DE LA RELIGION ' 315 ¡Oh! si todos los hombres se acercasen.^,^1 debidamente, ¡cómo todos hablan de colocar su gloria en confcsarlo y habían de mirar como la mayor dicha del mundo el que Jesus reinase sobre todo él! No habria.entonces impíos, no habria incrédulos, no habría blasfemos qne-^^ultasen, le anegasen, y-afligiesen á su castpVsposa la Iglesia católica nuáiSáynádre. Pero, ¿y seria esto conveniente? No lo sé; lo que sí sé es que á la belleza del orden lo mismo contribuye la justicia de Dios que su misericordmj.J^qpe Dios tan glorificado queda con el castigo del perverso como con la glorifi&pion del bueno. Esto sé, y ademas no ignoro que. si Jesús quisiera hacer eqta aídtíe. violencia á los corazones, nada le costaba. Cuando no la hace, pues, adoró sus^terribles juicios y me contento con pedir que se haga su voluntad santKifía^lVa se huyó al desierto él solo como conociese que los hombres que habui alín^rt-do habían de rolcer para hacerlo rey1? Pues bien, esto me hace conocer qué los hombres no son dignos de que reine sobre ellos ínterin no nos presente él en el reinado de su Padre purificados con su sangré, y con nuestros virtuosos esfuerzos; lo conozco, "y contentándome con alabar la misericordia con que elige á unos, adoro los juicios con que permite sigan su perversidad los otros. Yo sé y confieso qúe á todos los hombres los quiere salvos; sé y protesto que á todos les prodiga los medios de que se sálven.... el que no se salva, pues, es por su culpa; por la ceguedad, con qúe cierra sus ojos á la luz. Dios lo crió libre y no qúiéré violentar su álbédrió;" lé^pone la comida delante, ¿qué culpa queda al Señor dé que él se obstíne en mórirse de'hambre? ■ ÓhoSÍca^elÍgÍosK interior. ELECCION DE VICARIO CAPITULAR. El día .6 del comenté, diá siguiente al del entierro del [limo. Sr. D. Juan Manuel Irisarrij él-Yenérable Cabildo Metropolitano se reunió, según Ids' Cánones, para elegir la pérsona qué en su nombre despachase los negocios eclesiásticos de esta dilatadá diócesis. Éste dia no hubo elección alguna y muy acertadamente á nuestro parecer, pues el asunto era el mas arduo en las actuales circunstancias." El diá 7 volvió á reunirse el Cabildo con'el mismo objeto, y ya pesadas y pensadas'[as cósas maduramente, tuvo á bien el Venerable Cabildo depositar toda su confianza y elegir para Vicario Capitular sede-vacante al.Sr. Lie. D. José María . Barrientos, canónigo doctoral de la misma Santa Iglesia. Parece queje! señor electo no quiso asistir el segundo dia de elección, sino que mandó su voto por escrito: El señor doctora} ha sentido y siénte vivamente la carga pesada que se le ha echado encima; especialmente por la gravedad de los tiempos. Suplicamos á dicho señor no desanime, ni menos asienta á una renuncia. La carga es pesada, es verdad; pero también lo es que Dios la hace muy suave, y los redactores del periódico La Voz de la Religion le protestamos haremos cuanto nos sea posible, á fin de que el Dios de las misericordias le ausilie y le ilumine en todos los asuntos por pequeños que sean.