10 EL MENSAJERO JUVENIL EL MENSAJERO JUVENIL 11 hijo predilecto. Los hermanos de José estaban satisfechos con las granjas que les habían dado y ellos tampoco regresaron a su país después de la muerte de su padre. La lección de hoy ocurrió como 400 años después de la llegada de los familiares de José a Egipto. Muchas cosas pueden pasar en 400 años. Hace poco más de 400 años que Colón descubrió la América y se necesitan muchos volúmenes para relatar lo que ha ocurrido desde entonces. La familia de José había aumentado y eran ya muchos miles. Los tiempos habían cambiado mucho desde aquellos dias. Desde el tiempo de José había habido muchos reyes y ellos habían olvidado cómo José los había libertado del hambre. Los Egipcios habían convertido a los Hebreos en esclavos y los trataban con gran crueldad. Apesar de todos los sufrimientos, los Israelitas aumentaban en número. Faraón al ver esto se alarmó. El sabía qué los Israelitas no tenían nada de simpatía por él, porque los había convertido en esclavos. El temía que si se declaraba una guerra, los esclavos se incorporarían al enemigo. Era muy urgente buscar el modo de que no siguieran aumentando en número. Los hacia trabajar más duro en los campos y en las ladrilleras pero la raza era fuerte. Pensó en un siniestro método: Ordenó, que todos los niños hombres fueran arrojados al rio. Su objeto era de esta manera hacer que los esclavos no tuvieran hombres para formar un ejército. Fué en este tiempo que nació un niño en el hogar de Amram y Jochebed. Ellos eran unos pobres esclavos, pero amaban a su hijo y no querían que fuese arrojado al rio. 1.a madre lo ocultó por tres meses, pero el niño se desarrolló tanto que la madre tuvo miedo de seguir ocultándolo. Ella sabia que si los guardias del rey se daban cuenta que había un niño escondido en aquella casa, la castigarían a ella y matarían al niño. Jochebed se desvelaba pensando cómo salvar a su hijo. Dios le dió una idea. Una mañana se levantó y fué al rio a juntar juncos de la orilla del rio. Hizo con ellos una arquilla, colocó al niño en ella y lo llevó al rio. Lo puso en un sitio donde no pudo llevárselo la corriente y dejó a María cuidándolo desde un escondite. Encontrado por una princeea. María estuvo cuidando por largo rato, pero nadie se acercaba. La niña no podía jugar y ya se estaba fatigando cuando oyó voces. Eran la princesa y sus doncellas que venían a bañarse. María se ocultó, pero no perdió de vista a las mujeres. Ella vió cuando la princesa mandó a la doncella por la arquilla. El niño estaba dormido, pero cuando la doncella sacó el cesto del agua despertó y lloró. Maria apenas respiraba; tenia miedo de lo que iba a suceder. Vió a la princesa sonreírse y extender sus brazos al niño y supo que todo iría bien. Corrió al lado de la princesa a preguntar si quería una nodriza para el niño. La princesa dijo que sí, y Maria fué apresuradamente a buscar a su madre. Moisés crece en un palacio. La princesa dió al niño el nombre de Moisés, porque lo había sacado del agua, pues Moisés significa “sacado del agua.’* Vivía en el palacio y vestía como príncipe, tenía profesores y todo lo que deseaba, se habría creído que él era muy afortunado, pero a medida que se hacía viejo sintió más y más compasión por los Israelitas. El iba con frecuencia a donde estaban trabajando y se preguntaba en qué podría ayudarlos. El sabía que en realidad su puesto era allá en las ladrilleras, pues le habían contado cómo lo había salvado la princesa. Moisés escoge. Un día que Moisés estaba mirando a los albañiles, se acercó un capataz Egipcio y comenzó a dar azotes a los pobres esclavos porque no habían hecho todo el trabajo que él les había ordenado. Moisés no pudo tolerar eso y mató al capataz y lo enterró en la arena. Al día siguiente vió a dos israelitas que se estaban peleando y cuando les dijo que no lo hicieran, ellos le preguntaron, que quién lo había nombrado capataz, y que si pensaba matarlos como lo había hecho con el Egipcio. El creía que nadie sabía de la muerte del capataz. La noticia cundió hasta que llegó a oidos del rey. Moisés tuvo que huir pues el rey quería matarlo. El huyó hasta Madián. Lectura Bíblica, Hebreos 11:23-26. TEMA PARA LA U. B. DE J. ENERO 17, 1926. Culto Especial—La Mayordomía del Tiempo. (Efe. 5:15, 16; Eccl. 12:1; 9:10.) Lunes, Enero 11. Job mantiene el poder de Dios, Job 9:1-12, clave 4. Martes, Enero 12. Sophar acusa a Job, Job 11:13-20, clave 14. Miércoles, Enero 13. Job mantiene la sabiduría de Dios, Job 12:18-25, clave 13. Jueves, Enero 14. La esperanza de Job en Dios, Job 13: 1-19, clave 15. Viernes, Enero 15. Conclusión, Job 14:1-17, cla”e 14. Sábado, Enero 16. Los testigos de Job en el cielo, Job 16-17:3, clave 16:19. Introducción. Una lección, muy importante concerniente al valor del tiempo se encuentra en las crónicas de la guerra europea. En las primeras semanas, el ejército alemán se encontraba a las puertas de París. El príncipe heredero y su estado mayor creían la caída de la ciudad segura y pasaron la noche bebiendo y disipando. En París un hábil general movilizó las pocas tropas, las hizo subir en carros y partieron para el frente y el día siguiente hicieron frente al enemigo y salvaron la ciudad y el mundo. El príncipe heredero perdió su país por descuidar el tiempo y los generales franceses salvaron la civilización redimiendo las pocas horas que quedaban antes del ataque al enemigo. ¡Cuán importante es el tiempo! Los minutos y las horas son de oro: para cada cristiano el tiempo que Dios le concede es sagrado y Dios nos hace responsables de la manera en que lo empleamos. Tenemos que" ver el libro de memorias en el día del juicio y tendremos que dar cuenta de nuestros hechos aquí y de cada palabra ociosa. I. El tiempo ee precioso ante Dio». En Eccl. 12:1, somos advertidos: “acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud,” y en 9:10: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro a donde tú vas, no hay obra.” Dios puso al hombre sobre toda su obra y le dió tareas que hacer. Tiempo es dado en qué hacerlas. Dios valúa el tiempo, y los días asignados a cada uno de nosotros deben ser cuidados y usados para su gloria. El tiempo es la propia base de la vida y el servicio por lo mismo es precioso y nos es encomendado de Dios. Los cristianos no tienen derecho de malgastar su tiempo. No muchas vidas, tan sólo una tenemos. De cuánto mérito debería ser esa vida: Día por día llena de trabajo útil, cada hora trayendo nuevo botin. Dad a cada momento algo que guardar, es el lema del mayordomo del tiempo. II. El tiempo ea de valor en loe ojos de Josué. Nos sorprendemos de ver cuánto trabajo hizo Cristo en su breve ministerio de tres años. Observadle cuando va de ciudad en ciudad en su prisa y ansia en que doblegaba sus fuerzas. El estaba siempre procurando llegar a otros pueblos y otras ciudades con el Evangelio. El dijo: "Las zorras tienen cavernas y las aves del cielo tienen nidos, mas el Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza.” Cuando él penetró en el hogar de Pedro fué para sanar a su suegra, y a la casa de Jairo fué para levantar a su hija. Tan sólo una vez se nos dice que descansó: Poco antes de la crucifixión, en la casa de sus amigos en Betania. Los hogares estaban abiertos pero él no tenía tiempo de descansar. En las Escrituras de los evangelios también encontramos la misma nota del valor de tiempo. Pablo dice a sus oyentes que el tiempo es corto; y Pedro hizo casi la misma advertencia. Como mayordomos debemos estar en la obra y ser negociantes de Dios. Son los negocios del Rey y requieren prisa, por lo tanto se nos mandó no ser tardíos sino fervientes de espíritu. III. El proposito del tiempo. Uno de los catecismos exalta el corazón en esta manera con la respuesta y la pregunta: ¿Cuál es el fin del hombre? El fin del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de El para siempre. El próposito de tu vida y la mía es labrar nuestro destino eterno. Debemos encontrar la voluntad de Dios para con nosotros y hacer esa la meta de nuestras vidas. La vida es una santa compañía con el hombre como socio activo y Dios como el miembro anónimo. Jesús nos llama amigos si hacemos lo que él nos manda y esa es una hermosa unión entre socios. El describe el resultado del tiempo malgastado en la parábola de las vírgenes necias y también en la historia del rico como una advertencia. En el tormento él estaba en agonía porque no podía comprar ni un momento del tiempo perdido para redimir su próposito. La revelación nos da hermosos cuadros del júbilo de aquellos que son fieles en el uso de su tiempo coronados con la corona de la vida, sentados en un trono cantando el cántico de Moisés y la Tierra Prometida. ¿Nos conformaremos con dar a Dios pequeños retazos de tiempo y devoción? ¿Por qué no darle lo mejor? Un magnífico lema para el mayordomo del tiempo puede ser (Col. 1:18): "Para que en todo tenga el primado.” IV. Redimiendo el tiempo. Somos dos veces de Dios, una porque nos crió y otra porque nos redimió (1 Cor. 6:19, 20). No nos pertenecemos a nosotros mismos. Nada de lo que tenemos es nuestro-, sino de Dios, pues El es poseedor de las ovejas, es dueño de la lana también y el tiempo que pasamos aquí en la tierra es tiempo de Dios. Cada día es sagrado y la