El Faro Dominical lante de autoridades que no necesitarían ser parciales en el juicio. I a única razón que podían alega! contra el apóstol los judíos de Jerusalem era que predicaba a < risto crucificado. Pero esta era realmente una sinrazón, porque el advenimiento de Cristo Jesús era la esperanza de salvación , para el pueblo judio. No de su salvación política, sino de la salvación que es mas importante que una salvación política v temporal, pues Cristo Jesus era la esperanza de la salvación espiritual y eterna de Israel, como de los gentiles. Y por esta esperanza estaba 1 ablo en cadenas. La Opinión del Apóstol. Los judíos de Roma nada sabían a-eeica de las acusaciones que hubiera contra Pablo. Según parece nadie les había dicho nada sobre el particular, ni de palabra ni por escrito. Nada, nada malo sabían acerca de Pablo los judíos de Roma. Pero lo que de veras es sorprendente es que realmente ni los judíos de Jerusalem, ni los de ninguna otra parte sabían nada malo acerca de! apóstol. Nada malo hablan oído acorva de I a-blo, pero sí habían oído ya acerca del evangelio. Y lo <|ue habían oido era que aquella secta era contradicha por todas partes. Probablemente jamás habían tenido la oportunidad de escuchar las doctrinas del evangelio. Todo lo que habían oido era qve por todas paites era contradicho. Pero eso es juzgar mal de una doctrina sin darle oportuni dad. Es muy malo y necio condenar a una persona o condenar un principio sin conocerlos. Pero ahora tendrían los. judíos de Roma la hermosa oportunidad de oir el evangelio, como si dijéramos. fresquecito y como era en sus comienzos de esplendorosa sencillez. Cita y Predicación. La oportunidad que se le presentaba a Pablo para predicar el evangelio era inmejorable. Los mismos principales judíos de Roma pidieron que se les ex plicara la palabra de la cruz. Pablo los cita para un cierto día, en el cual vinieron a él muchos a su alojamiento. Allí tenia pues el prisionero de la cruz un buen concurso de gente y una buena oportunidad para sembrar la simiente del evangelio. Pablo era un hombre educado en el conocimiento de las Santas Escrituias dei Antiguo Testamento. De modo que allí les explicó todo lo referente al reino espiritual de Dios, o que Dios tenia que establecer por medio de su Hijo Jesucristo. Les explicó que este mismo estaba ya profetizado en la ley de Moisés, muy claramente en los tipos y ceremonias de esa ley. Además los profetas mismos habían profetizado acerca del advenimiento del Mesías, cosa que se había cumplido al pie de la letra, y que ahora anunciaba el apóstol a judíos y a gentiles. Todo el día predicaba el predicador, desde la mañana hasta la tarde se oía de sus labios el mensaje de la salvación. Efectos de la Predicación. Parece que todos los oyentes d