TIJUANA, BAJA CAL., SABADO 24 DE JUNIO DE 1933
LA FRONTERA
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BÜMENTARID5 —- INGENUOS
Los Amos del La Resolución de Nuestros Problemas
Destino
UN VECINO de esta pobla. ción, con innegable buen juicio se refirió hace al. gunos días, en una carta a un colega local a la competencia emprendida entre ciertos propietarios de cantinas, a base de diversiones.
Dice el vecino a que hace, mos referencia que esta competencia de “si tu poneg para atraer al turismo un cantante destemplado y cuatro bailarinas luciendo sus desnudeces na siempre atractivas, yo pon dré cuatro cantantes más des templados y ocho bailarinas más desnudas” debería de hacerse en el sentido de “si tu vendes licor malo, yo lo venderé mejor.”
(jué simpáticas y justas a. preciaciones, pues como e| observador asentó en su carta, por ese camino, las ganancias producidas por la mejoría que ahora se siente en los negó . cios, va a servir únicamente para pagar a esos “artistas", que para colmo de males, ninguna utilidad dejan entre nosotros, pues todos vienen dé! otro lado ...
------ Por ------
WALTER LIPPMANN
E
MENSAJE, e| señor coronel don Pareyón, diputado por este Terri. Congreso Federal, se ha servido,
Hearst, Monarca del Periodismo
Las Declaraciones del General Calles
PERTENECEMOS a una generación que tiene un pacto con el destino. Nos ha tocado en suerte vivir entre ,u_ no de esos conjuntos de miserias humanas que señalan una crisis en las costumbres, en los métodos heredados y en las deas tradicionales de la humanidad.
El orden de cosas que existió hasta 1914, era el resultado de un lento e inconsciente crecimiento. Nadie lo habia concebido; nadie lo habia arre giado. Era obra de la historia, de los conflictos que surgían y de los arreglos con que dichos conflictos se solucionaban. La paz no estaba organizada: descansaba en la fuerza. Las actividades económicas no estaban regularizadas por un propósito consciente, sino por la ley de la oferta y la demanda, mediante el alza y la baja de los precios. Este orden de cosas, conocido por nuestros abuelos y por nuestros padres; este producto de la historia, de la inventiva y del 1 a i s s e z - f a i r e , fué deshecho por la guerra y por el desconcierto económico. Y no creo que pueda rehacerse.
El actual estado de cosas di fiere de otras grandes crisis que registra la historia, en que las masas proletarias se han dado cuenta de su fuerza y no consentirán, voluntariamente, en que esta crisis se ¿e=j».!.va diwILh «u La..jiiík, . l	AñnafftfíL Los derictofes de la
vierten a 3.u n nnfqanidad no se atreverían a l:»s rnras n los canil- \
N RECIENTE
Armando R. tono ante el pedir a nuestro periódico las sugestiones que
creamos oportunas, acerca de la resolución que deba dar. se a los problemas que afectan esta región, con el propósito de que sumemos nuestro modesto contingente en la obra que se propone realizar en favor de la entidad que representa, abogando por ella ante la comisión de senadores y diputados, designada para formular el programa de acción gubernativa en el pórximo sexenio.
Sin duda alguna, el señor diputado Pareyón con. tará en su plausible labor con la cooperación de los ele. mentos que en este Territorio se encuentran plenamente identificados con sus problemas, y sugestiones sobra, damente valiosas llegarán hasta él, que sumadas a sus personales conocimientos, lo pondrán en condiciones ex. cepcionales para plantearlos y proponer su resolución.
No nos consideramos los más aptos ni los llama, dos a tratar un asunto que por la diversidad de factores que en él concurren resulta sumamente complejo, pero como elementos de la población bajacaliforniana, intere, sados siempre en su desarrollo y prosperidad, y como miembros de la prensa que en esta región ha luchado por varios años sosteniendo sus propias iniciativas o secun. dando toda aquellas que busquen el afianzamiento del bien público, creemos que en esta oportunidad debemos de exponer algunos de los puntos que en núes, tro concepto no deben de ser desatendidos en beneficio de la generalidad.
lien es
ESTA competencia cuyas nicas armas consisten gritones y mujeres de casísimo pudor y abundante falta de dotes artísticas, nos decía un amigo, se apoya en la razón de que para atraer visitantes, se hace necesaria, pues seguramente los turis. tas .vecesitan divertirse, o algo que íes líame la "atencioSñ pues no v para ver las caras a los cantineros, o la mía o la suya ..
A pesar de ello nosotros seguimos creyendo que el mejor atractivo para los visitantes que llegan a esta ciudad, con. siste en venderles buenas bebidas, tratarlos bien, y ofrecerles las garantías que nece. sitan, pues gritones y bailari. ñas, tienen hasta de más en su propio cantón.
Pero donde faltan unas co. sas, las otras se hacen indis, pensables.
CASI todos los componentes del Resguardo Fronterizo, han sido Removidos, recibiendo de la superioridad, órdenes para trasladarse a diversos puntos de la Repúbli ca.
Este movimiento, a pesar de que se diga que ha sido ge neral, entre los servidores del Ramo de Aduanas en toda Ja República, no ha dejado de causar sorpresa entre nosotros, pues más- parece un castigo para estos empleados el ser mandados a los lugares más apartados, que un movimiento norma!.
Y si efectivamente se trata ra de un castigo, qué motivos lo han provocado?
Esta es la pregunta que en Tijuana vuela de boca en boca.
Nosotros, solo sabemos que son órdenes superiores.
emflldar iridios violentos, aun Bn el caso de que ellos los juzgaran eficaces, porque serían instantáneamente arroja dos del poder. La idea dominante en nuestros días consis. te en que los pueblos no deben permitir que los acontecimientos sigan su curso natural. Este noble principio señala uno de los momentos más solemnes en la historia de la humanidad, porque los pueblos han determinado ser los amos de su destino y no las
(Pasa a la Pág. 6a.)
Los problemas de la Baja California intimamente ligados entre sí, no pueden ni deben ser tratados en forma individual; la observación detenida, y un exámen minucioso de las condiciones geográficas, etnológicas y políticas de esta bellísima porción de territorio nacional, ,podrán traer a la mente del legislador la necesidad de crear leyes y reglamentaciones que faciliten su desenvol vimienlo, sin encontrar los obstáculos que le presentan las que sabiamente fueron hechas para otras regiones del país; de este modo pudría la Baja CaiííüTñia ver Sur. gir en la vasta extensión de sus campos una agricultura > rgT!rv<n-titr-^ns-éxir,-. -nrs	prcetedOa me.
tales; en sus ciudades industrias pujantes y de sus ma. res el rico caudal de la pesca.
La Baja California, .para su total incorporación al ritmo de la vida nacional, está urgiendo caminos que la comuniquen con el resto de] país; y .para su desarro. lh) interior necesita que desaparezcan las barreras adua nales para todos los artículos que no produce; que que. den abolidos los tributos federales por el tiempo indis, pensable para su consolidación económica; que al comer, cío con que cuenta en la actualidad se le de apoyo y fa. cilidádes para su mayor desarrollo en atención a que es hoy por hoy, el más fuerte sostén para sus necesidades; y que se fomente la agricultura, creando pequeños siste. mas de irrigación, más de acuerdo con la conformación
(Pasa a la Pág. 8)
EL RANCHO del periodista William Randolph Hearst, es la residencia más fabulosa de los Estados Unidos. Se encuentra situado a la mitad del camino entre San Francisco y Los Angeles, y se baña en el Océano Pacífico, a los largo de 100 kilómetros de lomas y colinas. Abarca 96.000 hectáreas, y este inmenso territorio proporciona aislamiento a La Cuesta Encantada, como se denomina el lugar donde se yergue majestuoso, coronado con torres catedralicias, el Castillo del Monarca del Periodismo Norteamericano. Más abajo y en torno de la re gia mansión se encuentran las lujosas residencias destinadas a los visitantes: La Casa del Mar, La Casa del Monte, La Tasa del Sol. Por doquiera, 'jardines /flascinantep y estanques marmóreos. En el parque zoológico, leones, leopardos, osos, elefantes, chimpancés. En las campiñas, bisontes, zebras, canguros, jirafas, llamas, gacelas y. además, pájaros de todas las especies. Dentro del palacio, un tesoro artístico tasado en 15.000,000 de dólares y, entre otras cosas más, un gran salón, con capacidad para 150 comensales, en el que el servicio se hace sobre mesas del siglo XVI y se agasaja a los invitados bajo banderas festivas de Siena, rodeados de seis gobelinos que costaron 575,0-00 dólares. La vajilla es de oro y el gran salón alberga una antigua sillería de coro..ricamente labrada y jarrones valuados en 8,000 dólares cada u no. La mesa de pin-pón es de madera medioval. En'el magnífico teatro de la señorial mansión se exhibe, cada noche, la última película sonora de Hollywood traída, cuando es necesario, en aeroplano. La servidumbre comprende 150 individuos de uno y otro sexos.
Tal es la residencia del hom bre que rige los destinos del imperio periodístico más gran de y poderoso de Norteamérica; de un hombre que nació
. (Pasa a la Pág. 6a.)
------- Por
ARMANDO V
Colaboración Especial para LA FRONTERA
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NOCHE EN LLAMAS,
NOCHE EN LLAMAS
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PERO pensando un poco más en este asunto, queremos decir que quienes piensen que se trata de un cas ligo, están en una equivoca, ción, pues de existir alguna culpabilidad, seguramente se hubiera abierto un informati. vo, y el culpable o los culpa, bles, puestos fuera del serví, ció y no enviados a otros lu. gares.
Los Reglamentos del Ramo de Aduanas son severos, y sus disposiciones terminantes.
(Pasa a la Pág. 8a.)
Un castillo feudal nacía sobre el pergamino; el trabajo avanzaba con rapidez. Manifiestamente, las manos hábiles traducían un paisaje familiar. Para él tampoco era desconocido ese castillo altanero. ¿Dónde lo habia visto y en qué época?
—¿Conocéis ese castillo? interrogó.
Ella reflexionó un instante y respondió con vacilación como si la pregunta fuera extraordinaria:
—Creo que lo he visto e nsueños...
Trató dé hacerla hablar de su pasado, pero en verdad ella no se acordaba do nada del presente y respondía con monosílabos. Consiguió al menos saber que era Pascuala la que llevaba los abanicos pintados y traía el pergamino virgen. La planchadora le daba sus alimentos, pues ella no sabía cocinar ; cobraba las ganancias de la hado le entregaba 5 pesetas ces a José.
Pero las cuestiones que ban a La Loca: solo el niño tenía importancia para c-lla; nada más que c-l niño. Bien pronto ya ni respondió; miraba con espanto al bebé macrófalo a quien le empezaba una crisis. Solo los gritos de su hijo conseguían sacarla de su mutismo y de su torpor. ¡Qué de súplicas, entonces, y qué de lágrimas! El corazón de esta madre desgarrada era un pozo de lágrimas.
—¡Oh! ¡Dios mío, si eres bueno, hazme sufrir en su lugar! ¡Oh! ¡Santa Virgen, ten piedad de nosotros!
“Accidentes nerviosos epiléptiformes .se decía don Francisco examinando de nuevo del primer diagnóstico.. El hijo nía eso de asombroso?
Inclinada sobre la cuna, la retahila de palabras cariñosas que formaban una letania monótona y desesperada, desgarradora de oírse. Después, con las manos juntas ante el doctor, insistió con los (Continuar**,
y le daba alojamiento; ella artista' pintora y cada aspara que le comprara dul-
concernían no interesa-
al bebé. Confirmación de una loca, ¿qué te-
madre balbuceaba una
(Continúa) que para hacer el mal. Cada año en cualquiera habitación, numerosas en la región, y donde Toño y su mujer, Pepa, se alojaban en el curso de sus correrías comerciales nacía un pequeño Castellanos, tan mal venido que desaparecía luego, devuelto al Limbo. Iletrados como su padre y su madre, los cuatro chicos vivos se unían a las bandas de pequeños mendigos desarrapados, perseguidores tenaces por necesidad, que se esparcían por la ciudad y asediaban a los extranjeros. Felizmente ese año venían muchos “turistas** atraídos por la baja del cambio, por nuevas facilidades de viaje y por la publicidad hecha por la república que se afanaba en mostrar al mundo entero que todo estaba en calma en España.
—Vengo a ver a tu inquilina, Pascuala.
—¿Mi inquilina? quilina! ¿Qué cosas
—Es una joven Pascuala encogió safiante:
—¿La Loca?
—Atender a sultorio.
—¡Miren no
¿Qué inquilina? ¡Yo no tengo in-mc traéis, señor médico?
apodada La Loca.
sus hombros cuadrados y silbó de-
Pues bien, ¿qué queréis con La Loca? su chiquillo. Lo ha llevado a mi con-
más! ¡Yo bien sabia que había salido! Esa andariega. En cuanto a trabajar: ¡ni por estas! Yo me desvao llevando la ropa a la ciudad con este calor que hace ¡Ay, Madre de Dios! y esa ociosa se sale a
—¿Quién es esa pobre mujer, Pascuala? preguntó don Francisco irritado.
—¿Qué sois de la policía ahora?
El la vió de arriba abajo con una mirada sospechosa:
—¡Se juraría que tenéis algo que ocultar, Tia...
Esas reticencias y esa resistencia para dejarlo ver a la Joven inadre daban en qué pensar. La planchadora se puso a clamar Ella que era tan buena, a quien todo el mundo le debía favores! Pero el doctor no creía de
Impresionando los espíritus no sólo de aquellos que vivimos pendientes del desarrollo de los acontecimientos politicos de nuestra Patria, sino aún de aquellos que viven por completo alejados moral y materialmente de ellos, han dado ya la vuelta a la República las recientes declaraciones del Sr. General Don Plutarco Elias Calles, que por medio de la clara y persuasiva pluma de Don E-..equiel Padilla, han sido hechas pú-
La trascendencia de los puntos de vista del Sr. Gral. Calles sobre los problemas nacionales, su importancia capital, la solidez que ostentan y el hecho importantísimo de proceder del hombro que,—usando las mismas palabras del Lie. Padilla—"cubre los dos últimos lustros de la Revolución Mexicana" y que “a semejanza de Stalin en Rusia, y de Mussolini, en Italia, ha controlado con su jefatura política y moral una autoridad indiscutible", nos incitan a hacer un breve comentario* sobre los quo nos resultan más interesantes, basándonos nosotros a nuestra vez, en verdades también innegables y en el sentir de nuestro pueblo.
En efecto, la personalidad del General Calles ha ido tomando con el correr de los años do los meses y de los dias proporciones insospechadas. Al acrecentamiento de su figura ¿han contribuido,' simples circunstancias fortuitas o ha sido la imposición del hombre apto sobre las circunstancias de la via?—No lo sabemos; quizá ni él mismo podría contestarlo. Pero lo que si es cierto, palpable, innegable es quo el peso de su influencia moral sobre la vida do México, en la actualidad, es tan grande, que la voz que salga de sus labios tiene que tomarse come una verdad política d» la hora.
AI hacer la afirmación anterior, dctre-rnttmleríé^iani 7	ri-
te con ella, que no asentamos la admisión servil, de conceptos que, como todos, en el campo do la idea puo den ser discutibles, sino la aceptación del valor que tales ideas representan en o! momento actual de núes tra vida política nacional.
Nos lleva, asimismo, a comentar di chas declaraciones, el párrafo final de ollas, en que el Sr. Gral. Calles, dice: “No hay camino más certero que el de la verdad y así debe ser nuestra plataforma: positiva, apoyada en datos confirmados, en conclusiones de la experiencia, en la estadística, dentro de las realidades concretas al servicio de nuestra Revolución; y sobre todo, nos urge agitar las inteligencias; provocar el estudio, la crítica sana, la vlgorizaclón de nuestras doctrinas por el exámen que realicen nuestros hombres de capacidad y de convicción."
"La construcción de nuestro programa de Partido, será pronto de mayor trascendencia que la misma cuestión del candidato presidencial" —dice el Gral. Calles.
Un Partido sin programa o con un programa mal esbozado, tiene que H mitar el lapso de su vida a una época anormal. Cuando un país entra a un franco período de instituciones, los partidos para subsistir necesitan no solo de un programa sino de un claro y preciso programa de acción, que norme los actos todos de sus componentes. Todavía más: no simplemente en la confección de! programa de acción debe ponerse empeño especialisimo; el empeño debe ser mayor, el esfuerzo deberá redoblarse, a la hora de llevarse a la práctica. Tornar los planes en "hechos positivos", hacer que cada miembro se constituya en apóstol del idea! de su partido por el ejemplo y por la acción. En los individuos y en las colectividades, los propósitos alcanzan valor solamente cuando la energía constructiva los lleva a la realidad.
Si la construcción del programa de Partido debe ser de mayor trascendencia que la misma cuestión del candidato presidencial ésto no se o-pone por ningún motivo y desde ningún punto de vista, a que el candidato presidencial deba encarnar una personalidad vigorosa y sana con a-rraigo en el espíritu del pueblo. El candidato que surja de la Convención próxima, deberá tener cuatro cualidades Indispensables: CAPAC" DAD—conocimiento de nuestros problemas, clara concepción de los medios necesarios para su resolución. CONVICCIONES—identificación plena con los ideales revolucionarlos, a-rrojo para llevar adelante los pro-ycctos que en todos los órdenes de nuestra vida nacional o aun no han sido llevados a la práctica o aún no han sido totalmente terminados. HONRADEZ—un hombre que pueda
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