ftanza se perdió porque sus parientes y amigos no tuvieron suficiente espiritualidad para contrarrestar las sugestiones e influencias de los demis. La incredulidad cierra el corazón. Jesús no podia hacer muchas mis maravillas por causa de la incredulidad que existia. Impide la gracia y no solamente encierra el corazón del pecador sino también amarra las manos del Salvador. Oración: Señor nuestro, te damos gracias porque tu evangelio es para todo el mundo y no hace acepción de personas. Amén. Leeeién de la escuela dominical para el 24 Título: Beftalee de lee Tiempo*. Pasaje: Mateo 14:1-11:12. L. 18 de febrero: La muerte de Juan, Mateo 14:1-12. Al principio Juan fue del agrado de He-rodes; pero Juan le dijo a Heredes: “No te es licito.” Pudo haber usado otros medios y asi haber cumplido su misión, salvando su propia vida. Pudo haber despertado al pueblo contra el rey, habiendo hecho de si mismo un héroe popular. Kst» es la clase de denunciación que requiere Dios, no una indignación bulliciosa: sino un testimonio humilde y firme en la presencia del mal. Sin embargo uno sufre por su franque-za; pero ¿quién ha hallado el secreto de amar de buena fe sin sufrir. El amor falso siempre trata de hallarse a sí mismo; no trata de obtener el corazón a fin de salvarlo. El amor verdadero que busca el bien de otros, y no su propio interés consiente en ser olvidado, sacrificado. Oración: Padre nuestro, te damos gracias por el espíritu de valor y de fidelidad que tuvieren los primeros cristianos. Haz que nosotros también seamos fieles. Amén. M. 19 de febrero: Suficiente y de sobra, Mateo 14:13-21. Jesús es nuestro ejemplo en el uso de la prudencia al retirarse del peligro, en buscar descanso corporal y mental para sí y para sus discípulos, en olvidar su descanso a fin de hacer bien. Al dai de comer a la multitud, Jesús nos da un ejemplo de compasión, de obediencia, de orden, y de economía. Este milagro es una revelación simbólica de Cristo supliendo las necesidades de un mundo hambriento, una representación de la condición moral de la familia humana, y una exhibición verdadera de las bendiciones del evangelio. Dios no interviene sobrenaturalmente más allá de lo que es necesario. La en- 3é carnación y el sacrificio de Cristo son obras sobrenaturales del poder divino y de la misericordia; pero después de su introducción ai mundo, se necesitó la agencia humana para difundir el nuevo poder. Los cristianos son, pues, instrumentos de Cristo. Tal como sobreabundó el pan cuando Jesús dio de comer a la multitud, también sobreabunda el poder que Cristo da a los suyos para su obra. Oración: Gracias te damos. Padre celestial. por tu gran bondad y por el ejemplo de tu Hijo. Haz que seamos dignos de tu misericordia. Amén . M. 20 de febrero: Tempestad en el mar, Mateo 14:22-27. El propósito que tenía la multitud era de tomar a Jesús por fuerza y hacerlo rey nacional. Esto habría causado una revolución política y habría deshechado el plan de Jesús para su reino. Los discípulos estaban de acuerdo con un reino político. Despidió a sus discípulos para que fuesen al otro lado del lago mientras despedía a la gente. Jesús estaba afrontando una crisis, así que fue al monte a orar. El mar estaba tempestuoso, y el viento contrario, y los discípulos no podían avanzar a pesar de su gran esfuerzo. En eso vieron que Jesus se allegaba a ellos andando sobre el agua. Estaban asustados, pero Jesús calmó el mar. Aprendieron otra lección del poder de Cristo. Aprendieron que Jesús ve aim en la oscuridad. Nosotros no podemos dominar los vientos contrarios; pero éstos pueden preparamos para un servicio más importante en la causa de Cristo. El relato de esta experiencia en la vida de los discípulos tiene el propósito de aseguramos que, aunque invisible, Cristo nos ve y vendrá para ayudamos y socorremos en cualquiera dificultad. Oración: Tú puedes enseñamos mejor que cualquiera cómo confiar en ti bajo todas las circunstancias de la vida. Amén. J. 21 de febrero: Una investigación oficial, Mateo 15:1-9. Los fariseos y los sedúceos eran enemigos, pero estaban de acuerdo en luchar en contra de Jesús. Los dos querían matarlo. Lo que separaba a Jesús de los fariseos y los sedúceos era el problema de las tradiciones y los mandatos de Dios. Los tradiciones eran la ley oral decretada por los ancianos, y que muchas veces contradecía los mandatos de Dios. Cuando existía un conflicto Jesús ignoraba las tradiciones y defendía la Palabra de Dios. Era imposible una avenencia. EL HOGAR CRISTIANO