Evacuación de Varsovia. Los campesinos rusos abandonan sus hogares ante la llegada de los Alemanes La Libertad de la Prensa “Revista Mexicana” ha sido prohibida. DESDE JAUJA A 29 de Noviembre de 1915. Mi bien querido colega: Entre las demostraciones de amor a la libertad que tenemos ya catalogadas con el advenimiento de^ la restauración, merece lugar preferente este hecho: “REVISTA MEXICANA" ya no pasa nuestras fronteras. Estos libertadores han dispuesto, valiéndose de sus sabuesos, que esa publicación deje de tener entrada en este floreciente país, y estamos hace cuatro semanas sin leer una sola linca de las que salen de esa redacción. Se comprende bien el móvil de tan libertario acucfdo: “no desorientar la opinión pública”, ni más ni menos que como reza la ley sobre supresión de 'agrupaciones políticas. Celosos de la tranquilidad del pais, los mandatarios del día no quieren que tus escritos vengan a ser causa de motines populares, y acabe por perturbarse la paz, aquí donde la estamos disfrutando completa, orgánica y radical, no a medias, artificiosa y vacilante como la que imperó bajo la bota charolada de Don Porfirio. Después de haber hecho la guerra, estos caballeros de la polaina quieren probarnos que saben ser soste nedores de la paz; y como nada existe más peligroso que la mentalidad de los hombres cuando se encamina torcidamente, han de comprender que esa Revista es un elemento nocivo, perfectamente apropiado para echar, por tierra estos monumentos creados a la sombra de los benefactores del pueblo. ¡ Estarles costando tantos sacrificios la reconstrucción naciona', y venir tú con tu labor antipatriótica a desbaratarles con cuatro plumadas lo que ellos a sangre y fuego elaboran sobre sólidas_bascs, es una abominación! Han obrado, pues, con admirable acuerdo, cerrando el paso a un periódico como el tuyo. Habernos algunos reaccionarios y traidores a Ig patria que nos sentimos afligidos ante esta libertaria disposición; pero sinceramente reconocemos (también nosotros tenemos hrestro “reconocimiento”) que es muy merecido el castigo que se nos impone. ¿Quién nos da derecho para alimentarnos con manjares que ponen en grave peligro nuestra vida, como hijos de un país que ha llegado ál culmen de las prerrogativas individuales? Estos de la "gloriosa” (segunda etapa) están en el deber de procurarnos la mayor suma de be neficios, y el primero de ellos es la "salud pública," como aquí se le llama. Y para que ésta no se resienta, hay que apartar del olfato y aun de la vista todo lo que pueda da-ñarnos_cl_o.rganjsmp, Do malo es que lo vedado despierta apetito, y el día en que por un fraude inicuo se Ies cuele a los sabuesos vigilantes cualquier ejemplar de los tuyos y venga sigilosamente hasta nosotros, vamos a tirarno» sobre él con voracidad de tigres después de veinte dias de rc-zago en la alimentación. Y con atracones así, a lo desesperado, nos pondremos malisimamente del estómago. ¡Los apuros en que se verán nuestros benefactores al enterarse de los estragos causados en la salud pública! ¡Y las rabietas que les dará la, ineficacia de esta moderná terapéutica social! Pero cuidado con los organismos viciados. Ya nosotros, con lo poco que veníamos saboreando de los productos de tu elaboración, nos acostumbramos de tal modo a esos potajes, que acabaremos por ponernos canijos si nuestros protectores logran éxito cabal en la patriótica labor emprendida. Y no será mucho si nos ataca el delirio del hambre.