¡J¡ M 9 __________________ do.-*, el objeto era c.astig tr v no corregir, ’■ mente rcr*of>’id-i en p! 1 - i k costumbre de matar al hombre i lanmutá’ autorizada, sm que en estos actos hon-! con las dolorus. s ■ tooe" to ' rh rosos, descubriera algo de injusto é in- del mforru do La e- 1 S S: i et,uii 1,,s ilt; iu m tcoua, esta casi unaininmnentu re-; el camino del bmn H-forn . ... ,„L, b probada la pena de muerte, por los míe-: puedo prohibir ía re; mid'-n-'i'i y ¡o toi’ d^p^^’lírr- P£'a W r akÍ1U0’ cuatro jE^tad&tí. ^ouunente han o¿‘ " . .. i o u n i o u od i e o u 11 e na a q u o h o. a sido seu toneÍM gu do examinar esta edustion tau hnpuitaix» te. • : ■■■ .xs:kri...- W^-*sN6í#Í##IÍ _ Las pdshnas cáreeles dS li ÍWittM u.sapaiecei en la piuchén. Por esto es : un hombre lloarado r util d In s-M-e-U-í <;ue nuestros constituyen tes. d’*—......í -........• u ^h.^..LvA i el ngimen penitouciario en hi 11 para llevar •' de esa pena reprobaJa por las teuJeu-cías de la, civilización. Al tender la minula tí una cárcel de bie’*a y1 librovIU" •' i'uuvu, ittuuii ios ovinas, h XrleoÍX - >■ C1°n’ í:Otm, ,n:,ai'Mlc«riV1 'l1*3 lo-s eueareeiados extin^i k SmáXaios o' • ?.?“» C re,lUU,Mt:5i irlü hi, tl ^atendad.^ «i liento y ®il.u v ’'‘“'“i"' hd si» * f *' *v t . ■ ‘ 111 cjIoi % una ud- do examinar esta cuestxnh 'Mrí"rM"W^M»-->:. mosteivi carbonizada y asíixiadora, resultantes do la respiración sofocada de as victimasoojacori'upeion social: verc-j bumi vonlingonte, debo creerse, «tie han T*38 7 “““ í :,res,h,do :í revoluciones, v »«-■ poco ■ s siún 1 du’„ 1 h :l-ve,nil°’ r?;0 a ¡ y131- k) seguirán proporcionando, miéntras ba o SdSV < 1 LOS1Um,)ves; de‘ t1'-'1-; establecimientos solo sa otrapeu «l-tajt), sasatuyuudolas con una decadcu-¡ castigar al hombro y nn da corre^ul -espato A »^d» bi co’ulúeta^'iitor t í / 'V' b° tl IeI udll“ a! tl'ilkllju, de donde resülfahíá/ u S es níih ád a lo0*' !U reyi!,dt,S:>» el tiempo, perniciosos n-vohrefom/-a“-l ,q.“/ e&tal’lLC*m11011t0> y por ultimo . nos míe hagan temblar á la sociedad do üeducnenios de todo aquello, que las, qm forman parte. carctilos que tenemos, es la inejor oseno-1 Hemos indicado la obra necesaria y la J a lu,uorit1hdad-1 fneilidad para llevarla hasta su fm, 'd^ . iL'• ,y.,. \ i'1 • deS 'Va tIoncl° Pned^ i seamos que el régimen penitenciario so ,l '■ .luo,L'oufcti> Para volverse establezca, para realizar las esperanzas m tunoso crimina 1 ¡ de nuestros eonstituventes v cumplir con Jaa institución deUvabajo y de la edu-1 las tendencias civilizadoras; hemos pro-f imon en esa clase do establecimientos,: puesto lo que deseábamos. Ahora si ti ?Sl'?y”S’.eVltil U “auimmut;)/ -k‘^ ¡ Gobierno trabaja y se sacrifica llevando - L vi0o1(l’3e J>ddieiíUi ser <10 m.is- á cabo el pensamiento que: : prop ruforr!a i ^¡tba-; sito, xlejarán un recuerdo impéreeadéfe vivir í/t > - ? Um!j^íü 133 3;lo do ¡ para las generaciones que nos sucedan t V ,n Pnsíon^> i;>ó aumen-; en el inmortal trabajo que tiende ala tos, que tal vez «o puede hacerlo uim .-ul , perfección humana, mnu^traeion, atiendo á la limpieza y pue- ; de ayudar ea algo <í la familia del preso, • que envuelta en la miseria y vergonzosa- Emilio F¿ "•:•• .. >í.• ¿y ■ ■ ■■ ' ■■"i".:':/"'