mo mediador, hechos íntimamente reía* cionados con nuestra redención. K conocimiento completo que tenía de su futuro y la actitud calmada con que hablaba a sus discípulos en cuanto a estos acontecimientos demuestra que era mis que hombre. Jamis habíase visto una bondad como la que tuvo con los discípulos. Jesús tuvo que cambiar las ideas materiales de sus discípulos en cuanto a su misión, y también prepararlos para estos acontecimientos gloriosos. Les dijo de su muerte y el propósito de su sufrimiento y de su muerte. Sería una muerte voluntaria. 81 somos cristianos nos interesaremos en cada parte de su obra medianera. Jesús aun en su mis profunda agonfa, es objeto de alabanza, no de listima. Oración: Padre y Dios nuestro, gracias te damos porque tú eres Dios hecho carne. y eres nuestra redención y nuestro mediador. Amén. D. 3 de marzo: Nuestra confesión. Romanos 10:8-13. El principio de la vida cristiana tiene dos fases: la interior, en donde se verifica un cambio de corazón después de creer en Cristo, y que conduce a la justicia que es una posición de aceptación ante Dios; y la exterior, la cual es una confesión pública. En otras palabras, lo que se requiere de un cristiano es una confesión pública de una creencia interior en Cristo; éstas son las condiciones para la salvación. La creencia del corazón para justicia despierta las emociones e induce al creyente a obedecer a Cristo. Dios, por el amor de Cristo, imputa esta clase de fe para justicia, y ésta se llama justicia de Dios; la cual Dios ha designado para los pecadores. En otras palabras, Jesús llevó nuestros pecados sobre sí en la cruz; al aceptar lo que Cristo hizo por nosotros, él llega a ser nuestro sustituto. El sufrió en nuestro lugar. Podemos entonces entender mejor lo que escribió Pablo a los Efe-sios “por gracia sois salvos por la fe", por una aceptación del corazón de lo que Jesús hizo por nosotros. Sucede un cambio: el Espíritu Santo nos regenera, y llegamos a ser hijos de Dios. Con esta experiencia interior, no podemos menos que hacer una confesión pública de Cristo. Es un acto espontáneo. Oración: Padre celestial, te damos gracias por tu don inefable: tu Hijo. Ayúdenos a ser testigos de tu amor dondequiera que estemos. Amén. Leeeién de la eeceeia deedaleal para el Id Títele: Perdé* IHmWade Pasaje: Malee 18:M L. 4 de mano: ¿Quién es el mayor? Mateo 18:1-6. La ambición de loe discípulos provocó la contienda que se menciona en nuestra lección. Lo que es más admirable en un cristiano, y que es señal de verdadera grandeza, es la humildad infantil. Loe humildes son los testigos más sinceros de Cristo. La humildad es la base de la verdadera grandeza. La humildad de un niño es inconsciente; la de un hombre tiene que lograrse por la experiencia. No existe la humildad sin el amor y la confianza. La prueba verdadera del carácter de un hombre es la manera como usa lo que tiene. No nos referimos a la cantidad que tenga, sino a cómo lo usa. La manera como usamos lo que tenemos lo hace grande o chico. La humildad es la fuente de la grandeza intelectual. Cuanto más humildes son las personas, más grandes son. ¿Cuáles son los triunfos más grandes de hoy día, hablando intelectualmente? Los más grandes sabios se ocupan de las cosas pequeñas: el átomo, una chispa de electricidad, gérmenes infecciosos. La humildad es la fuente de toda grandeza intelectual. Oración: Señor, ayúdenos a ser humildes y sinceros. Haz que estemos dispuestos a ocupar el lugar más humilde en tu reino si esa es tu voluntad. Amén. M. 5 de marzo: Una oveja, Mateo 18:10-14. A Luis IX, rey de Francia, lo encontraron instruyendo a un siervo en su palacio. Cuando le preguntaron por qué perdía el tiempo con uno tan indigno, dijo: "La persona más vil tiene un alma que es tan preciosa como la mía, y fue comprada con la misma sangre de Cristo." Cristo distingue a cada uno. Si vamos por mal camino, Jesús nos busca hasta que nos halla. El sabe el número de cabellos que tenemos. Dios estima el valor de cada ser humano dándole cuidado especial a cada uno. La debilidad hace que busquemos el cuidado de él, cuánto más el pecado. Se compadece de los perdidos y los busca. Esta enseñanza de Jesús era algo nuevo para ellos y produjo una revolución. Los hombres consideraban que la vida humana no tenía valor, hasta que vino Jesús enseñando que cada persona tiene igual valor. Oración: Señor, daños la capacidad mental para comprender las posibilidades IL HOGA* CRISTIANO