Consttuxiamos UN ALTAR AL SEÑOR NUESTRO DIOS Por Merrill D. Moore Noe preguntamos: ¿Qué es el altar familiar? Al concluir el pastor un hermoso sermón que conmovió grandemente a la congregación. en cuanto al establecimiento del altar familiar en el hogar, un joven •se le acercó después diciendo: "Pastor, dígame por favor, qué significa lo que usted ha dicho. Usted sabe que no hace mucho soy bautista. Yo me crié en un hugar católico. Mi madre era muy devota. Tenia un crucifijo sobre una mesa donde siempre tenía velas prendidas, y ante ese altar se arrodillaba y contaba las perlas de su rosario: pero creo que usted no se refiere a ese altar." No. esto no es lo que significa el altar familiar. Es un lugar en donde se reunen los miembros del hogar para adorar a Dios. Es el culto familiar en donde se lee la Palabra de Dios, y se dirigen oraciones al Ser Supremo. También es el centro de educación religiosa, porque es aquí donde los niños aprenden a confiar en Dios y a orar. Es un medio de salvación para la familia, porque en él pueden pedir a Dios por aquellos que no han sido convertidos, y éstos por su ejemplo llegarán a conocer a Cristo como Salvador Personal. ¿Qué es de más importancia que el establecer cultos familiares en el hogar? ¿Es más importante que las misiones? ¿Que la mayordomía? ¿Que el evangelis-mo? ¿Que la enseñanza? ¿Que la preparación? Todo esto continuará sólo en proporción a la fe cristiana que se aprende en el hogar. El hogar sin culto familiar enseña muy poca religión. El niño puede resistir lo que tratamos de enseñarle: pero no puede eludir la influencia de los padres y hermanos piadosos que se reúnen diariamente en la presencia de Dios en el lugar quieto de oración. El divorcio no tiene lugar en un hogar que ora diariamente en el culto familiar, en donde se mantiene un espíritu verdadero de adoración. En el hogar donde se observa el culto familiar como parte normal del hogar, no existirán desavenencias de consecuencia. La familia que ora junta, se mantiene unida." ¿Cómo puede entonces una familia ini- ciar y mantener el culto íamiliar? Presentamos cuatro sugestiones: 1. Tenga una reunión familiar. Dicha reunión debe tenerse en una familia cristiana para discutir cualquier asunto o problema que afronte cualquier miembro de ella. El más pequeftito tiene tanto derecho de expresar su opinión como el más grande. Pónganse de acuerdo de antemano en la hora que se reunir* la familia, una hora en que todos pueden estar presentes. Discútase entonces la pregunta: ¿Debemos iniciar el culto familiar? Esta pregunta iniciará otras como las siguientes: ¿Por qué debemos tener un culto familiar? ¿Hay razones para no tenerlo? ¿A qué hora del día se tendrá? ¿A la hora del desayuno o almuerzo? ¿Al medio día? ¿A la hora de la cena? ¿Al acostarse? Muchas familias prefieren la hora de acostarse. La mejor hora es la que sea más IL HOGAR CRISTIANO