Que ui perder ¡ay! sib olores Del sol las mata el calor?
¿Se acabara? Xu: s? trmiea, El dest¡no nuestra gloria, Este amor y aquella histo/ia. Nunca hemos de olvidar, aunca.
Hoy nos amamos los ¿os
Y siempre nos amaremos: Lo juramos, cumpliremos, Si no nos castiga Dios.
Jacobo M. Aguirre.—1879.
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I.
Al despedirse del purpúreo broche La luz del sol que tan veloz se aleja. Desciende el horizonte, y .solo deja El sereno silencio de la noche.
; Y la, materia en descansar prolija Se coloca en su hogar y triunfo canta; Pero mi alma tranquila se levanta Al mirar el negror que me cobija.
Evoca los recuerdos del pasado,
Y	contempla una luz fascinadora, Que desprende la vista eneantiulora De un ángel celestial de Dios mandado. ;y> Ese ángel eres tu cuya mirada
Suavemente penetra y electriza"
Y	en sus luces á mi alma clivihiza Para hacerla tal vez, infortunada.
Ese ángel eres tú. Cuando te veo Las lágrimas desprendo en mis abrojos, Porque al tender tu vista hacia mis ojos, Mirar a Dios, en h<« miradas, creo.
Xl pensar que tu vida se desliza Tan agradablemente acariciada, Quisiera de tu boca inmaculada Ver para mí tan solo una sonrisa.
II.
i Y que sufre al pasar todas las horas.
' Porque yo miro en mi pasión ardiente,
! Despreciando el tormento y tus agravios,
¡ La sonrisa de un ángel en tus labios,
i El aliento de Dios sobre tu frente!
I	IV.
Es la alta sociedad dónde ilumina
Y	enajena tu púdica hermosura: Es allí donde encanta tu ternura; Es allí donde tu alma predomina.
Es allí donde estiendes tus fulgores
Y	tu aliento purísimo de rosa: Es allí donde existes venturosa Respirando una atmosfera de amores.
Mientras que yo con el dolor profundo, Consecuencia fatal de mi amargura. Con el. llanto y la triste desventura Voy por la negra oscuridad del mundo.
Y cuando veo que tu dulzura ensayas
! Y demuestras tu fino sentimiénto,
¡ Se apodera de mi cruel sufrimiento, I Pues no puedo volar á donde te hallas.
Mas basta ya!.... que el tiempo nada obre I En favor de pasión tan infinita,
Que, del amor del corazón dé un pobre, Un ángel, como tú, no necesita.
i	Emilio F. Vasquez.
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GACETILLA.
LUIS GONZALEZ RODRIGUEZ.
Ha sido nombrado unánimemente para qne represente á esta Sociedad en la establecida en la Capital de la República con el títúló de “Juan Antonio de la Fuente.”	. . .
Felicitamos á nuestro antiguo consocio por esta distinción y lo exitamos á que cumpla su cometido con la eficacia é inteligencia que le Sóir toracterís-ticas.	«y--
NUEVO TESORERO.
Pienso yo en tí Y en la nocturna calma Mi espíritu, estendiéndose, se eleva, Y cogiendo tu imagen se la lleva En las alas purísimas del alma.
HI.
Yo te adoro, y camino satisfecho Por la senda en que marcho tan oscura, Porque tu imagen celestial y pura Es guardada en el fondo de mi pecho.
Yo te adoro; te adoro.. . . y tú lo ignoras! Y no sabes qiu? existe en el olvido Un corazón que para tí ha vivido,
Por renuncia que hizo el Sr. Luis Fuentes del cargo de Tesorero que con tanta eficacia haJt>in desempeñado, ha sido nombrado) en su lugar nuestro inteligente consocio Julio Martínez. ,
Bien por tan acertado nombramiento.
NUEVOS SOCIOS? .
La Sociedad se ha honrado admitiendo últimamente como socios activos á los Srs. Aurelio Val-dés Cabrera. Jacobo M. Aguirre y Jesus Mari» Perales; como honorarios álos Srs. Patricio Guerra y Margarito Ortiz: y como socio activo y honorario al Sr. Lie. Miguel Cárdenas.