías ofrecidas por el Banco de México, y a que, depreciado el peso, al llegar el “crash” mundial, el stock de oro se hubiese puesto en fuga, viéndose obligado el gobierno, a establecer el Talón Plata como la única medida salvadora del momento. -------------)o(------------- Curiosidades del Calendario Ningún siglo puede comenzar en miércoles, viernes, ni domingo. Cada veintiocho años puede usarse un mismo calendario. Febrero, marzo y diciembre empiezan en días diferentes. El primero y el último del año son siempre el mismo. El mes de octubre empieza siempre el mismo día de la semana que enero; abril, igual "día que julio, y septiembre, el mismo que diciembre. Siendo el año común, enero y octubre comienzan con el mismo día de la semana; febrero, mayo y noviembre, en igual día; septiembre y diciembre son paralelos, mientras que mayo, junio y agosto empiezan en días distintos entre sí y diferentes de los demas del año. ., Esta regla no tiene aplicación cuando se trata de años bisiestos. ------—------) o (— ----------- PENSAMIENTOS troquelado toscamente a martillo. centavos cada peso que emitiesen en papel moneda; pero hallándose Huerta ante el problema de una rebelión general de la Nación, esa concesión la amplió a los Bancos en el sentido de que su reserva podía ser tan sólo de veinte centavos por peso, a cambio de un pres tamo de $50.000,000. Hasta aquel momento los Billetes de los Bancos mexicanos se cotizaban a dos por uno contra los dolares, o con un castigo insignificante; pero el Banco Oriental de Puebla, aprovechándose de la concesión que la otorgó el Presidente Huerta, emitió cinco millones de papel moneda con garantía de un millón tan sólo en metálico; y cuando realizó en el mercado o cambió por dólares su primera emisión, con el dinero recogido lanzó otra de veinte millones, y así sucesivamente. , Este fue el primer golpe que recibió el crédito nacional creado a la sombra de una paz de siete lustros; pero a éste siguió otro más tremendo aún: el asestado por don Luis Cabrera. EL INFALSIFICABLE Si se lee cuidadosamente el decreto expedido por don Venustiano Carranza en Coahuila, se observa buena fe. Porque no emitía Billetes, “sino "Vales, que serán reconocidos y pagados a la par \ Y de allí que el primer bilimbique emitido, el de Monclova, diga claramente lo que es, un “Vale al Portador”. Los Decretos sucesivos y los expedidos por los Gobernadores en rebeldía y líderes armados de la revolución, se hallan redactados en igual forma. El celibato es la forma más proterva del egoísmo cuando no es un renunciamiento. De todas maneras, un estado de inferioridad.—Arnaldo Cipolla. PAGINA 12 ■ - a:- ’i