LA ENSEÑANZA BIBLICA ¿Quién debe impartirla, el hogar o la iglesia? hr HUM Domr Corr-eponde prirnrremente al hogar. y después a U iglesia. Impartir a cada uno de sus mlembroa el conocimiento de la Biblia y el aprecio por la misma la una responsabilidad del hogar que no puede delegarse, no obstante el errado concepto sostenido por muchas personas, al efecto de que la enseñanza religiosa compete exclusivamente a la iglesia. Desde k* primeros tiempos. Dios hl-zo ai hogar directamente responsable del desarrollo de cada fase del carácter de su* componentes Lo que llega a ser el hombre o la mujer en esta vida, se debe principalmente a la influencia del hogar las enaeftansas directas e Indirectas en él recibidas, el ejemplo, la conversación, la actitud de loa padres, y el ambiente hogareño en lo general La enseñanza de la Biblia debe empesar en el hogar por la actitud de •Director del Centro teludíantU de la exudad de México promotor del trabajo entre los untrersUartos los padree hacia la Biblia y hacia todo lo que se relaciona con Dios; los niños noUrtn, desde muy pequeños, si es un libro al que ee le da un lugar preferente, o si sólo inspira indiferencia Demasiado conocido ee el caso de la niña que. viendo una Biblia entre loe libros de la sala, preguntó: “Mamá, ¿que es ese libro grande, de pastas negras?", y al conteetáreele: "eee ee el Libro de Dioe, h-'la", volvió a inquirir: "¿y por qué no se lo devolvemos? nunca lo leemos noeotroe". II culto familiar es uno de loe medios que más contribuyen a la enseñanza de la Biblia en el hogar. Cuando toda la familia separa el tiempe más apropiado, leen un trozo de la Biblia preferentemente relacionado con alguno de loe estudios bíblicos que se estén haciendo en la iglesia, lo comentan con una actitud reverente y deeeosoe de comprenderlo y tratan de poner en práctica sus ense-ftaifias, todos reciben un beneficio marcado, pero probablemente el efecto que se produce en la vida de lo* niñea ee el más profundo y más duradero Allí, con comprensión y amor. ee pueden aplicar las enseñantes de la Biblia a las variadas dluaciones de la vida diaria; ee corrigen conceptee errados acerca de Dioe y de la doctrina; ee moldea el carácter de acuerdo con el ideal bíblico Pero el cuite familiar no ee suficiente Hay que impulsar a loe miembro* de la familia para que cada uno dedique un tiempo diario a sue devociones particulares; leer la Biblia a solas, en comunión con el leplritu Santo, trae a la vida bendiciones que de ninguna otra manera pueden conseguirse La conversación en la meca, y la charla de sobremesa, también pueden contribuir mucho a la enseñanza de la Biblia y a refonar las enseñanzas recibidas en la Iglesia. Para ello no ee necesario ni deseable convertir cada comida en la ocasión de un sermón; muchas veces ¡a mejor enseñanza ee informal, hasta casual. Be comenta el sermón del pastor, el tema de la Sociedad FemenU, el programa de la Unión de Jóvenes; mas. al hacerlo, hay que tener mucho cuidado, demasiadas veces comentamoe todo en son de critica, bueesunoe faltas, comemoe prójimo*', ello sólo servirá para Inculcar en loe hijos y aun en loe padree, una actitud antagónica que a nadie beneficia. Procuremos que cada suceso, cada situación, nos sirva de base para impartir a nuestros hijo* alguna enseñanza que contribuya al edificante desarrollo de su carácter, o para apoyar y aumentar la enseñanza que hayan recibido en la Iglesia. A veces trataremoe alguna doctrina, o recordaremos alguna historia bíblica en el curso de estas conversaciones en la mesa. Otro método excelente es el de center o leer historias de la Biblia. A todt ■ undo le gustan las historias cusmdo son apropiadas para su edad. Cuando los niños son pequeños, se puede apartar una hora diaria, tal ves cuando ya están listos para acostarse para leer o contarles una historia, o pedirles que ellos cuenten una de las historias que aprendieron en la iglesia Ixlsten varios libros de historias entre los cuales podemos escoger: tendremos cuidado, naturalmente, de que sean fieles al relato bíblico Y para mejorar nuestra habilidad como narradores de historias, hay libros como 'II Arte de Narrar", i Qué hermoso recuerdo para un hijo, que su padre y su madre acostumbraban leerle de los Proverbios y contarle historias inspiradoras de personajes dignos de imitarse, tales como Abra- IL HOGAR CRISTIANO