La Expedición Punitiva DESDE JAUJA A 20 de Marzo de 1916. Mi eitimago amigo: Ya comprenderás que sobre todos los acontecimientos capaces de interesarnos está hoy el de la entrada de los americanos en Jauja para la persecución de Villa por los atropellos que éste cometió en Columbus. Tengo, pues, que referirme a los preliminares 'de esta combinación bélica, para que te enteres de cómo el Primer Jefe dirige los asuntos de carácter internacional. Cualquiera habría discurrido esperar el resultado de los arreglos para Jauja y Yanquilandia sobre la forma de la persecución, para saber si era llegada la hora de excitar el sentimiento nacional en defensa del pais por una ruptura de hostilidades de parte de los americanos. Pero Don Venus no procedió así. Quiso lucir una diplomacia de cuño nuevo, y lanzó una excitativa al pueblo para que se preparase en defensa de la dignidad de la. patria, acordándose probablemente de que se le había olvidado asumir la misma actitud cuando la toma de Veracruz en tiempos de Huerta. En esa excitativa aseguraba que por ningún motivo ni bajo pretexto alguno permitiria qve fue. :as norte-americanas penetraran en nuestro territorio; y esto cuando comenzaba el escrito dando cuenta de la solicitud yanqui para traer sus soldados y de lo que él había contestado pidiendo la reciprocidad de acción 'tquel brillante galimatías democrático cautivó a las masas redimidas que vieron en la actitud de Don Venus un patriotismo de muy subidos quilates; pero los arrestos populan.* se aplacaron al saberse que dos dias después pasarían, como pasaron, tropas yanquis a Jauja, con el heroico timbre para Don Venus de que sus ejércitos tienen igual derecho sobre tierra americana, si se presenta el caso de cooperar con los vecinos para persecuciones análogas del otro lado del Bravo. * La excitativa hablaba, como er» de rigor, de que la culpa de todt^recaía sobre los reaccionarios, quier es aplastados por la derrota instigaban a Villa a la ^ejecución de horrendos crímenes. En esto sólo faltó un detalle: el de que los reaccionarios pusieron en manes de Villa armas y municiones y la banda azul de divisionario. Pero esta pequeña distracción debe serle perdonada al Primer Jefe, porque no es posible que tenga tiempo y calma para estas menudencias. En medio de estos desahogos preconstitucicnales, hay algo que los atenúa: la consideración de que contando Don Venus con un ejército menguado, (tan menguado que apenas alcanza a ciento cincuenta mil plazas), es una crueldad pedirle que él se baste para destrozar a Villa, en cuya compañía andarán de dos a tres mil bandidos que antes constituyeron la flor y nata del ejército libertador. No podemos fiar en esas cifras, porque hace poco esos bandoleros no sumaban ni cincuenta, según los papeles impresos, marca Venus, únicos que circulan en Jauja. Villa estaba ya próximo a ser cogido en la trampa; se le perseguía tan de cerca que el mismo día de su asalto a Columbus, daba cuenta un General incautador de que se hallaba sobre ly-pista del ex-compinche y en breve comunicaría su captura. fiay un punto lamentable en esta combinación militar, y es que la liga de ambos ejércitos para atrapar a Villa vendrá a poner una gruesa tacha sobre los lincamientos del sabio proyecto de Don Venus en lo relativo a la solución del problema del hambre por medio de la abstinencia defintiva, punto de que traté en mi epístola número veintidós, anterior inmediata a la que vas leyendo. Porque el ejército menguado de Don Venus se echará bravamente sobre los pemiles de jamón, los furgones de galleta y las latas de melaza, en los precisos momentos en que iban ya nuestras abnegadas huestes habituándose al ayuno perpetuo. Pero este pequeño escollo con que ha venido a tropezar el proyecto redentor, quedará ampliamente compensado con la ventaja de que una vez metidos en Jauja cincuenta o cien mil americanos bien armados y equipados, sin haber dado alcance a Doroteo, no podremos arrojarlos del país, y habrá melaza, galletas y jamón a todo pasto, con beneplácito del pueblo que en su mayoría no se resigna a substituir el sistema de vida a que los acostumbrara la odiosa proporcionándole alimentos baratos y abundantes, por la supresión absoluta de los comestibles. Este fracaso del novísimo proyecto no será bochornoso para su ilustre iniciador, porque otros más sencillos le han fallado también. Por ejemplo: la clausura de casas de cambio fundada en que ellas eran la causa de la escasa valorización del bilimbique. Desde que por decreto desaparecieron esos exploradores del pueblo, el papel carrancista ha sufrido un descenso que espanta, lo cual demuestra que las casas de cambio eran sumamente perjudiciales. Así le sale todo a Don Venus, por lo que ciegamente confiamos en la rápida reconstrucción del pais. ’ En algunas dé las principales ciudades de Jauja se festejó rumbosamente el hecho glorioso de penetrar americanos en nuestro territorio. Las felicitaciones al Primer Jefe por su actitud patriótica permitiendo que soldados extranjeros le ayuden al exterminio de Villa, han “fatigado los hilos telegráficos." Don Venus habrá formulado su altísimo pensamiento en esta expresión democrática: “METANSE Y QUITENMELO DE ENCIMA." Mira lo que significa una solidaridad firme entre naciones convecinas, y las ventajas que se obtienen con armar bandoleros, ponerles motes de Napoleones, fajarles bandas de divisionarios y prenderles a la cola un representante diplomático. No será difícil que a estas horas, muchas gentes recuerden el proverbio aquel: “CRIA CUERVOS Y TE SACARAN LOS OJOS." Tu afectísimo amigo y colega, SIL VERIO.