LA VIOLETA 884 raleza de su alma, era un ideal la cié ga idolatría con que los hombres ren dian culto á su hermosura, y para al canzarlo ponia en juego toda la saga cidad de sus malos instintos, cuidán dose muy poco de las desagradables consecuencias que reportaron sus víctimas. El corazón de Manuel y Afttonio eran un volcán, ya no había remedio para su mal ni paz para sus existen cías. Un dia por fin, abrióse el espanto so cráter; la hirviente lava de los ce los filtróse por sus venas rompiendo los diques de generosos sentimientos que aun la contenían, y aquí, Seno rita, en la cumbre de esta montaña, sobre el fondo de luz rojiza de este crepúsculo que nos envuelve, se de sen lazó el drama de una manera ho ni ble. Manuel y Antonio se desafiaron, este mató al primero de una estoca da en la garganta, pero aquella ola de sangre sagrada para quien la de Tramaba, ahogó para siempre y en el preciso instante del crimen la razon del nuevo Caín. Por un capricho de su ya ilimitada imaginación, la escena se le presentó distinta. Judit, sí, era ella la que terrible mente cruel como el genio del mal, habia hundido en su hermano tan querido la espada que enrojecida por la sangre aun caliente, le parece es grimir en su desesperado delirio. De las tenebrosas brumas de la de mencia renació su amor fraternal y en estas mismas se hundió para stem pre el que profesaba á Judit, feem plazándolo el odio con toda la exal tacion de la locura. En el instante de un dolor supre mo por el atentado inaudito que aca baba de cometer sentióse su alma de nuevo conmovida por el amor que desde niño habia profesado á Manuel vibraron en grandiosa armonía de sentimientos que la mano de Dios colocara en su corazón. Así, lleno de ternura y con la ma. yor consternación, llevóse á cuestas el cadácer á la hora en que ya la no che tendía su espeso y misterioso manto..... o o,. La familia del muerto puso aque lia cruz de cantera que ve V,. allá,me dijo mi narrador, señalándome el lugar del crimen, y el loco cree, que al pié de ella está ci sepulcro de Ma nuel, por eso no deja un dia de venir á visitarla orando por él. —Y Judit? le pregunté: —Judit no pudo arrostrar el justo anatema de esta sociedad y huyó de aquí; no sé hoy donde se encuentre.. Desdichado loco, pensé,víctima de un amor fatal! La coquetería corrompe el alma y la. degrada, poniéndola en la cima de la pendiente rápida del vicio; un pa so más y rodará por ella hasta su fon do donde se encuentra el crimen. Soledad del Llano. México, Marzo de 1894. /Imor Qopyu^al. Sentada junto á una mesa Donde un pliego abierto habia, Con agraciada destreza, Algo erguida la cabeza, Así Carmen escribía: Me preguntas, tierna amiga, ¿Qué es el amor conyugal? Va mi opinion: no se diga Que algún secreto me obliga Tal confidencia á negar. En primer lugar, Elisa, Te diré que es desaliño Llamar amor al cariño Del matrimonio, (y es risa Que ande en prosa el ciego niño) Por que es prosa el matrimonio