ESCUELA DOMINICAL___________ PREPARACION BASICA ESCUELA DOMINICAL DIGALES.... Si deseamos dar a nuestros niños la mejor preparación para que se desarrollen, se casen, procreen hijos, y vivan felices, debemos ayudarlos de maneras especificas. Nuestra área particular de responsabilidad, como directores del departamento de niños, es un ministerio espiritual que abarca no sólo al niño, sino también al hogar. La base para que el niño se sienta seguro es un hogar cristiano. Los padres y los maestros deben reconocer las necesidades en la vida del niño y entonces, trabajando juntos, dar ayuda y dirección a una vida que principia. Este es “el nivel más elevado en el cual la personalidad humana coopera con Dios." Los maestros de niños de todas las edades encontrarán estos propósitos básicos muy útiles cuando visiten los hogares de los niños registrados en sus departamentos. Estudiaremos juntos estos propósitos y nos esforzaremos por aumentar nuestro ministerio espiritual en la vida del niño. ■ Viene de la página 101 Srita. López—Bueno, ya que comenzaste esto, te suplico que me ayudes. Srita. Martinez—Estoy a tus órdenes y seré muy feliz ayudándote. Srita. López—Pues .... quisiera que el domingo en la tarde fueras por mi para salir a visitar y luego asistir al servicio de predicación. Srita. Martinez—'Con entusias- 14 EN CUANTO A LA BIBLIA Ayudar al niño a que piense en la Biblia como un libro especial. el cual habla de Dios y de Jesús: a que se familiarice con los grabados, historias y versículos de la Biblia: a que tenga un sentimiento de adoración y amor en relación con intimas experiencias con la Biblia. EN CUANTO A DIOS Ayudar al niño a que cuando escuche el nombre de Dios lo asocie con un sentido de seguridad. confianza y satisfacción: a que piense en Dios como aquel que hizo tedas las cosas; a que sienta y diga: ¡Gracias Dios! EN CUANTO A JESUS Ayudar al niño a que asocie al nombre de Jesús con amor y experiencias agradables y a que ame a Jesús como su mejor amigo. EN CUANTO AL TEMPLO Ayudar al niño a que piense en el templo como un lugar especial a donde va toda la familia a aprender más de Dios y de Jesús; a que tenga un sentimiento de que "pertenece” a su clase de la escuela dominical y que moi De mil amores; mira, iré por ti a las cuatro, haremos algunas visitas, te llevas los nombres y direcciones de tus muchachos que quieres que visitemos, luego, vamos a cenar en un restaurante en donde nos reunimos varios jóvenes de la iglesia, y de ahi al servicio; ¿qué te parece el programa? Srita. López—NJagnifico, si ya estoy tan animada que hasta quisiera que mañana fuera domingo; y ¿sabes por qué quie se sienta satisfecho de "mi iglesia." EN CUANTO A SI MISMO Ayudar al niño a que sienta la seguridad del amor y el cuidado de Dios por él; a que se sienta amado: a que descubra algunas de sus propias capacidades: a que aprenda a resolver los problemas, compartiendo y expresando ideas y sentimientos. EN CUANTO A OTROS Ayudar al niño a que comience a pensar en otros y a dedicar parte de su tiempo a lo que ellos les interesa; a que descubra las maneras en que otros le ayudan y a dar gracias a Dios por ellos; a que experimente el deseo de ayudar a otros. EN CUANTO AL HOGAR Ayudar al niño a que asocie un sentido de seguridad y comodidad con su mamá, papá, conversaciones religiosas, y culto familiar; a que con la dirección de sus mayores empiece a participar en todas las fases de la vida familiar. ro que vayas por mi? (la señorita Martinez hace una seña negativa) pues porque todos los domingos en la tarde van por mi unas amigas para ir a pasear. Srita. Martinez—(Se levanta, la Srita. López la imita i Bueno, pues allí estaré y no dejaré caer en la tentación, y ya verás cómo tiene sus atractivos el trabajo de visitación, y sobre todo, se siente uno feliz de estar haciendo la voluntad del Señor Jesucristo. EL PROMOTOR DE De la colección de ilustraciones que usa mi esposo, una ha quedado en mi memoria que constantemente me hace pensar en la negligencia de miles y miles de padres cristianos que están dando mal ejemplo a sus hijos y cooperando con Satanás para la perdición de ellos. Pero... ¿cómo? dirán algunos. Yo no me emborracho ni fumo, no robo, no he matado a nadie; soy buen padre de familia, proveo para todas sus necesidades y aún de cuando en cuando los aconsejo, y siempre que dan motivo y que me doy cuenta los reprendo. La madre está al cuidado de su ropa, les prepara alimentos nutritivos, asea la casa para ellos y aun les permite traer a algunas de sus amistades a la casa y hace cuanto está a su alcance para que pasen momentos felices, y por supuesto, de cuando en cuando, es decir, en ocasiones especiales, lee la Biblia en compañía de toda la familia. Pero ... recuerdo ahora que estáis esperando el relato de la ilustración. En los periódicos de cierta ciudad, se daba la noticia del fallo de los jueces en el caso de un joven que habiendo cometido un crimen, había sido hallado CULPABLE. La sentencia: la silla eléctrica. El pastor de una iglesia local que había estado siguiendo el curso de los acontecimientos por tratarse de un joven que cuando niño y hasta ser ya un jovencito había asistido regularmente a la escuela dominical, decidió entrevistar al joven condenado para una vez más hablarle del plan de salvación y preguntarle si él tenía algún mensaje que enviar. EDUCACION CRISTIANA 2ue loA jUL&uen Isabel A. de Estrada "¿Un mensaje? Por supuesto, tengo un mensaje para todos los padres miembros de su iglesia. Dígales que yo, un condenado a morir en la silla eléctrica, les dice que no manden a sus hijos a la escuela dominical". El pastor atónito, sin saber qué decir, sorprendido por aquellas palabras se quedó mirando a su entrevistado y le preguntó: “¿Qué dijiste?" — "Sí, dígales que no manden a sus hijos a la escuela dominical, que los lleven. Que vayan juntamente con ellos". Le siguió relatando que cada domingo sus padres lo mandaban a la escuela dominical, y él asistió mientras no encontró otras cosas que le llamaron la atención y lo llevaron a buscar la compañía de muchachos perversos, en la compañía de los cuales, de cosas pequeñas pasaron a cometer fechorías mayores, mientras que sus padres confiados en que lo habían mandado a la escuela dominical, pensando tal vez que ésta es solamente para los niños y jóvenes, y deseando descansar de los afanes de toda la semana, se quedaban en la casa, mientras que él pasaba las ma- ñanas en la maldad y en el pecado. Yo me quedo pensando ¿cuál seria la disculpa de aquellos padres? ¿Una o varias de las muchas excusas que oímos de labios de los miembros de nuestras iglesias, tales como: me dolía la cabeza, el jardín necesitaba arreglarse y el domingo en la mañana es el único día que tengo tiempo de hacerlo? La madre tiene que quedarse, según ella, para preparar los alimentos para que la familia pueda tener una buena comida caliente, o tal vez otros padres dirán que el domingo es el único día en que pueden leer el periódico, y que después de todo, es bueno saber lo que pasa en el mundo, o quizás tienes la disculpa que oirás un programa por radio, mientras te quedas en la cama descansando, o tal vez haya un buen servicio que puedas ver en tu aparato de televisión y eso debe ser suficiente. ¿Es tu disculpa alguna otra que yo no he oído antes? Ojalá que asi como repercuten en mi cerebro las palabras de aquel joven, que bajo la mirada cariñosa, la influencia religiosa, y el ejemplo ferviente de sus padres en asistir regularmente a la escuela dominical en compañía de su hijo, hubieran cambiado el transcurso de aquella vida, y hubiera tenido un fin diferente. Ojalá digo, que recuerdes como yo las palabras de un sentenciado a muerte: “Dígales a los padres miembros de su iglesia que no manden a sus hijos a la escuela dominical, QUE LOS LLEVEN. Que vayan juntamente con ellos." rurv i> 15