Union de Intermedios •••• "Mi Corazón Pertenece a" . . . ¿Quién? Margarita McGavock RECREACION Sobre el escritorio de un gran pastor hay una fotografía de su hija oue tiene diez y seis años de edad. En la parte inferior del retrato dice: "Mi corazón pertenece a mi papacito." ¿Puede existir una relación más buena entre padre e hija? Sin embargo él sabe, y ella también, que algún día su corazón pertenecerá a otro. ¿Cómo se puede hacer esta transición con seguridad? ¿Cómo sabe uno cuando ha encontrado al compañero debido? Estas son algunas preguntas importantes que tienen que ver con la vida de los niños. La vida requiere un objeto al cual amar.—El infante necesita ser amado tanto como necesita ser alimentado. A los niños que están en las instituciones de beneficencia, aunque se les dé la provisión científica que necesitan —la comida y el cuidado— si no se les ama. enferman y mueren. La inanición por falta de amor quizá no tenga los mismos efectos que la inanición producida por el hambre: pero puede ser más grave a medida que pasa el tiempo. El niño o la niña normal busca alguien que le ame. alguien en quien pueda confiar y le ame. El peligro más grande es que el niño no encuentre un objeto en el cual satisfacer su deseo de amar y ser amado. Los pasos por los cuales pasa la vida romántica. —El primer amor del infante es el amor a si mismo. Durante su infancia, el amor del niño se centraliza en si mismo. Pronto este amor se extiende a sus padres. El infante ama a su mamá y a su papá porque le satisfacen, porque son indispensables para el bienestar y felicidad. Pronto entran al circulo del niño los compañeros de su propia edad. Le gusta jugar con ellos y quiere a algunos. Ya cuando llega a la edad primaria su amor se manifiesta en los intereses del grupo y la lealtad a él. Generalmente se excluye a las muchachas del grupo de muchachos y viceversa. El amor a los padres, a los parientes favoritos, o a los profesores se manifiesta con una poca de timidez, sin embargo existe en el niño una necesidad de darse cuenta de que es amado por aquellos que pertenecen al circulo favorito de adultos. Esta etapa en que los niños y las niñas parecen apartarse por sexos, es substituida por la etapa comprendida entre los doce y los catorce años cuando empiezan a unirse un poco. Las niñas descubren que no todos los niños son rufianes y los niños descubren que no todas las muchachas son cándidas. De esta etapa en que los muchachos simpatizan en general con el grupo del sexo opuesto, pasa a la etapa en que un jovencito y una joven-cita simpatizan en particular. Con el tiempo, aunque el curso del amor verdadero no es muy fácil, escogen su compañero, y todo culmina en el matrimonio. Peligros inevitables que se encuentran en el camino.—Uno de los peligros más grandes es que la vida romántica del individuo quede estacionada en algún punto intermedio del camino. El amor a si mismo puede continuar dominando al individuo por toda la vida. El amor a los padres, o a uno de ellos, puede impedir el crecimiento y desbaratar el desarrollo normal de la vida romántica del indivi-dio, especialmente si uno de los padres es dominador o es muy posesivo. El amor homosexual, es decir cuando el cariño se centraliza en los del mis- 28 mo sexo, puede perjudicar la personalidad si la vida romántica no sigue su curso normal. El amor no especifico como el coqueteo o el de tipo ligero, puede continuar durante los años de la edad matrimonial. dando por resultado que tales personas se quedan a "vestir santos." Cada una de las etapas que conducen hasta la última: el matrimonio feliz, es edificante y deseable, con la condición de que pase con la edad debida. En la cambiante vida de amor existen otros peligros en el camino, de los cuales debemos protegernos. Hay el peligro del afecto mal empleado: no escogiendo la clase de persona que se debe amar. Viene la desilusión cuando el objeto amado no vive conforme a las normas que nosotros le hemos puesto, dando por resultado muchas veces frustraciones y amarguras. Hay un peligro, especialmente en estos tiempos modernos, de estimular demasiado los sentimientos románticos en cuanto al amor, por medio de novelas e historias fantásticas, películas y música que hacen énfasis en el sexo, la familiaridad que se experimenta en el baile, historias sugestivas y conversación vulgar. Todo esto produce la pérdida de pureza, casamiento a la ligera, divorcios, y hogares y vidas quebrantados. El valor de "conocidos" edificantes.—Evidentemente todos necesitamos una reserva rica de experiencias sociales. El mundo se compone de muchas clases de personas, buenas y malas, y no hay ninguna manera práctica de separarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos de todos menos de los de "nuestra clase." El asunto de más importancia es el desarrollo de ideales que nos hagan escoger la clase debida. La misma palabra "amor" denota una elección. Los ni-!os no aman a sus padres no más porque son sus padres. No se hacen amigos de los vecinos simplemente porque son la mejor gente. No se enamoran de sus compañeros simplemente porque éstos agradan a los padres. Pueden ser conducidos en las direcciones indicadas, pero no pueden ser obligados a amar a los que ellos no quieren amar. Asi que lo sabio es proveer una extensión bastante grande de donde escoger, para que haya bastantes compañerismos felices antes de que se escoja el compañero para el resto de la vida, y que las relaciones entre éstos sean edifican" e y haya buen compañerismo en el que no tenga lugar lo feo y lo irynoral. Dirección que evita tropiezos.—Deben evitarse dos peligros contrarios: demasiada dirección y muy poca dirección. No podemos manejar y dominar las amistades y los afectos de estos muchachos y muchachas que todavía están creciendo y que son obstinados, y muchas veces no hacemos ningún bien cuando tratamos de hacerlo. En cambio, ellos no tienen la experiencia y la sabiduría para manejar solos estas relaciones delicadas y peligrosas, y muchas veces se hallan en apuros cuando tratan de hacerlo. "Mi corazón pertenece a"... ¿quién? Si los padres, los profesores y lectores podemos decir sinceramente que nuestro corazón pertenece "a Cristo," y nuestros niños y niñas pueden repetirlo con nosotros, el camino de nuestra vida de amor humano estará lleno de gozo porque nuestros corazones pertenecen a El. EL PROMOTOR DE El Festival de les Libros Carlota Martinez de Duffer Invitaciones: Escríbase, sobre el dibujo de un libro: ¡Libros! Hay grandes y chicos, alegres y tristes; de historias y cuentos, de juegos y chistes; que enseñan, que inspiran, que causan dolor; que animan, enfadan, o imparten temor. Hay buenos y malos, hay nuevos y viejos, algunos de cerca y otros de lejos. Un tomo o dos. —¡sean bien escogidos!— favor de traer al Festival de los Libros. Fecha ................ Lugar ............... Adornos: Adórnese el salón con cuadros y dibujos de libros. plumas y tinteros, personas que escriben, etc. Recepción de los concurrentes: Que se prepare un libro de huéspedes para que se registren todas las personas que asistan. Prepárese una mesa para exhibir los libros que se traigan. fuegos Libros cómicos Désele a cada persona un libro en blanco que contenga varias páginas. Debe conseguir que los otros concurrentes dibujen su autoretrato y lo firmen, o escriban chistes o versos y cantos jocosos en las páginas de su libro. Se puede proporcionar 15 minutos para esta actividad. El libro de lectura Se dividen los asistentes en grupos, formándose en filas paralelas. En una mesa al otro extremo del salón, se colocan dos juegos de tarjetas en qt: se han dibujado las letras del alfabeto. Naturalmente, las letras no estarán en orden. El director pronuncia alguna palabra (de preferencia, una palabra larga pero que sea fácil deletrearla) y la primera persona de cada fila corre a la mesa, busca la primera letra de la palabra, la coloca en la mesa, y vuelve al pie de su fila. El segundo jugador de la fila va a la mesa, busca la segunda letra de la palabra y la coloca junto a la primera, y asi sucesivamente. El grupo que termina la palabra primero, se gana un punto. EDUCACION CRISTIANA El libro de cuentos Escójanse dos cuentos bien conocidos, como "Capcrucita Roja" y "Los Tres Osos." Escríbanse en pequeñas tiras de papel, una oración en cada tira, luego mézclense bien en un sombrero. Los jugadores se sientan en un círculo, y cada uno saca del sombrero dos o tres de las oraciones, de acuerdo con el número de presentes. Una persona nombrada por el director, lee una de las oraciones que le tocaron; el jugador que sigue. Ice una de las suyas, y asi se va pasando alrededor del circulo. El resultado será un cuento bastante ridiculo, que será del gusto de todos. Después, los dos cuentos deben leerse debidamente, cada persona leyendo sus oraciones cuando el cuento las necesite. El libro de grabados Los jugadores siguen sentados en el circulo, y se le da a cada uno una hoja de papel y un lápiz de color. Al comenzar la música, cada persona empieza a dibujar en su hoja un cuadro que pueda unirse más tarde al libro de huéspedes. Probablemente cada jugador empezará un cuadro distinto. Al pararse la música, cada quien pasa su dibujo al jugador que está a su derecha, quien debe continuar el dibujo que ha recibido. Esto puede seguir hasta que varias personas hayan "trabajado" en cada dibujo. Por supuesto, los resultados serán verdaderas obras de arte. , El libro de cantos Téngase un período informal de canto, usando coritos e himnos bien conocidos; puede hacerse con el piano u órgano, o sin instrumento alguno. Por qué traje este libro Pídase a cada persona que presente el libro que trajo y explique por qué lo considera interesante y cómo puede ser de valor para otros. Puede haber sido el primer libro de un niño: puede ser un libro muy antiguo que la familia ha conservado por muchos años; o puede ser una Biblia con una historia interesante. (Todos los libros deben ser buenos, apropiados para la biblioteca de la iglesia). El mejor libro Después que cada uno haya dicho por qué trajo el libro que haya traído, apáguense las luces y enciéndanse dos velas, una a cada lado de una Biblia grande que estará abierta sobre la mesa. Cántese "Bellas palabras de vida." 29