restauración depende de la manera en que se hace. Kn vez de reprender al hermano violentamente debemos de simpatizar el uno con el otro en cada desgracia v así cumplir la ley de Cristo. Con dócil instrucción y afectuosa reprensión el que ha sido sorprendido en el pecado responderá al consejo de sus hermanos. Oración: Señor, daños sabiduría de lo alto para poder vencer al diablo. Conce-denos un espíritu conciliador. Amén. V. 11 de enero: Evitando las tentaciones, Mateo 18:7-9. Uno podría cortarse ambas manos y sacarse amoos ojos, sin eliminar todas las raíces del pecado. Lo que Cristo requiere es que nos rindamos a él con todo nuestro ser. Es mejor deshacemos de las cosas más agradables y más queridas, y aun sufrir, que desobedecer a Cristo. Pocas personas admiten que son culpables de sus pecados. Uno no puede vivir sin ser tentado; pero esto no quiere decir que uno tiene que pecar. Uno no puede evitar que los pájaros vuelen sobre su cabeza; pero esto no quiere decir que los debemos dejar construir su nido en nuestro cabello. Uno tiene que tener convicciones en cuanto a lo que puede hacer sin perjudicar su vida espiritual. Una vez que se da cuenta de que algo le perjudica, debe eliminarlo inmediatamente de su vida. Una cosa puede no ser pecado en sí; pero si nos estorba para hacer lo bueno, entonces se convierte en pecado. El que se entrega completamente a Cristo para hacer su voluntad será recompensado grandemente. Oración: Señor, ayúdenos a rendimos a ti completamente con todo lo que poseamos. Haz que seamos fuertes para poder vencer las muchas tentaciones de la vida. Amén. S. 12 de enero: Cuando seamos tentados, Santiago 1:12-18. Tentar es solicitar a uno que peque. ¿Quién efectúa la tentación? Aquí dice que los mismos hombres; a Dios nadie puede hacerle daño, ni hombre ni ángel, él tiene una naturaleza perfecta y no admite los pensamientos malos, y es incapaz de ser tentado. La concupiscencia se considera como una ramera, que seduce la comprensión y la voluntad del inocente, y de allí nace el pecado; el individuo con- tinúa pecando y el resultado es muerte. Así que, la concupiscencia es la madre del pecado, y el pecado la madre de la muerte. . , , .__ Dios está muy lejos de seducir al hombre al pecado. Toda buena dádiva viene de él: las facultades, la disposición buena, IL MOGA* CRISTIANO las circunstancias felices, el perdón de loe pecados, el favor de Dios, la vida eterna, etc. El Padre de las luces no puede darnos malas inclinaciones; él nos regenera por su propia voluntad, y las personas regeneradas son consideradas primicias entre sus criaturas. Oración: Padre santísimo, haz que seamos hábUes a fin de poder evitar un conflicto con el diablo. Dános sabiduría de lo alto para poder reconocerlo, y de tu espíritu para poder vencerlo. Amén. D. 13 de enero: Jesús trabajando, Mateo 4:23-25. La obra de Jesús fue triple: enseñar, predicar, y sanar. Jesús enseñaba y predicaba generalmente en las sinagogas, en las calles y en los caminos donde los gen-tiles podían oírlo. No hubo enfermedad demasiado difícU para que Jesús no la curase. La curación fue inmediata. Sanaba toda clase de enfermedades y en particular las que se consideraban incurables. Las nuevas de lo que hacía Jesús se esparcían por toda Galilea y Siria. La mayoría de la gente se allegaba a Jesus con el único propósito de ser sanada, pero Jesús aprovechaba estas oportunidades para enseñarles y predicarles del reino de Dios, y sin duda muchos endemoniados y paralíticos volvieron a sus hogares sanos del cuerpo y del alma. Jamás se había manifestado tal gratitud entre la gente. No solamente una sino que multitudes de personas de Palestina y de las regiones al oriente del Río Jordán, expresaron su gratitud. Oración: Señor, ayúdanos a agradecer las muchas bendiciones que nos conceda. Tú eres señor de nuestros cuerpos y de nuestras almas. Amén. Lcción de la escuela dominical para el 20 de enero. Título: La Justicia Del Reino. Pasaje: Mateo 5-7. L. 14 de enero: Bienaventurados los...", Mateo 5:1-11. Estos versículos forman la introducción del Sermón del Monte. Sus discípulos y una grande multitud estaban presentes. Jesús contestó en esta parte de su sermón la siguiente pregunta: ¿cómo puede uno ser feliz? Se entiende que cada versículo es un camino a la felicidad y que son vías espirituales. La felicidad se produce en el corazón, no por lo que poseemos sino por lo que somos. Las características que Jesús menciona en las bienaventuranzas son las que se destacan en él mismo: la humildad, la sinceridad, el 27