770 la voz mino de la vida. Vagando de una en otra ilusión, perdiendo aquí unas, para dar entrada en su mente á otras un poco mas allá, precipita el mortal su fatigosa carrera, hasta que al fin viene á caer desfallecido en el lejano horizonte, desvanecidos todos sus encantadores sueños, y en brazos de la vejez... ¡La vejez!..... último lindero del jardín de la vida, y principio de un seco y árido arenal___ ¿Qué es lo que el hombre ve desde allí? ¡Oh! preguntádselo á los incrédulos que han llegado allá, y estremeceos al oir sus respuestas. Miran hacia, atrás, y ven los magníficos vergeles de la juventud cubiertos de ñores delidiosas, impregnados de aroma y de frescura; y desespéranse porque al pasar no acertaron á coger ni una sola flor, ni aspiraron un solo aroma, ni apagó su ardor el soplo de las brisas. Tienden la vista hacia adelante ¿y qué ven? ¡La inmensidad del desierto, un mar de arenas abrasadas...ni una yerba verde...ni un arroyo, ni una. sombra...., y allá en el confin un piélago de llamas rojizas!..... ¡Es el sol que reverbera en las arenas que no terminarán!..... ¡Son los abismos de la nada!.... Preguntádselo también á los que creen,-á los que aunque se hayan afanado también por conseguir la dicha, aunque hayan llegado á aquel término, fatigados y rendidos como los otros, aunque hayan visto desecharse el tropel de sus dichosas ilusiones, han conservado allá en el fondo de su-corazon la chispa de la fé. ¿Qué os parece que ven estos? ¡Ah! envidiadlos si sois jóvenes todavía, porque para ellos ya se acabó vuestro ardiente é inútil afanar. Desde allí yen, mirando atrás, un campo marchito, rosas deshojadas y secas, tierra estéril é infecunda; nada de verdad, nada de sólida ventura: no sienten haber payado sin haber cogido muchas de aquellas flores tan fáciles de agostarse: se alegran de su desencanto, y de no haber perecido en los muchos derrumbaderos que tiene el camino; y se ponen tranquilos á descansar...Miran adelante..... El paisage es árido y su aspecto desapacible; también hay arenas infecundas, tampoco hay allí ni vida ni animación; pero ven maduras y sazonadas ya,, algunas frutás^que encontraron verdes aí pasar por el terreno andado; y sobre todo,'allá, á lo lejos descubren jardines deliciosos, praderas risueñas, arroyos cristalinos, frondosidad y verdura...... Son las mansiones del descanso, el término del viage, la patria feliz de los peregrinos... Hombres temerarios, que intentáis destruir las creencias, contemplad esta inmensa diferencia entre la situación de los que creen y la de aquellos que destierran de su corazón la fé religiosa, y ya que no hagais. caso de la eterna desgracia de vuestros semejantes, tened al menos compasión de la' desgraciada vejez en esta vida