TIEMPO DE B. C., Y SONORA — PAGINA 10 j'ü? - mil, en tanto con mil pesos, una tonelada,' se producen 2 de latas que significan 27 mi|_ pesos, pero a costo de producción mucho más elevados. ESto, señala, es to que ha inclinado a los industriales hacia la producción de harina y no de latas para consumo humano. PROYECTO EN ENTREDICHO La producción de harina se inició pensando en reducir nustras elevadas compras al exterior, principalmente a Perú donde la sardina y anchoveta que vive cerca de sus costas es de mala calidad y toda ella se procesa para harina. Así fue como en 1972 se empezó a destinar sardina en grandes cantidades para la producción de harina. El predo en aquel entonces por tonelada de harina era, según el Anuario de CANACINTRA; división Fabricantes de Alimentos Balanceados, de 3 mil 50 pesos. En 73 el precio fue elevado de 3 mil 500 en abril a 5 mil 500 para el últifno tri-, mestre. Por ello el Gobierno decidió prohibir que se quemaran indiscriminadamente las sardinas. No obstante ello para 1974 la toncada de harina llegó a 5 mil 750 pesos, en 75 subió, por la demanda, a 6 mil, mientras empezaba a desinflarse la-importante oferta peruana. En 1976, a causa de la devaluación del peso, la tonelada de harina llegó de 7 mil y 9 mil 500 pesos. El salto definitivo, sin embargo, lo dió entre 77 y 78, llegando a precios actuales de 12 y 13 mil pesos. Estos datos revela^ la ere-' dente "expansión de la industria harinera, motivo por el cual, incluso marcas como la Pando, pioneras en cuánto a sardinas enlatadas se refiere, prefirió orientar su produc-dón hacia la industria aceitera y harinera de pescado, se- , gún explicó Alejandro Escan-dón, gerente general de planta, de dicha empresa. Por otra parte en la Asocia-dón de Productores de Aceite y Harina de Pescado, que preside Carlos Gil y que opera en Guaymas, Sonora, se explicó que actualmente los industriales han decidido enfocar su actividad hacia la elaboración de harina por ser incos-tcable la producción de latas. Al respecto el señor Moya —de Técnica Pesquera— señaló que efectivamente hay un cuello de botella en el precio, que fija y controla la Secretaría de Comercio, pero admitió que por la abundancia de la especie, reestructurada la industria, podría seguir siendo la sardina un alimento barato y abundante para la dieta popular. Incluso comentó que el Departamento de Pesca ha hecho importantes esfuerzos por reorientar la industria y modificó el Plan de Desarrollo Pesquero que pretendía aumentar facilidades para armadores y pescadores que se dedican a tal actividad. Y Oca serdín© w hizo * Se carece de una flota pesquera eficiente * La sección de enlatado sólo cubre apariencias * Se ha aumentado la importación de harina de pescado ■ por Sara LOVERA •'Fabricar harina de pescado con la sardina en general y con la sardina Monterrey en forma muy particular, constituye un irresponsable despilfairo de uno de los recursos más exquisitos que, para el consumo humano directo, suministra el mar", denuncia Luis Moreno, uno de los expertos y conocedores del problema que encontramos a' nuestro paso en las indagaciones de este asunto. Y dice algo más: "Es notorio que la industria sardinera mexicana está construida en beneficio de unos pocos sobre bases falsas que hacen valer algunas verdades". Y es que el problema de esa industria tiene muchas facetas. . .Para Alfredo Asturias, el problema es que se trata de "un gigante descalzo", ya que la flota sardinera esta construida muy mal. Los sardineros adquiridos del Perú, bajo los tristes auspicios del Banco Interamericano de Desarrollo, por empresas pesqueras estatales del noroeste, a me-didados de 1977, no garantizan la amortización, ya que solamente el Estado podría pescar unas nueve mil toneladas al año de sardina y anchoveta, lo que deja en manos privadas la mayor ganancia. I HARINEROS Y ENLATADORES Pero veamos, cuál es la diferencia entre harineros y enlatadores. Los que tienen en sus manos el problema, dicen que la sardina mexicana se descompone con mucha rapidez, lo que impide su aprovechamiento para consumo directo; también, dicen, se carece de una flota capaz de capturarla y transportarla- y por último alegan que la capacidad instalada de la industria permanece ociosa por falta de materia prima. Pero veamos: 83 mil toneladas para harina y más de 53 mil para enlatar que informa Pesca, ¿son pocas? La realidad pintada por Luis Moreno es otra: él afir-ma que la sardina mexicana no se descompone ni antes ni después que cualquier otra sardina, simplemente lo que pasa es que los productores de harina provocan su descomposición para así poder quemarla. Pero ¿cómo? muy fácil, responde, tan sencillo como demorar la descarga de los buques que la capturaron.' Lo que si es cierto, y esto lo respalda la revista Técnica Pesquera y las propias proyecciones del Plan Nacional de Desarrollo Pesquero, es que se carece de una flota pesquera capaz de capturarla y transportarla; sin embargo, la deficiente flota sardinera existente capturó, el año pasado 76 mil toneladas de sardina, lo que constituye una cantidad nada despreciable, si esa flota hubiese cobrado' por su sardina un precio justo. Ayer dijomos que por tonelada se pagan mil pesos, a peso el kilo. ¿Entonces qué pasa?. El asunto es peor según Moreno; él dice que los industriales están pagando la tonelada promedio a 600 pesos, el asunto empieza a volverse controvertido aun entre los propios especialistas. La periodista Sara Lovera, del periódico “El Día” que se publica en la capital del país, llevó a cabo la realización de un interesantísimo trabajo sobre una de las especies marinas que está considerada como una de las más ricas y que es la sardina, en el cual hace destacar la manera tan irracional de su explotación y la forma como viene desapareciendo debido a que está siendo elaborada ; como “harina de pescado”, sin control algu-1 no, por lo cual se hace necesaria una legislación al respecto para evitar que los industriales sigan fomentando su desaparición en forma irremediable. TIEMPO DE BAJA CALIFORNIA Y SONORA, publica este interesante reportaje, ya que afecta en forma directa a las comunidades de los estados en donde circulamos en forma profusa. Cosa explicable parece que si por Ley en México solamente se (justifica hacer harina de sardina con los desperdicios de ésta, no se entiende por qué las fábricas de harina con los desperdicios de ésta tienen mayor capacidad de reducción que volumen de envasado en las enlatadores anexas. Se pudo comprobar que hay plantas con capacidad de reducción de 50 toneladas por hora, y sólo 20 toneladas por día en la sección de enlatado. Es decir, anota Moreno, están diseñadas para quemar sardina, y la sección de enlatado sirve sólo para cubrir las apariencias. ESTRUCTURA INDUSTRIAL Para los expertos el problema sardinero no es insolu-. ble, existe porque lo breó un sector que organizó la explotación del recurso a su modo y manera, para obtener gran-des beneficios con inversiones ridiculas. Según los archivos de Técnicas Pesqueras, y aun los datos sin crítica de-los del Departamento de Pesca, hablan solas las cifras y algunos hechos: Los industriales controlan los contratos con las plántas estatales anlatadoras de sardinas, maquilando las capturas de la flota, especialmente en la zona de Guaymas.