Marzo REVISTA EVANGELICA 163 firme, que pueda permitir que nuestra edificación espiritual resista todos los embates del tiempo y de lás mutaciones del tiempo. Necesitamos una religión que sature nuestra alma de paz inefable, de seguridad cierta, de alegría infinita, de confianza plena. Necesitamos, en fin, la religión del Cristo crucificado y resucitado, con todo lo que ella comprende e implica. Necesitamos perentoria y absolutamente, poder decir con Pablo: “He determinado no saber cosa alguna sino a Cristo y a éste crucificado’’. Y cuando el hombre diga tal cosa sinceramente, con honradez, y en la plena conciencia de lo que dice, y en el gozo de poderlo decir, verá que para él nada valen las teorías modernistas, ni esas religiones de cojín en las cuales algunos quisieran hacernos adormecer, con peligro de nuestras almas. . ¡Fuera la religión de colín! ¡Queremos la religión que necesitamos, la religión que nos habla del amor infinito de Dios, manifestado en el sacrificio expiatorio de su Hijo bien amado. ¡Queremos la antigua religión, que nos habla de un Cristo Salvador, muerto por nuestros pecados y para nuestra salvación, y resucitado para la gloria del Padre y para nuestra justificación! ¡No queremos religión de cojín que nada dice al alma; queremos la religión de Cristo crucificado, que tanto dice, con las voces más elocuentes, al corazón del hombre! Cristo el Mejor Caudillo Cristo es el más magnánimo de los capitanes. Jamás ha habido su igual entre los más escogidos de los principes. A El hay que buscarlo siempre en lo más duro de la pelea. Cuando sopla el viento frío. El siempre toma el lado desnudo de la mañana. El extremo más pesado de la cruz descansa sobre sus hombros. Si nos ordena llevar una carga, El la toma juntamente con nosotros. Si hay algo que es generoso, gracioso, bondadoso y tierno; si pródigo y superabundant^ en amor, siempre lo encontraréis en El. Durante estos cuarenta años y mas, lo he servido, ¡bendito sea su nombre! y no he tenido de El más que amor. Gozoso continuaría otros cuarenta años todavía en el mismo servicio amado aquí en la tierra si fuera de su agrado. Su servicio es vida, paz y gozo. REV. CARLOS SPURGEON De su último sermón. ------o----- Dios y el Sol Así como para la tierra no hay más fuente de calor y de vida que el sol, no hay tampoco para todo lo creado sino una sola fórmula de progreso: ¡Más cerca de Dios!—Escogido.